"Guerra comercial del tomate": México y EE.UU
EFE | Sábado 15 septiembre, 2012
“Guerra comercial del tomate”: México y EE.UU.
Una disputa sobre productos frescos mexicanos que un grupo llama “guerra comercial del tomate” amenaza con convertirse en un conflicto de miles de millones de dólares que podría afectar las exportaciones de pollos, cerdos y vacas estadounidenses.
Los productores de Florida, a los que se suman colegas de otros estados, han pedido al Departamento de Comercio de los Estados Unidos que ponga fin a un acuerdo de 16 años que rige el precio de las importaciones de tomates mexicanos. Dicen que es obsoleto e ineficaz. Está previsto que el departamento y la Comisión Internacional de Comercio reexaminen el tema en diciembre.
Los compradores de tomates mexicanos, entre ellos Wal-Mart Stores Inc., de Bentonville, Arkansas, quieren que se mantenga el acuerdo, que en opinión de sus partidarios genera estabilidad de precios en un mercado volátil. Sin ello, los productores pedirán a los Estados Unidos que impongan derechos a las importaciones mexicanas que harían subir los precios, según la Asociación de Productos Frescos de las Américas, FPAA por la sigla en inglés, un grupo de importadores que calificó el conflicto de “guerra comercial del tomate”.
“Es algo que tiene mucha historia, y podría crear grandes tensiones del otro lado de la frontera”, dijo en una entrevista Susan Schwab, profesora de políticas públicas de la Universidad de Maryland y representante de Comercio de los Estados Unidos durante el segundo gobierno de George W. Bush.
La disputa resucita un enfrentamiento entre los Estados Unidos y su tercer mayor socio comercial.
Los Estados Unidos importaron el año pasado $8.500 millones de productos agrícolas y ganaderos de México, más que cualquier otro país, según el Departamento de Comercio.
Las exportaciones estadounidenses de esos productos a México fueron de $8.700 millones.
El embajador mexicano en los Estados Unidos advirtió que eliminar el acuerdo tendría graves repercusiones. México exportó $2.100 millones de tomates el año pasado, el 93% de los cuales se envió a los Estados Unidos, dijo el Ministerio de Agricultura en una declaración del 6 de septiembre.
“Los productores de Florida hacen una apuesta peligrosa” si la eliminación del acuerdo deriva en una imposición de derechos que impida que los productos mexicanos se vendan en los Estados Unidos por debajo del costo, dijo en una declaración Arturo Sarukhán, el embajador mexicano.
“México ha demostrado en el pasado que puede morder tan fuerte como ladra”, dijo. “Usaremos todos los recursos de que disponemos para defender los legítimos intereses de nuestros productores de tomates y nuestra industria”.
Los productores de carne de los Estados Unidos temen sufrir represalias, dijo en una entrevista Allison Moore, una portavoz de la FPAA, que tiene sede en Nogales, Arizona.
El grupo ha creado un sitio web, www.savemytomato.com, y publicó avisos en diarios de todo el país. El aviso presenta una presunta carta abierta al presidente Barack Obama de una niña a la que se llama Betty, que le pide: “Por favor, no permita que esa gente se lleve nuestros ricos tomates”.
Bloomberg
Los productores de Florida, a los que se suman colegas de otros estados, han pedido al Departamento de Comercio de los Estados Unidos que ponga fin a un acuerdo de 16 años que rige el precio de las importaciones de tomates mexicanos. Dicen que es obsoleto e ineficaz. Está previsto que el departamento y la Comisión Internacional de Comercio reexaminen el tema en diciembre.
Los compradores de tomates mexicanos, entre ellos Wal-Mart Stores Inc., de Bentonville, Arkansas, quieren que se mantenga el acuerdo, que en opinión de sus partidarios genera estabilidad de precios en un mercado volátil. Sin ello, los productores pedirán a los Estados Unidos que impongan derechos a las importaciones mexicanas que harían subir los precios, según la Asociación de Productos Frescos de las Américas, FPAA por la sigla en inglés, un grupo de importadores que calificó el conflicto de “guerra comercial del tomate”.
“Es algo que tiene mucha historia, y podría crear grandes tensiones del otro lado de la frontera”, dijo en una entrevista Susan Schwab, profesora de políticas públicas de la Universidad de Maryland y representante de Comercio de los Estados Unidos durante el segundo gobierno de George W. Bush.
La disputa resucita un enfrentamiento entre los Estados Unidos y su tercer mayor socio comercial.
Los Estados Unidos importaron el año pasado $8.500 millones de productos agrícolas y ganaderos de México, más que cualquier otro país, según el Departamento de Comercio.
Las exportaciones estadounidenses de esos productos a México fueron de $8.700 millones.
El embajador mexicano en los Estados Unidos advirtió que eliminar el acuerdo tendría graves repercusiones. México exportó $2.100 millones de tomates el año pasado, el 93% de los cuales se envió a los Estados Unidos, dijo el Ministerio de Agricultura en una declaración del 6 de septiembre.
“Los productores de Florida hacen una apuesta peligrosa” si la eliminación del acuerdo deriva en una imposición de derechos que impida que los productos mexicanos se vendan en los Estados Unidos por debajo del costo, dijo en una declaración Arturo Sarukhán, el embajador mexicano.
“México ha demostrado en el pasado que puede morder tan fuerte como ladra”, dijo. “Usaremos todos los recursos de que disponemos para defender los legítimos intereses de nuestros productores de tomates y nuestra industria”.
Los productores de carne de los Estados Unidos temen sufrir represalias, dijo en una entrevista Allison Moore, una portavoz de la FPAA, que tiene sede en Nogales, Arizona.
El grupo ha creado un sitio web, www.savemytomato.com, y publicó avisos en diarios de todo el país. El aviso presenta una presunta carta abierta al presidente Barack Obama de una niña a la que se llama Betty, que le pide: “Por favor, no permita que esa gente se lleve nuestros ricos tomates”.
Bloomberg