Holcim se solidariza con empleados
Silvia Pardo spardo@larepublica.net | Miércoles 08 junio, 2011
Proyecto sienta las bases del bienestar para 80 familias
Holcim se solidariza con empleados
Innovador modelo de responsabilidad social tiende una mano contra la pobreza
La empresa cementera Holcim ayuda a 80 colaboradores y sus familias a salir de situaciones de pobreza y obtener casa propia.
A partir de julio, comenzarán los movimientos de tierra de lo que será una comunidad social integrada por estos trabajadores y cinco empresas más, que contará con 60 unidades habitacionales en La Guácima de Alajuela.
Con estos proyectos, las compañías reciben a cambio mayor productividad, menor rotación de personal y mayor compromiso de sus colaboradores.
La iniciativa nació cuando Holcim identificó que 80 de los 1.060 empleados vivían en situación de pobreza extrema y que 30 de ellos habitaban en tugurios.
Unas 300 mil familias del país viven esta realidad, cuyo ingreso total no alcanza para comprar los alimentos básicos para todos sus miembros, indica el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Otras empresas como Femsa, Durman Esquivel, Baxter, Florida Bebidas y Grupo Taca han incorporado este tipo de planes.
El primer paso ocurrió en 2007, cuando por iniciativa de Holcim, 30 familias de sus trabajadores dejaron los tugurios que habitaban y fueron trasladadas a casas de alquiler, donde debían aprender a mantener una vivienda digna.
La empresa elaboró un taller de finanzas domésticas en el que las familias debían probar su capacidad de mantener por tres años una casa de alquiler y alcanzar un ahorro mínimo de ¢500 mil como prima para su nuevo hogar.
La compañía realizó una donación a la asociación solidarista para ayudar a los afiliados a refinanciar sus deudas y crear talleres para microempresarios.
“Nos dimos cuenta de que estas familias tenían un nivel de endeudamiento impresionante. Llama la atención la cantidad de empresas que prestan dinero a familias que no saben salir del círculo de la deuda. Muchos tenían dependientes discapacitados, niños o adultos mayores, y el 74% de nuestros trabajadores representaban el único ingreso que recibía la familia”, dijo Renée Lagos, directora de Desarrollo Humano y Responsabilidad Social Corporativa de Holcim.
“Salir de la situación de pobreza dependerá de la segunda generación, gracias a la educación. De allí que el programa también contempla becas del 100% para hijos e hijas de colaboradores de escasos recursos”, afirmó Lagos.
Para mantener el objetivo de cero pobreza extrema, Holcim actualiza cada dos años el estudio socioeconómico para asegurar la sostenibilidad del programa.
Silvia Pardo
spardo@larepublica.net
Holcim se solidariza con empleados
Innovador modelo de responsabilidad social tiende una mano contra la pobreza
La empresa cementera Holcim ayuda a 80 colaboradores y sus familias a salir de situaciones de pobreza y obtener casa propia.
A partir de julio, comenzarán los movimientos de tierra de lo que será una comunidad social integrada por estos trabajadores y cinco empresas más, que contará con 60 unidades habitacionales en La Guácima de Alajuela.
Con estos proyectos, las compañías reciben a cambio mayor productividad, menor rotación de personal y mayor compromiso de sus colaboradores.
La iniciativa nació cuando Holcim identificó que 80 de los 1.060 empleados vivían en situación de pobreza extrema y que 30 de ellos habitaban en tugurios.
Unas 300 mil familias del país viven esta realidad, cuyo ingreso total no alcanza para comprar los alimentos básicos para todos sus miembros, indica el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Otras empresas como Femsa, Durman Esquivel, Baxter, Florida Bebidas y Grupo Taca han incorporado este tipo de planes.
El primer paso ocurrió en 2007, cuando por iniciativa de Holcim, 30 familias de sus trabajadores dejaron los tugurios que habitaban y fueron trasladadas a casas de alquiler, donde debían aprender a mantener una vivienda digna.
La empresa elaboró un taller de finanzas domésticas en el que las familias debían probar su capacidad de mantener por tres años una casa de alquiler y alcanzar un ahorro mínimo de ¢500 mil como prima para su nuevo hogar.
La compañía realizó una donación a la asociación solidarista para ayudar a los afiliados a refinanciar sus deudas y crear talleres para microempresarios.
“Nos dimos cuenta de que estas familias tenían un nivel de endeudamiento impresionante. Llama la atención la cantidad de empresas que prestan dinero a familias que no saben salir del círculo de la deuda. Muchos tenían dependientes discapacitados, niños o adultos mayores, y el 74% de nuestros trabajadores representaban el único ingreso que recibía la familia”, dijo Renée Lagos, directora de Desarrollo Humano y Responsabilidad Social Corporativa de Holcim.
“Salir de la situación de pobreza dependerá de la segunda generación, gracias a la educación. De allí que el programa también contempla becas del 100% para hijos e hijas de colaboradores de escasos recursos”, afirmó Lagos.
Para mantener el objetivo de cero pobreza extrema, Holcim actualiza cada dos años el estudio socioeconómico para asegurar la sostenibilidad del programa.
Silvia Pardo
spardo@larepublica.net