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¿Ganadores? Espejismos hacia 2018

Claudio Alpízar redaccion@larepublica.net | Jueves 11 febrero, 2016


 Los resultados del domingo no reflejan en nada las elecciones de 2018 y menos el regreso del bipartidismo, pensarlo es un espejismo acrónico del desierto

¿Ganadores? Espejismos hacia 2018

¿Quién ganó las elecciones cantonales? El PLN y Figueres, logró 48 alcaldías de 81, punto. Más que triplicó las alcaldías de su inmediato seguidor el PUSC (14). Logró más alcaldías que todos los rivales juntos (33). Pero cuidado se nublan con el espejismo de un triunfo seguro en 2018.
Lo explico con un símil futbolístico. En Alcaldes 2006 el PLN se enfrenta a los demás partidos y al más cercano le gana 9-1. En Alcaldes 2010 le vuelve a ganar pero 7-1. En Alcaldes 2016 anotó menos y los rivales le anotaron más, aun así, al rival más cercano le ganó 6-2. El PLN es “tricampeón” de alcaldías, sí, pero atención: con viejos y desgastados “jugadores” y cada día con menos “afición” siguiéndole.
La última vez que el PUSC ganó fue en Alcaldes 2002, el marcador fue 2-1 sobre el PLN, época del bipartidismo (44-28). Parece reponerse, en 2014 aumentó diputados y en 2016 alcaldes, pero está lejos de sus glorias pasadas y es un espejismo soñar con el bipartidismo.
Como lo afirmé en una columna anterior el abstencionismo bajaría al 65%. Votó un 35%. ¡Ojo! Porque el 35% es la cifra que muestran las encuestas cuando se refieren a la afiliación partidaria. El 65% no afiliado con ningún partido queda expectante a 2018, muchos de ellos prefieren la “Premier League” sobre la “Segunda División” (alcaldías).
En 2014 el PLN tuvo la peor y más ridícula derrota de su historia, su candidato tuvo a favor 59 alcaldes, de nada sirvió. Por su parte, el PAC al fin logró ganar una elección presidencial y solo tenía seis alcaldías. Los resultados del domingo no reflejan en nada las elecciones de 2018 y menos el regreso del bipartidismo, pensarlo es un espejismo acrónico del desierto.
El partido más grande es el PLN, en estructura y afiliación, pero ahora con la mitad de seguidores que tuvo, lo que le obliga a sumar en el escenario del 65% que no tiene partido y que le ve con desconfianza. El PUSC sale de cuidados intensivos y así le aparecerán varios novios a precandidaturas 2018.
El Frente Amplio y el Movimiento Libertario han sido “mucho ruido y pocas nueces”. Perdieron estrepitosamente el domingo y si desean sostener atención e intención de voto tendrán que dosificar sus extremismos ideológicos. El pensamiento liberal aumenta pero no se siente representado por el Movimiento Libertario y el chavismo maquillado del FA no gusta.
R. A. Calderón leyó mal a finales 2013, renunció al PUSC imaginando que no sacarían ni dos diputados, formó un partido y el domingo solo ganó una alcaldía. Pero cuidado con otro espejismo, en estas elecciones logró un 7% a nivel nacional, mejor que el FA y el ML, que buena falta le haría al PUSC. El PAC fue otro derrotado, para su caso la elección fue un referéndum y sus acciones salieron a la baja como las del presidente Solís.
El PNG y el PASE logran notoriedad mediática con sus alcaldes, pero son partidos que prestan su nombre, sin importar afiliación ni lealtad futura, tal cual franquicia sin control. Además, los partidos regionales —con muy pocas excepciones— decepcionaron al no poder atraer votos y triunfar en sus nichos más íntimos.
“La belleza y la fealdad son un espejismo porque los demás terminan viendo nuestro interior”, escribió alguna vez Oscar Wilde; nuestros partidos políticos lo padecen, siguen viendo sus bellezas, cuando los ciudadanos tan solo les ven la fealdad de su interior.

Claudio Alpízar Otoya, Politólogo

 

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