Impostergable apoyo a las pymes

La mayoría de los costarricenses está de acuerdo en que las micro, pequeñas y medianas empresas, conocidas como mipymes, han sido baluartes de la economía nacional, pues generan empleo, son unidades productivas y herramientas indispensables para promover el desarrollo.

Debemos coincidir también en que este es un momento clave para realizar iniciativas de apoyo a los emprendimientos, pues el desempleo en el país afecta a casi 300 mil costarricenses. En ese sentido, el fortalecimiento de las mipymes es fundamental, pues aportan el 33,3% del empleo en Costa Rica, para un total de 344.390 trabajadores en el 2017; además, su aporte al PIB cerró con un 35,73% en ese mismo período.

En lo que aún hacen falta acuerdos y acciones es en la manera de apoyar a estos emprendimientos que, según los datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR), para el año 2017 representaron el 97,5% del parque empresarial a nivel nacional.

Es evidente que no basta solo con la asesoría y la incubación, sino que es necesario mejorar el acceso a las fuentes de financiamiento con tasas preferenciales y con planes de seguimiento que les ayuden convertir ese dinero en bienestar y riqueza.

¿Quién las financia en la actualidad? Según la III Encuesta Nacional de la micro, pequeña y mediana empresa en Costa Rica 2018, el 5,7% de las empresas que contestó el instrumento de medición indicó usar prestamistas informales, un 17,2% dijo usar bancos públicos y un 3,1% préstamos de otras empresas. Además, un 2,8% empleó las tarjetas de crédito, un 2,3% recurrió a cooperativas y un 2,3% a los fondos de Banca para el Desarrollo.

La barrera de la tramitología afecta el acceso a los créditos. Como lo revela el Banco Interamericano de Desarrollo, la aprobación de préstamos en Costa Rica dura cuatro veces más de lo que se toma en promedio en América Latina y el Caribe.

Tampoco se puede obviar que las pequeñas empresas en el país tienen dificultades para atender a tiempo sus deudas. De acuerdo con la Sugef, la mora mayor a 90 días creció en los primeros cinco meses de este año, si se compara con los datos del 2018, pues aumentó del 2.97% al 3.27%.

En ese sentido, presenté un proyecto de ley para usar 400 millones de colones de la Banca para el Desarrollo para ayudarles a nivelarse y, a partir de allí, mejorar sus índices productivos. De igual forma, es necesario proponer cambios en el régimen obrero-patronal de la CCSS, a fin de que las mipymes gocen de una estructura diferenciada y escalonada durante un período.

Favorecer el desarrollo de las pymes tendrá un fuerte impacto en un grupo de empresas que tienen un fuerte tejido social. Su fortalecimiento debe ser visto como una oportunidad para mejorar la economía, la competitividad y la recaudación. Por eso, es tiempo de tomar acuerdos y acciones.

Jonathan Prendas

Diputado

Nueva República