Gestión de la deuda pública, ¿hemos avanzado?
Sterling Gabriel Areas Pérez Ferling18@hotmail.com | Martes 29 octubre, 2019
La deuda pública en Costa Rica ha alcanzado niveles alarmantes, generando inestabilidad en la economía nacional en variables como tasas de interés y acceso al crédito, también afectó a finales del 2018 el tipo de cambio, erosionando la percepción o imagen del país, así como la competitividad internacional, ante lo cual se ha vuelto común ver en las noticias empresas anunciando cierres, traslados de operaciones o bancarrota (Forever 21, Amoena, Amway, Dole, Sykes, Gentinge, Van Ru, entre otras), así como también recortes de personal en Pipasa y Cargill.
Situación que agrava la realidad económica y fiscal del país, impactando la tasa de desempleo y contribuyendo al empleo informal, perdiendo las arcas públicas dichos ingresos o impuestos.
De acuerdo al “Plan de Endeudamiento II semestre del 2019” del Ministerio de Hacienda, el año 2018 cerró con un porcentaje de 53,6% de deuda pública con respecto al PIB, y la proyección para el 2019 es que cierre en un 56,2% con respecto al PIB, hay que tener en cuenta que tanto el Ministerio de Haciendo como el Banco Central de Costa Rica, responsables de la política fiscal y monetaria del país, han sido claros en que la deuda pública tendrá una tendencia creciente, según las proyecciones hasta el año 2023, pudiendo alcanzar un nivel 68,4% para ese año en relación al PIB.
Ante este panorama, el pasado 4 de diciembre de 2018, se aprobó la Ley 9635 Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, la “Amnistía Tributaria”, recientemente se aprobó el proyecto de “Eurobonos”, y la aprobación de los créditos con organismos multilaterales (BID, CAF) para revertir la adversa situación fiscal del país; por lo tanto, se puede analizar el impacto de estas medidas a la fecha.
Tomando como base el “Plan de Endeudamiento II semestre del 2019” del Ministerio de Hacienda, de no haberse aprobado la Ley 9635, para el año 2023 la deuda pública rondaría el 84,4% en relación al PIB, lo que dejaría al país en una situación muy comprometida. A raíz de las medidas mencionadas, el primer impacto que se observa es el cambio en la percepción internacional con respecto a las finanzas públicas y la recuperación de la confianza de los mercados internacionales hacia el país, lo cual se puede evidenciar en las tasa de interés de la curva soberana tanto en colones como en dólares donde en una comparación de diciembre 2018 a julio 2019 las tasas de interés en colones bajó de 2.5pp y en dólares 3.0pp.
Otra variable que se ha manifestado de manera positiva es la Amnistía Tributaria, ya que los ingresos tributarios presentan un incremento en una variación interanual a junio 2019 del 7,37% y de ese dato el 6,44% es atribuible a la Amnistía.
La estrategia de diversificación de las fuentes de financiamiento ya presentan sus primeros resultados positivos como lo es las bajas en las tasa de interés mencionadas y el posible efecto que esto tendría en el sector productivo del país con un mayor acceso al crédito para el sector privado y mejores condiciones crediticias; por último, si bien es cierto las medidas ya en algunos casos brindan resultados positivos y dan la primera impresión de ser acertadas e ir por el camino deseado, es necesario señalar que todas son de reciente aprobación, bajo una economía abierta, considerablemente sensible a los shock externos y ante el adverso escenario fiscal que afronta el país, resulta necesario un seguimiento permanente a las acciones efectuadas.