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Gracias a las mujeres en celebración del “Día Internacional de las Mujeres”

Lorena Clare Facio redaccion@larepublica.net | Lunes 09 marzo, 2020


Tengo profunda gratitud para las mujeres que me brindaron su compañía, sus conocimientos y su aliento desde que inicié mi andar político al lado de Miguel Ángel. Y claro la gratitud es inmensa para las dedicadas y capaces mujeres con inmensa vocación de servicio que me acompañaron en el ejercicio de mis funciones como Primera Dama y me contagiaron con su entusiasmo. Sin ellas las tareas habrían sido imposibles.

Gracias a que en los campos y en la ciudad, en el tugurio y en la oficina profesional, en sus cocinas y en los hogares de ancianos muchísimas mujeres tuvieron confianza en mi y me participaron de sus historias, pude escoger las áreas de trabajo a las que dediqué mis andanzas en las campañas políticas y mis años de servicio como Primera Dama.

Por mi propia vivencia y por las enormes dificultades de las madres con hijos especiales, confirmé la urgencia de dedicar esfuerzos a crear cultura de la atención que se requiere para ayudar los hogares que enfrentan esas circunstancias, y la necesidad de crear el Centro de Recursos para facilitar atención adecuada a estos niños, niñas y adolescentes en todas las escuelas y colegios del país.

De las angustias compartidas por las madres y sus hijas adolescentes embarazadas adquirí el propósito de desarrollar Amor Joven, para darles apoyo a las muchachas a continuar con sus estudios y poder llevar a buen término su maternidad.

Las mujeres que con su amor atendían a padres, hijos o hermanos con problemas de visión me enseñaron la urgencia de fortalecer los instrumentos para atender a las personas con estas minusvalías, y así surgió la idea de la Clínica Oftalmológica para con excelencia en su atención nacional, evitar a las familias las increíbles dificultades de buscar recursos para acompañar a su familiar a ser intervenido en sus ojos en el extranjero.

En su inmenso amor por sus familias encontré muchísimas mujeres descuidadas en sus graves problemas de cáncer cérvico uterino o de mamas. Surgió el laboratorio para esos exámenes, y un gran programa nacional para enfrentarlo que ha dado tanto fruto para que Costa Rica sea la nación con mayor tasa de sobrevivencia cinco años después de la detección del cáncer de cérvix.

Ni que decir de la enseñanza que recibí de las hijas y hermanas dedicadas al cuido de sus viejitos. Gracias a ellas pude dar apoyo a la legislación se presentó en favor del adulto mayor, contribuir a establecer y presidir el Consejo Nacional del Adulto Mayor, apoyar la construcción del nuevo pabellón del Hospital Geriátrico Nacional (hoy ya muy insuficiente y con la demanda de un hospital nuevo), fortalecer los recursos para los hogares de ancianos y aumentar las pensiones del régimen no contributivo.

Me indigné junto a la madre jefa de hogar que no recibía apoyo del padre de su hijo, y que sufría la ignominia de que el niño o la niña apareciese registrado con el indicativo de “padre desconocido”, cuando en la realidad debería leer “padre irresponsable”. De acá surgió la Ley de Paternidad Responsable que fue pionera en el mundo, cambió más de 2000 años de una tradición jurídica, y le permitió a la madre declarar quien es el padre de su criatura.

¡Qué difícil era para aquellas valientes mujeres que luchaban por el progreso de sus comunidades poder ser escuchadas! La representación política la tenían los hombres, aunque fuesen mujeres las que hacían los censos, visitaban el vecindario, convencían a los electores. En una comunidad hasta la Secretaría de la Mujer la ostentaba un hombre, y en otra, a mi solicitud de que incorporaran mujeres a la dirección política un hombre me indicó que allí no había mujeres. Por eso encabecé con el apoyo decidido de Miguel Ángel la lucha para establecer cuotas que asegurasen la participación de mujeres en los órganos de dirección del partido y en sus postulaciones para puestos de elección popular. El PUSC fue el primer partido que estableció estas acciones afirmativas que luego se convirtió en ley de la República.


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