Hacia compras responsables en el sector público
Silvia Pardo spardo@larepublica.net | Miércoles 18 agosto, 2010
Verificación de productos sostenibles está entre los principales retos
Hacia compras responsables en el sector público
Cegesti asesora a las instituciones sobre cuáles productos son amigables con el ambiente
Cegesti, organización no gubernamental con 18 años de experiencia en impulsar desarrollo sostenible en Centroamérica, trabaja en un proyecto de sensibilización e información sobre cuáles productos cumplen con los objetivos ambientales, dirigido a instituciones públicas.
Esto ante la necesidad de ese sector de orientarse cada vez más al uso de productos responsables, no solo por la protección ambiental, sino también por la ley de gestión integral de residuos.
“El sector invierte miles de millones al año en materiales para realizar sus labores diarias y tiene un fuerte impacto ambiental. Lo asesoramos en las políticas de compras para que utilice productos certificados o verificados por laboratorios externos”, explicó Sylvia Aguilar, coordinadora de Ambiente y Desarrollo de Cegesti.
Esa entidad estableció la comunidad comprasresponsables.org, cuyo objetivo es lograr que más proveedores cambien hacia un modelo sustentable.
En esta página, se desarrollan capacidades e intercambian experiencias entre proveedores y compradores como el Instituto Costarricense de Electricidad y la Contraloría General de la República.
Esto incentiva la producción sostenible pues ofrece un directorio de proveedores verdes que permite que expongan la oferta de este tipo de productos y servicios, y a la vez impulsa a otros a involucrarse en iniciativas ambientales.
El proyecto está en proceso de expansión en instituciones públicas de Guatemala, El Salvador y Panamá.
El incremento de etiquetas verdes es una muestra de que los compradores pueden influenciar las prácticas de sus proveedores y minimizar el impacto de los productos en el ambiente.
Estas etiquetas se aplican para informar al consumidor consciente, pero existen muchas etiquetas exageradas que no siempre revelan la verdadera información del producto, por lo que es necesaria su verificación, afirma Aguilar.
La transición hacia productos verdes no es fácil, pues no siempre se puede comprobar si realmente son sustentables o cumplen con las características que prometen.
Más del 98% de los 2.219 productos analizados en Estados Unidos y Canadá fueron declarados de forma incorrecta, afirma un estudio de las organizaciones canadienses TerraChoice y EcoLogo realizado el año pasado.
En Costa Rica, la Dirección de Apoyo al Consumidor del Ministerio de Economía, Industria y Comercio se encarga de la protección de los consumidores, pero no verifica regularmente las etiquetas verdes de los productos en venta al considerarlo competencia del Ministerio de Salud.
La tendencia hacia mayor responsabilidad ambiental en las instituciones gubernamentales es mundial.
Por ejemplo la Comunidad Económica Europea plantea que los países que la integran deben tener consideraciones ambientales en al menos un 50% de sus compras para finales de este año. La compra verde es aquella en la que se consideran no solo los aspectos económicos o técnicos de los productos, servicios u obras que se han de contratar sino también sus aspectos ambientales.
Estos son tomados en cuenta en las compras de materiales y productos, en los procedimientos, en la ejecución de los contratos y en el comportamiento ambiental de los proveedores.
El siguiente paso de Cegesti es ir más allá y complementar las compras ambientales con aspectos sociales.
Silvia Pardo
spardo@larepublica.net
Hacia compras responsables en el sector público
Cegesti asesora a las instituciones sobre cuáles productos son amigables con el ambiente
Cegesti, organización no gubernamental con 18 años de experiencia en impulsar desarrollo sostenible en Centroamérica, trabaja en un proyecto de sensibilización e información sobre cuáles productos cumplen con los objetivos ambientales, dirigido a instituciones públicas.
Esto ante la necesidad de ese sector de orientarse cada vez más al uso de productos responsables, no solo por la protección ambiental, sino también por la ley de gestión integral de residuos.
“El sector invierte miles de millones al año en materiales para realizar sus labores diarias y tiene un fuerte impacto ambiental. Lo asesoramos en las políticas de compras para que utilice productos certificados o verificados por laboratorios externos”, explicó Sylvia Aguilar, coordinadora de Ambiente y Desarrollo de Cegesti.
Esa entidad estableció la comunidad comprasresponsables.org, cuyo objetivo es lograr que más proveedores cambien hacia un modelo sustentable.
En esta página, se desarrollan capacidades e intercambian experiencias entre proveedores y compradores como el Instituto Costarricense de Electricidad y la Contraloría General de la República.
Esto incentiva la producción sostenible pues ofrece un directorio de proveedores verdes que permite que expongan la oferta de este tipo de productos y servicios, y a la vez impulsa a otros a involucrarse en iniciativas ambientales.
El proyecto está en proceso de expansión en instituciones públicas de Guatemala, El Salvador y Panamá.
El incremento de etiquetas verdes es una muestra de que los compradores pueden influenciar las prácticas de sus proveedores y minimizar el impacto de los productos en el ambiente.
Estas etiquetas se aplican para informar al consumidor consciente, pero existen muchas etiquetas exageradas que no siempre revelan la verdadera información del producto, por lo que es necesaria su verificación, afirma Aguilar.
La transición hacia productos verdes no es fácil, pues no siempre se puede comprobar si realmente son sustentables o cumplen con las características que prometen.
Más del 98% de los 2.219 productos analizados en Estados Unidos y Canadá fueron declarados de forma incorrecta, afirma un estudio de las organizaciones canadienses TerraChoice y EcoLogo realizado el año pasado.
En Costa Rica, la Dirección de Apoyo al Consumidor del Ministerio de Economía, Industria y Comercio se encarga de la protección de los consumidores, pero no verifica regularmente las etiquetas verdes de los productos en venta al considerarlo competencia del Ministerio de Salud.
La tendencia hacia mayor responsabilidad ambiental en las instituciones gubernamentales es mundial.
Por ejemplo la Comunidad Económica Europea plantea que los países que la integran deben tener consideraciones ambientales en al menos un 50% de sus compras para finales de este año. La compra verde es aquella en la que se consideran no solo los aspectos económicos o técnicos de los productos, servicios u obras que se han de contratar sino también sus aspectos ambientales.
Estos son tomados en cuenta en las compras de materiales y productos, en los procedimientos, en la ejecución de los contratos y en el comportamiento ambiental de los proveedores.
El siguiente paso de Cegesti es ir más allá y complementar las compras ambientales con aspectos sociales.
Silvia Pardo
spardo@larepublica.net