Guerra comercial: Estados Unidos quiere recuperar su balanza comercial

La reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a los países con los que mantiene el mayor déficit comercial ha generado una importante incertidumbre a nivel mundial. Dado que, estos socios comerciales representan el 62% del desbalance norteamericano total; por lo que podría ser la razón principal para imponer aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, así como un 10% a China a partir de este sábado 01 de febrero, así como plantear otras posibles medidas a otros países de la región.

El nuevo ciclo de aranceles impuesto por EE. UU. y las respuestas inmediatas de sus socios comerciales ha intensificado las tensiones económicas. Canadá, que ha dictado medidas similares, juega un papel clave en la generación de aproximadamente el 50% de la energía que consume su país vecino, lo que podría eventualmente ocasionar un apagón que encarecería el combustible y los costos de los estadounidenses.

Por otro lado, los aranceles de hasta el 35% a productos que representan a los principales apoyos Republicanos de Trump, anunciados por México marcarán un ritmo de negociaciones acelerado ante la postura del presidente Trump que busca fortalecer sus industrias locales, pero que también abre el espacio para el diálogo.

Su mensaje es claro: recuperar la balanza comercial frente al resto del mundo; promover el empleo nacional norteamericano y lanzar un llamado contundente a las industrias claves como la automotriz, la industria médica, agroindustrial, productos químicos y semiconductores, para que regresen sus inversiones a Estados Unidos. De lo contrario, enfrentarán aranceles que castigarán sus negocios si producen en otros países.

Estos cambios traerán repercusiones en la economía global, con incrementos de costos que se trasladarán a los consumidores en diferentes latitudes, con un ajuste importante en cómo conocemos la “Globalización” debido al nuevo posicionamiento de los EE. UU. de ser un país que promovía el “Multilateralismo” a un nuevo fenómeno: PRIMERO EE. UU.

Esta situación marcará riesgos globales para Latinoamérica, la Unión Europea y el resto del mundo. En el caso de la UE, para el año 2023 tuvo superávit de 156.646 millones vs. EE. UU. convirtiéndose en una pequeña China, de los cuales Europa importó 87 MM en productos minerales con un déficit de 71 MM contra EE. UU. y exportó 132 MM de productos químicos con un superávit de 59 MM. En esta realidad europea, cada país de la comunidad ha tenido distintas realidades, por ejemplo, Irlanda fue el de mayor compra de servicios con 183 MM, Alemania el de mayor venta de servicios a los EE.UU con 66 MM, por otra parte en cuanto a servicios la UE tuvo déficit con los EEUU por 104 MM debido a su dependencia tecnológica.

La región de Centro América y Caribe representa apenas el 1,83% del déficit de los EE.UU, y en Costa Rica representamos solo el 0,14%, pero para nuestros países la situación no pasa necesariamente por la balanza comercial, más bien por temas geopolíticos en nuestra relación con China, nuestro manejo de los temas migratorios o la posición sólida con temas relacionados a seguridad y lucha contra el narcotráfico.

La balanza comercial entre Costa Rica y Estados Unidos al cierre de 2024 nos dio un pequeño superávit de $1,5 MM. Ser reconocidos como un aliado estratégico podría facilitarnos mantener y aumentar la atracción de inversión extranjera, consolidando la ruta de los semiconductores, la cual fue aprobada en 2024 por el Senado, con votos demócratas y republicanos.

Debemos prestar atención a los mensajes de Marco Rubio, Secretario de Estado norteamericano quien ha anunciado que algunos países se verán “castigados” y otros “beneficiados”, según el apoyo que reciban en temas trascendentales que aseguren a los EE. UU. su gobernanza, su seguridad, y que sean aliados en la lucha contra el narcotráfico, y en este sentido se abre una gran oportunidad para Costa Rica de trabajar de la mano en estos temas que consideramos trascendentales para mejorar la calidad de vida de los costarricenses, siempre que nuestra soberanía no se vea comprometida.

Rubio anunció que EE. UU. tendrá un espacio diplomático de mayor cercanía con los países vecinos en Occidente, recuperando lo que ellos consideran socios estratégicos y que esperan que sus vecinos se unan a ellos en esta lucha; esto nos abre nuevas oportunidades para maximizar nuestra posición con EE. UU. siendo un socio relevante donde producimos con calidad, con seguridad, con costos razonables para la ciudadanía estadounidense.

Estamos en frente de una nueva “GUERRA”, una guerra geo-económica, una guerra anunciada de aranceles inmediatos que se cocinará a fuego lento, mientras los países entendemos la nueva dinámica global que nos pondrá en una clara disyuntiva de Occidente contra Oriente sin tener claro quiénes se pondrán de un lado o de otro. Es este un momento histórico para que en Costa Rica nos unamos y podamos seguir produciendo y aprovechando las oportunidades de exportar en el sector agro y agroindustrial, en el médico, metalmecánico, servicios, etc. Mientras debemos ser conscientes y prudentes de los nuevos retos que enfrenta el mundo y seguir diversificando mercados y consolidando nuestra posición también con los países vecinos Centroamericanos a donde exportamos cerca del 20% de nuestros productos, apuntar hacia medio oriente y las exportaciones hacia países asiáticos y europeos.

También es fundamental que nuestros productores y exportadores evalúen detalladamente sus cadenas de suministro y mercados objetivo con apoyo de las autoridades, siempre con un análisis robusto y el mejor planteamiento estratégico de largo plazo.

Aún es prematuro sacar conclusiones definitivas sobre el impacto de estas medidas en Costa Rica. Resulta claro que el Presidente Trump tiene una mentalidad mercantilista y de puertas adentro, buscando recuperar la balanza comercial de EE. UU. con respecto al mundo, lo que nos obliga a trabajar una agenda muy inteligente con la visita del Secretario de Estado Rubio, y por este motivo alentamos a las autoridades nacionales a tener una ruta clara, insistiendo de apoyo en materia de seguridad, en nuestra lucha contra el narcotráfico, y en nuestra baja incidencia en materia migratoria, además de solicitar apoyo en temas de infraestructura, como por ejemplo el ferry de Costa Rica y El Salvador que nos disminuya riesgos futuros en nuestras exportaciones en la región Centro Americana.