En el marco del bicentenario, también se inaugurará la exposición “Más allá de la Anexión”
Guanacaste 200 años: Así fue el proceso de restauración del Acta del Partido de Nicoya
Intervención busca preservar un documento histórico para las futuras generaciones y fue realizado por expertos del Archivo Nacional, UCR e instituciones privadas
Brenda Camarillo bcamarillo@larepublica.net | Miércoles 24 julio, 2024
La restauración del Acta de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica culminó con éxito gracias a un equipo multidisciplinario liderado por el Archivo Nacional.
El trabajo contó con la colaboración de la Universidad de Costa Rica (UCR) e instituciones privadas, y se enmarca en la conmemoración del Bicentenario de la Anexión.
A pesar de los cuidados rigurosos, el documento presentaba pequeños deterioros como rasgaduras, faltantes de papel, adhesivos, suciedad y humedad.
Aunque su estado no era crítico, era crucial intervenirlo para asegurar su conservación a largo plazo.
El proceso de restauración, liderado por expertos en conservación documental, utilizó técnicas avanzadas para garantizar la integridad y durabilidad del documento.
La intervención comenzó en el Departamento de Conservación del Archivo Nacional, bajo la dirección de Carlos Pacheco, restaurador con más de 40 años de experiencia.
"Fue muy satisfactorio liderar y trabajar en la restauración del Acta de la Anexión. Es gratificante aplicar años de conocimiento para recuperar la integridad física de este patrimonio documental y asegurar que la memoria de nuestros antepasados perdure", dijo Pacheco.
El proceso inicial implicó descoser los 17 folios del Acta y remover su encuadernación.
Posteriormente profesionales bajo la supervisión de Mavis Montero, encargada del LABCultura de la UCR, estudiaron el documento, realizaron pruebas y determinaron un protocolo de restauración con sustancias químicas.
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El primer paso fue una limpieza mecánica para eliminar suciedad, polvo y contaminantes superficiales, seguido por la eliminación de soportes secundarios y cuerpos extraños, lavado con hidróxido de calcio y secado.
A los folios se les aplicó un jabón especial fabricado por Darío Chinchilla, profesor de la UCR, y después se agruparon en cuadernillos.
La encuadernación fue realizada por Luis Umaña, del taller El Diario de los Viajes, quien donó su trabajo para coser los cuadernillos y preparar una cubierta de cuero.
Finalmente, se elaboró un contenedor especial para proteger el documento.
El acta restaurada será resguardada en los depósitos especializados del Archivo Histórico del Archivo Nacional, y solo se abrirá para mantenimientos futuros.
En la Sala de Consulta habrá una réplica física y una copia digital disponible para la ciudadanía.
El Acta de la Anexión, firmada el 25 de julio de 1824, es un testimonio invaluable del momento en que los habitantes del Partido de Nicoya decidieron unirse voluntariamente a Costa Rica.
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Consta de 17 folios, con las firmas de más de 20 personas, incluyendo figuras destacadas como Manuel Briceño, Toribio Viales y Ubaldo Martínez, quienes justificaron la decisión de incorporarse al país por razones económicas, políticas y jurídicas, con el Golfo de Nicoya y el río Tempisque jugando un papel importante en las comunicaciones y actividades económicas.
"Es un orgullo ser parte de este momento histórico en el Bicentenario de la firma del Acta de la Anexión. La restauración cumple con nuestro compromiso de conservar el patrimonio documental, invitando al público a reflexionar sobre el valor de nuestras acciones actuales y su impacto futuro", dijo Carmen Campos, directora general del Archivo Nacional.
Además de esta labor, el Archivo Nacional prepara la exposición "Más allá de la Anexión", que se inaugurará este mes.
La muestra ofrecerá una visión profunda del contexto y las repercusiones del acto de la anexión, invitando al público a reflexionar sobre la historia y la identidad nacional.
La culminación de este proyecto reafirma el compromiso de Costa Rica con la preservación de su patrimonio histórico y cultural, asegurando que documentos de alto valor histórico estén disponibles para futuras generaciones.
Este esfuerzo también subraya la importancia de la colaboración interinstitucional y el apoyo de la comunidad en la conservación de la memoria nacional.