El país necesita avanzar con generación limpia de electricidad, adecuada distribución de ella, garantía del recurso para los consumidores y con un esfuerzo para bajar el precio de esa factura

Generación eléctrica suficiente y eficiente

El sector privado debe tener un mayor papel en la generación eléctrica, han dicho casi dos tercios de los lectores de La República en un sondeo realizado el lunes pasado.
Este sector hoy puede generar únicamente un 15% del total, pero afirma que de ampliarse esa participación a un 30% podría lograr que baje la factura eléctrica en el país.
Por otro lado, esa ampliación permitiría probablemente exportar electricidad, ya que Costa Rica no tiene en la actualidad necesidades sin cubrir en este campo.
El Gobierno, sin embargo, se opone a todo esto y no apoya la nueva oportunidad de negocio, respaldado por 22 legisladores, mientras que el resto de congresistas concuerda con la mayor apertura.
Es obvio que existen diferentes intereses y que debería llegarse a un acuerdo para que ambas partes pudieran no perjudicarse con él.
El ICE tiene como parte de su misión asegurar electricidad a todo el país —incluso en sus rincones más remotos, aun si esto no es muy rentable— y de acuerdo a eso llevar a cabo ahora nuevos proyectos de expansión, algo que se le había prohibido hacer oportunamente.
Por su parte, el sector privado quiere entrar a esa parte del mercado, lo cual no puede hacer si la participación es tan pequeña, ya que no es muy atractiva para los inversionistas.
Lo cierto es que el país necesita avanzar en un aspecto tan importante como la generación limpia de electricidad, la adecuada distribución de ella, la garantía del recurso para los consumidores y en un esfuerzo para bajar el precio de esa factura a fin de contribuir a la competitividad de Costa Rica en los mercados mundiales.
Una vez más, la solución está en la capacidad de negociación. El enfrentamiento cerrado únicamente contribuye a distanciar más las posiciones y con ello no se beneficia ningún sector.
El desgaste y la pérdida de tiempo no nos lleva más que a lamentarnos luego por ello.
Confiamos en que sea la cordura y la sabiduría lo que prevalezca y se llegue a un acuerdo lo más rápidamente posible, para dejar atrás al menos uno de los serios problemas que enfrentamos como sociedad.