Hogares tendrían poco para gastar en 2023 por alto costo de vida, según expertos

El alza en las tasas de interés y el alto costo de la vida afectarán el consumo de los hogares y el poder adquisitivo durante el 2023, prevén varios expertos consultados por LA REPÚBLICA.

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Una serie de factores externos como la guerra entre Rusia y Ucrania, la recesión mundial y los cambios en las políticas monetarias mundiales, afectarán a una economía vulnerable y abierta a los vaivenes como la costarricense.

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Asimismo, la amenaza del aumento en el precio del barril de crudo a nivel internacional, afectaría el costo de las gasolinas en suelo nacional y con ello, se daría un efecto dominó en todos los bienes y servicios.

En ese sentido, controlar la inflación será uno de los principales dolores de cabeza del Banco Central que luchará por alcanzar la meta fijada de más o menos 3%, con pocas probabilidades de cumplirlo.

La encuesta realizada en diciembre, a varios agentes económicos hace pronosticar que la variación de los precios de los bienes y servicios llegará en diciembre del 2023 a 6%.

“Ante este porcentaje (que es superior a la meta del Banco Central), lo más recomendable para la gente es reducir el endeudamiento, ya que las tasas de interés seguirán subiendo, deben comparar los precios y hacer compras más inteligentes”, destacó Juan Pablo Arias, economista de la Bolsa Nacional de Valores.

La inflación bajó durante los últimos tres meses del año, principalmente por la reducción en el precio de las materias primas importadas y en el petróleo, pero la posibilidad de que se consolide una recesión mundial, como ya lo pronostica el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, amenaza este indicador.

Los productos que más subieron de precio son los combustibles, los bienes agrícolas, lácteos, huevos y las materias primas importadas que son los que más afectan a las familias más pobres.

El año pasado, el costo de la vida fue el más alto de los últimos 14 años, el precio de la

gasolina subió a ¢1 mil por litro y el tipo de cambio del dólar llegó a los ¢700, lo que golpeó el bolsillo de los hogares.

Además, las tasas de interés subieron a pasos de gigante y afectaron a los deudores tanto en dólares como en colones.

“Falta mucho tiempo para que la caída en la inflación repercuta en el rendimiento de los préstamos. La inflación está bajando, pero por ahora se mantiene elevada, la cual, junto con la débil actividad económica, seguirá ejerciendo presión sobre la capacidad de pago de la deuda de los individuos en el 2023”, aseguró Edoardo Calandro, Vice President-Senior Credit Officer de Moodys.