“Héroe” tico de la Maratón de Boston la correrá por primera vez
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Jueves 12 abril, 2018
Para el costarricense Carlos Arredondo, los últimos cinco años, al llegar la mítica Maratón de Boston, se convirtieron en una vorágine de imágenes, aromas y sensaciones con solo pensar en el atentado que ocurrió la mañana del 15 de abril de 2013 en la calle Boylston.
Dos bombas artesanales presuntamente fabricadas por dos hermanos de origen checheno, Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev, explotaron cerca de la línea de meta, provocando cinco muertos y más de 250 heridos. {link1}
Tras la explosión, las miles de personas que acudieron al evento huyeron corriendo, pero esta vez por sus vidas.
Entre el tumulto, el terror y el llanto, el nacido en Barrio México, decidió mantenerse en el sitio y ayudar a las personas que sufrieron heridas.
De pronto, el tico observó en el piso a un joven, Jeff Baumann, quien perdió ambas piernas y de lo que quedaba de sus extremidades perdía una importante cantidad de sangre.
Con un pedazo de su suéter tomó al joven, le realizó un torniquete y lo llevó en silla de ruedas a una ambulancia.
De no ser por la acción del “héroe” tico, hubiese perdido su vida y sumado una muerte más al atentado.
Llegó a Estados Unidos como inmigrante ilegal, en busca del sueño americano y en su lugar tuvo una vida llena de eventos desafortunados y de tristeza.
En 2004 y 2011 fallecieron sus dos hijos: Alexander en un tiroteo en la guerra de Irak y Brian se quitó la vida, posteriormente.
Sin embargo, su amor por la Virgen de los Ángeles y su reconciliación con Dios le dieron las fuerzas para salir de su miseria y ayudar a otras personas por medio de su fundación.
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Tras cinco años del incidente, Carlos Arredondo correrá por primera vez la carrera que lo dio a conocer ante los ojos del mundo.
Correrá los 42 kilómetros el lunes 21 de abril para recaudar fondos para la “Arredondo Family Foundation”, una organización que creó con su esposa para ayudar a las familias con parientes en la milicia y prevenir los suicidios relacionados con las fuerzas armadas.
Arredondo es llamado “héroe” en Boston, condecorado por Barack Obama y equipos deportivos, aunque asegura que nunca salvó a Baumann por la fama, sino porque su instinto lo motivó a hacerlo.
Este año portará el número de inscripción 29518 en su pecho por primera vez y le dedicará la carrera al oficial Dennis “DJ” Simmonds, quinta víctima del atentado, quien falleció un año después del evento en la academia de policía al no recuperarse en su totalidad de las heridas.
ACCIÓN conversó vía telefónica con el costarricense para conocer en la intimidad los detalles del evento, su preparación de cara a la carrera y un poco de una novelesca vida que no para de escribir capítulos.
ENTREVISTA
Carlos Arredondo Piedra
Héroe Maratón de Boston 2013
1. Tras cinco años del atentado en esta maratón, ¿a qué se debe que la correrá por primera vez?
En realidad ya me había metido tres veces, pero sin número y sin permiso y la última vez me agarró la policía. Esta vez la organización les ofreció a los sobrevivientes y auxiliantes como yo una inscripción gratuita.
Recientemente declararon la quinta víctima del atentado, el oficial Dennis “DJ” Simmons, que en medio de la balacera lo golpeó una pieza de la bomba en la cabeza y sobrevivió, pero años después no se recuperó y murió.
Lo declararon una víctima y queremos reconocerlo, hablé con su mamá y me dejó dedicarle la carrera.
2. ¿Cómo se ha preparado para correrla? ¿Alguna vez había realizado actividad física?
Mejoré mi alimentación, pero sigo trabajando en ello. El lunes hice diez millas, caminando lo más rápido posible, pero tengo varias operaciones en el tobillo y pines. Voy a correr renco y con un hombro golpeado, pero como cualquier deportista si uno se cae hay que levantarse y no quiero perder esta oportunidad.
Aunque me dé un calambre me voy a sentar y esperar aunque sean 12 horas para completarlo, porque es un honor, y me están esperando en la meta.
Aunque tenga que dormir en la calle para llegar a la línea de meta lo voy a hacer.
Tengo 57 años y no cuento con la misma energía, ahora estoy más golpeado que jarro en asilo, pero igual voy con todo.
3. ¿Qué pasa por su mente cada vez que llega la maratón? ¿Sigue afectado por el hecho?
Ese día fue dramático, como toda tragedia. No olvido los sonidos, el olor, la agonía, el sonido de la segunda bomba explotando, la adrenalina del momento, como si tuviera un toro en frente y la conexión que tuve con la Virgencita de los Ángeles para salvarle la vida a aquel muchacho.
4. Cuando dejó Costa Rica, fue en busca del sueño americano, ¿lo está viviendo?
Todavía no, sigo peleando con diferentes grupos que quieren deshonorarme, especialmente con un sector de la policía que no me permite apoyar campañas, especialmente políticas. Hay un odio cuando me ven tirarme a las calles y no les gusta.
Aún no he completado el sueño americano.
5. ¿Qué tiene que suceder para cumplirlo?
Necesito mi libertad de expresión que me la han violado. Barack Obama nos reconoció a mí y a mi esposa por la fundación y lo único que quiero es representar a Costa Rica, velando por la paz y la justicia.
6. A pesar de estar tan cerca de tanta tragedia, ¿le teme a la muerte?
La he confrontado, pero he sobrevivido. En la noche tengo pesadillas con la muerte que me persigue. Pero estoy viviendo la vida y no le temo a la muerte.
Mis amigos y familia han sido lo mejor que he tenido y ellos son mi apoyo.
7. En entrevistas a medios internacionales dijo estar peleado con Dios, por tener tanta muerte en su entorno. ¿Sigue enojado o encontró reconciliación?
No. Eso fue una malacrianza que tenemos los seres humanos, por momentos sentimos que no está con nosotros, pero es un momento corto donde uno no se da cuenta de que somos malcriados.
Dios me dio la oportunidad de tener a mis hijos hasta cierta edad y él sabe por qué suceden las cosas.
8. Muchos ticos van a correr la maratón al igual que usted, ¿le gustaría ver la bandera tricolor en las calles?
Claro, quiero recibirlos, he visto ticos correrla y ojalá pasen a saludarme por favor.
Antes de la carrera daré una bendición en la iglesia y al terminar, ojalá lleguen muchos para conocerlos.