Ganaderos se verían beneficiados con prácticas de conservación de bosques

La ganadería en el país se vería beneficiada con la siembra de árboles en las fincas, ya que, además de ser un aliado en la lucha contra el cambio climático al reducir la emisión de gases de efecto invernadero, ayudaría a aumentar la producción de ganado.

Y es que, gracias a la puesta en marcha de un plan piloto en 2013 para 140 fincas, mediante la iniciativa de la Acción de Mitigación Nacionalmente Apropiada (NAMA), se ha conseguido aumentar el total de ganado sin que se incremente el área de pastoreo.

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Como resultado, el hato costarricense pasó de 1.1 millones a inicios del 2000 a 1.6 millones en 2019, según la última Encuesta Nacional Agropecuaria del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).

Estos avances han permitido que el país esté a las puertas de ser declarado como libre de deforestación, según el informe del sistema de Monitoreo del Cambio de Uso y Cobertura de la Tierra en Paisajes Productivos (Mocupp).

“La ganadería se ha intensificado, no hay cambio de uso de suelo, o sea, no estamos tomando bosques para compartirlo en potreros, eso jamás, porque está prohibido por ley, sino que nuestros productores están produciendo en menos área, pero muchísimo más, eso es sumamente importante, porque conservan los bosques que ellos tienen”, dijo Jorge Segura, coordinador del Programa Nacional de Ganadería.

Mantener árboles en linderos, cercas y potreros, y sostener bosques en las nacientes de ríos, son algunas prácticas que emplean los dueños de las fincas para cuidar las áreas boscosas del país.

Parte del éxito de este proceso de reforestación, es que los mismos ganaderos comparten los beneficios con otros dueños de fincas y los motivan a implementar mejores prácticas, explicó Luis Diego Obando, director ejecutivo de la Corporación Ganadera (Corfoga).

“Un ganadero diciéndole a otro, mira yo probé esto y me funciona, me funciona porque tengo datos, números, antes tenía un animal por hectárea, ahora tengo dos, antes el pasto no me alcanzaba, ahora sí me alcanza, antes no tenía cercas vivas, ahora sí tengo”, dijo Obando.

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Estas buenas técnicas son importantes en mercados específicos, como el europeo, que es exigente de normas ambientales, lo que abre las puertas de exportación a los ganaderos costarricenses.

Por este motivo, dentro de dos meses el país podría contar con una Norma Técnica de ganadería en pastos “cero deforestación”, mientras se afinan los últimos detalles para que sea una normativa lo más accesible para los dueños de las fincas.

“Se cogió como base la norma técnica que existe de animales en pastura en Estados Unidos, porque queremos homologar lo más posible para mantener mercados abiertos, siempre la visión es apertura de mercados”, agregó Obando.

La Norma Técnica sería de manera voluntaria y se espera que sea un paso más allá para los ganaderos que en este momento cuentan con la declaratoria de fincas Bandera Azul, en la búsqueda de una ganadería sostenible, pero especialmente más rentable para los productores.

Ya que, estas buenas prácticas ambientales impactarían de manera positiva sus bolsillos, no solo en el aumento de ganado, sino también en mejores cifras de exportación de carne.

Hasta la fecha, más de 1.750 fincas costarricenses desarrollan medidas de adaptación y mitigación al cambio climático, según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).