Ganan inversionistas con bonos públicos
Oscar Rodriguez orodriguez@larepublica.net | Lunes 28 mayo, 2012
Aumento de rendimientos disparó compra en último año
Ganan inversionistas con bonos públicos
Se acaban pronto altas tasas de títulos, dicen expertos
Los inversionistas privados son los principales ganadores, en el último año, con los bonos de deuda públicos.
La subida en los rendimientos que paga el Gobierno, de hasta tres puntos porcentuales, hizo que los montos de los títulos en manos privadas crecieran un 62% a abril pasado, en comparación con el mismo periodo de 2011.
Sin embargo, esta bonanza de dinero fácil acabará pronto porque el mercado interno está perdiendo interés en los instrumentos de inversión gubernamentales.
El apetito privado por los bonos públicos comenzó a partir de noviembre anterior, cuando el Ministerio de Hacienda subió la tasa de interés que pagan sus bonos.
La necesidad urgente de dinero, para financiar la actividad gubernamental obligó a hacer atractivos sus títulos de deuda interna en colones y dólares.
La reacción inicial de los inversionistas fue la de acudir a las subastas gubernamentales.
El resultado es que el sector privado fue el que más bonos compró en el último año.
A abril pasado acumulaba títulos por un valor de ¢1,2 millones de millones. Mientras que, en el mismo periodo de 2011, eran casi ¢790 mil millones.
“Los bonos gubernamentales son las inversiones más seguras de nuestro mercado, a pesar del déficit fiscal. Es un buen momento para comprarlos debido a las tasas de interés que ofrecen estos instrumentos”, dijo Walter Espinoza, director Financiero de Banco Bansol.
Por otra parte, el año anterior eran los bancos los que más adquirían títulos de deuda.
En ese momento, el exceso de liquidez de las entidades financieras, por la baja colocación crediticia, hizo que se refugiaran en los instrumentos de inversión públicos.
Sin embargo, a abril pasado, la tenencia de la banca de bonos públicos había crecido apenas un 1% en un año. Cuando en 2011 la variación era del 63%.
Ahora son los inversionistas privados quienes aprovechan los altos rendimientos de Hacienda.
Por ejemplo, en enero pasado se pagó por un título en colones que vence en 2015 un rendimiento del 8,65%. Al mes siguiente la tasa, por el mismo bono, subió al 10% y en abril ya era de un 11%.
Sin embargo, estos buenos tiempos para comprar bonos gubernamentales llegarán pronto a su fin.
La principal razón es que los propios inversores privados tienen saturadas sus carteras de inversión de títulos públicos, con lo cual es riesgoso adquirir más.
“Una segunda razón es que los inversionistas están cuidando su liquidez, pues el mercado secundario se ha vuelto difícil, y la decisión de comprar un bono tiene que involucrar la posibilidad de no poder venderlo bien”, argumenta Hernán Varela, Oficial de Riesgo de Aldesa.
Asimismo, la posibilidad de que la Asamblea Legislativa dé permiso al Gobierno para emitir deuda externa, generará que pronto se paguen menos rendimientos por los títulos locales.
El Congreso aprobaría, en las próximas semanas, la posibilidad de que Hacienda emita bonos externos hasta por un máximo de $4 mil millones.
El endeudamiento externo permitiría al Gobierno bajar su ritmo de emisión de títulos en el mercado interno, con lo cual disminuiría los rendimientos que paga actualmente.
“La deuda interna tiene en promedio una tasa de interés mucho más alta que la que razonablemente se esperaría pagar sobre los nuevos bonos, dadas las bajas tasas en los mercados internacionales”, argumentó el Banco Central.
Además tendría un efecto positivo en el déficit fiscal, pues este crecería menos, dado que el Gobierno pagaría menos dinero a quien compre sus títulos.
Actualmente la deuda interna gubernamental representa un 25% de la producción nacional, mientras que la externa es un 4%.
LA REPUBLICA envió al Ministerio de Hacienda unas consultas sobre este tema, pero no hubo respuesta al cierre de edición.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net
Ganan inversionistas con bonos públicos
Se acaban pronto altas tasas de títulos, dicen expertos
Los inversionistas privados son los principales ganadores, en el último año, con los bonos de deuda públicos.
La subida en los rendimientos que paga el Gobierno, de hasta tres puntos porcentuales, hizo que los montos de los títulos en manos privadas crecieran un 62% a abril pasado, en comparación con el mismo periodo de 2011.
Sin embargo, esta bonanza de dinero fácil acabará pronto porque el mercado interno está perdiendo interés en los instrumentos de inversión gubernamentales.
El apetito privado por los bonos públicos comenzó a partir de noviembre anterior, cuando el Ministerio de Hacienda subió la tasa de interés que pagan sus bonos.
La necesidad urgente de dinero, para financiar la actividad gubernamental obligó a hacer atractivos sus títulos de deuda interna en colones y dólares.
La reacción inicial de los inversionistas fue la de acudir a las subastas gubernamentales.
El resultado es que el sector privado fue el que más bonos compró en el último año.
A abril pasado acumulaba títulos por un valor de ¢1,2 millones de millones. Mientras que, en el mismo periodo de 2011, eran casi ¢790 mil millones.
“Los bonos gubernamentales son las inversiones más seguras de nuestro mercado, a pesar del déficit fiscal. Es un buen momento para comprarlos debido a las tasas de interés que ofrecen estos instrumentos”, dijo Walter Espinoza, director Financiero de Banco Bansol.
Por otra parte, el año anterior eran los bancos los que más adquirían títulos de deuda.
En ese momento, el exceso de liquidez de las entidades financieras, por la baja colocación crediticia, hizo que se refugiaran en los instrumentos de inversión públicos.
Sin embargo, a abril pasado, la tenencia de la banca de bonos públicos había crecido apenas un 1% en un año. Cuando en 2011 la variación era del 63%.
Ahora son los inversionistas privados quienes aprovechan los altos rendimientos de Hacienda.
Por ejemplo, en enero pasado se pagó por un título en colones que vence en 2015 un rendimiento del 8,65%. Al mes siguiente la tasa, por el mismo bono, subió al 10% y en abril ya era de un 11%.
Sin embargo, estos buenos tiempos para comprar bonos gubernamentales llegarán pronto a su fin.
La principal razón es que los propios inversores privados tienen saturadas sus carteras de inversión de títulos públicos, con lo cual es riesgoso adquirir más.
“Una segunda razón es que los inversionistas están cuidando su liquidez, pues el mercado secundario se ha vuelto difícil, y la decisión de comprar un bono tiene que involucrar la posibilidad de no poder venderlo bien”, argumenta Hernán Varela, Oficial de Riesgo de Aldesa.
Asimismo, la posibilidad de que la Asamblea Legislativa dé permiso al Gobierno para emitir deuda externa, generará que pronto se paguen menos rendimientos por los títulos locales.
El Congreso aprobaría, en las próximas semanas, la posibilidad de que Hacienda emita bonos externos hasta por un máximo de $4 mil millones.
El endeudamiento externo permitiría al Gobierno bajar su ritmo de emisión de títulos en el mercado interno, con lo cual disminuiría los rendimientos que paga actualmente.
“La deuda interna tiene en promedio una tasa de interés mucho más alta que la que razonablemente se esperaría pagar sobre los nuevos bonos, dadas las bajas tasas en los mercados internacionales”, argumentó el Banco Central.
Además tendría un efecto positivo en el déficit fiscal, pues este crecería menos, dado que el Gobierno pagaría menos dinero a quien compre sus títulos.
Actualmente la deuda interna gubernamental representa un 25% de la producción nacional, mientras que la externa es un 4%.
LA REPUBLICA envió al Ministerio de Hacienda unas consultas sobre este tema, pero no hubo respuesta al cierre de edición.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net