Impuestos verdes y desarrollo económico
Priscilla Piedra redaccion@larepublica.net | Lunes 02 octubre, 2023
Priscilla Piedra
Socia de Impuestos y Servicios Legales
Deloitte Costa Rica
La política fiscal suele ser un reflejo del modelo de desarrollo económico de cada país, y como tal, los impuestos son una herramienta importante para promover la sostenibilidad y reducir los impactos negativos en el medio ambiente.
Tradicionalmente, se han implementado los denominados impuestos verdes como una herramienta fiscal enfocada en desincentivar el uso de los recursos naturales, también para gravar actividades o productos que generan un impacto negativo en el medio ambiente, o bien, para aumentar el costo de estas actividades a fin de reducir su demanda.
Una de las características de los impuestos verdes es que no tienen un objetivo recaudatorio, incluso se ha acuñado la frase “el mejor impuesto verde es el que recauda cero”, ya que su principal función es regulatoria y ambiental.
Hay que tomar en cuenta, que como todo, estas iniciativas también tienen desventajas y en particular se ha señalado que los impuestos ambientales que están enfocados en desincentivar el consumo, se convierten en regresivos al afectar de forma desproporcionada a los hogares con menores ingresos, los cuales suelen destinar una mayor proporción de su presupuesto a bienes y servicios que generan un impacto ambiental negativo.
Por esta razón, las últimas tendencias se han enfocado en no aumentar los costos de las empresas o en impactar el consumo de los bienes y servicios, sino que más bien ahora buscan generar incentivos para que las empresas cambien sus formas de producción o realicen actividades que hagan sus operaciones más amigables con el ambiente.
Estas nuevas tendencias buscan fomentar el uso de tecnologías más limpias y eficientes, el uso de energías renovables, la gestión responsable del agua y de los residuos, la implementación de prácticas de diseño y la producción sostenible mediante acciones sencillas como: el reconocimiento de las inversiones que se realizan como un gasto deducible del impuesto sobre la renta, reducción o eliminación de impuestos a la importación y, en algunos casos, exoneraciones concretas a bienes y servicios.
Hoy en día en Costa Rica existe una mezcla de este tipo de políticas fiscales, por ejemplo, la Ley de regulación del uso racional de la energía exonera de los impuestos a la importación y del impuesto sobre el valor agregado (IVA) a una serie de bienes que son energéticamente eficientes como: paneles solares, calentadores de agua solares y luminarias eficientes. Entretanto, la Ley de incentivos y promoción para el transporte eléctrico (N° 9.518) también otorga beneficios fiscales a los vehículos eléctricos.
También existe el impuesto único a los combustibles el cual destina un porcentaje al Fondo Nacional de Financiamiento Forestal. Además, en el pasado se ha discutido la posibilidad de gravar con impuestos algunos productos que se consideran contaminantes.
Lo cierto es que la fiscalidad verde toma cada día mayor importancia en el mundo, no obstante, sí es importante que las medidas que se propongan a nivel tributario se diseñen cuidadosamente para lograr, sobre todo, un equilibrio entre los objetivos ambientales y económicos.