Impuesto territorial golpea sin discriminación
Ernesto Villalobos evillalobos@larepublica.net | Lunes 14 marzo, 2011
Complicaciones afectan a todos los dueños de inmuebles
Impuesto territorial golpea sin discriminación
Efectos podrían repercutir en intereses de capital foráneo
El impacto que está causando la nueva modalidad de tasación del Impuesto sobre los Bienes Inmuebles, trasciende el duro golpe a las tierras dedicadas al agro.
En forma similar a quienes cultivan la tierra, los dueños de propiedades en todo el país están viendo afectados sus intereses por el alza aplicada al valor de cada inmueble, a partir de la entrada en vigencia de la Nueva Plataforma de Valores por Zonas Homogéneas.
Tal y como lo ha señalado LA REPUBLICA, ese incremento de hasta 1.400% que dicta la ley vigente, no hace distinción entre parcelas o centros comerciales, ni tampoco entre bienes que pudieran haber sido heredados por familias sin recursos para encarar el volátil treponazo en los impuestos, por mencionar un caso.
Así, una finca de diez hectáreas localizada en San Isidro de Grecia, pasó de tener un valor registral de ¢1,5 millones, a ¢24,5 millones.
Con el alza, el impuesto que debe cancelar el propietario pasa de ¢3.750 por trimestre, a ¢61.206.
“Esa tasación es simplemente ruinosa; de mantenerse, están en riesgo, primero la producción de alimentos, y luego todo el sistema de bienes raíces del país. Debería darse la aplicación de un valor fiscal para la tasación de los impuestos y dejar a los movimientos del mercado, la definición del precio de venta. No estamos diciendo que no se cobren impuestos, pero que se haga moderadamente”, señaló Bernardino Chaves, presidente de la Cámara de Propietarios de Bienes Inmuebles.
Otro aspecto es el impacto que tendrá la pronunciada elevación del costo de las propiedades sobre el mercado inmobiliario.
“No se puede pretender tasar propiedades según su potencial venta, especialmente en un momento en que el mercado apenas está volviendo a reaccionar. El país tiene que enfocarse en tasar las propiedades de acuerdo al precio interno, no al precio internacional porque podría generarse una nueva ‘burbuja inmobiliaria’”, expresó Aleida Bonilla, presidenta de la Cámara Costarricense de Corredores de Bienes Raíces.
Tanto propietarios de los inmuebles como corredores de bienes raíces, coinciden en que si bien es importante que los productores de los alimentos en el país conozcan lo que realmente valen sus tierras, ello no debe confundirse con catapultar los precios de esos inmuebles a niveles impagables.
“Simplemente no debe emplearse un principio extranjero, para calcular los valores de las parcelas y fincas. Hay que tener mucho cuidado con el impacto que eso pueda traer al país”, advirtió finalmente Bonilla.
Este lunes se analizará un criterio legal, para considerar la aplicación del artículo 10 bis, de la ley que regula el impuesto en mención. Con esto, bien podría hacerse una distinción del valor de las propiedades, con base en su uso.
Ernesto Villalobos T.
evillalobos@larepublica.net
Impuesto territorial golpea sin discriminación
Efectos podrían repercutir en intereses de capital foráneo
El impacto que está causando la nueva modalidad de tasación del Impuesto sobre los Bienes Inmuebles, trasciende el duro golpe a las tierras dedicadas al agro.
En forma similar a quienes cultivan la tierra, los dueños de propiedades en todo el país están viendo afectados sus intereses por el alza aplicada al valor de cada inmueble, a partir de la entrada en vigencia de la Nueva Plataforma de Valores por Zonas Homogéneas.
Tal y como lo ha señalado LA REPUBLICA, ese incremento de hasta 1.400% que dicta la ley vigente, no hace distinción entre parcelas o centros comerciales, ni tampoco entre bienes que pudieran haber sido heredados por familias sin recursos para encarar el volátil treponazo en los impuestos, por mencionar un caso.
Así, una finca de diez hectáreas localizada en San Isidro de Grecia, pasó de tener un valor registral de ¢1,5 millones, a ¢24,5 millones.
Con el alza, el impuesto que debe cancelar el propietario pasa de ¢3.750 por trimestre, a ¢61.206.
“Esa tasación es simplemente ruinosa; de mantenerse, están en riesgo, primero la producción de alimentos, y luego todo el sistema de bienes raíces del país. Debería darse la aplicación de un valor fiscal para la tasación de los impuestos y dejar a los movimientos del mercado, la definición del precio de venta. No estamos diciendo que no se cobren impuestos, pero que se haga moderadamente”, señaló Bernardino Chaves, presidente de la Cámara de Propietarios de Bienes Inmuebles.
Otro aspecto es el impacto que tendrá la pronunciada elevación del costo de las propiedades sobre el mercado inmobiliario.
“No se puede pretender tasar propiedades según su potencial venta, especialmente en un momento en que el mercado apenas está volviendo a reaccionar. El país tiene que enfocarse en tasar las propiedades de acuerdo al precio interno, no al precio internacional porque podría generarse una nueva ‘burbuja inmobiliaria’”, expresó Aleida Bonilla, presidenta de la Cámara Costarricense de Corredores de Bienes Raíces.
Tanto propietarios de los inmuebles como corredores de bienes raíces, coinciden en que si bien es importante que los productores de los alimentos en el país conozcan lo que realmente valen sus tierras, ello no debe confundirse con catapultar los precios de esos inmuebles a niveles impagables.
“Simplemente no debe emplearse un principio extranjero, para calcular los valores de las parcelas y fincas. Hay que tener mucho cuidado con el impacto que eso pueda traer al país”, advirtió finalmente Bonilla.
Este lunes se analizará un criterio legal, para considerar la aplicación del artículo 10 bis, de la ley que regula el impuesto en mención. Con esto, bien podría hacerse una distinción del valor de las propiedades, con base en su uso.
Ernesto Villalobos T.
evillalobos@larepublica.net