Indecisión propicia más contaminación
Ernesto Villalobos evillalobos@larepublica.net | Lunes 14 febrero, 2011
Porcentaje de carros viejos en franca escalada, dispara emisiones venenosas
Indecisión propicia más contaminación
Medidas para disminuir gases, entre ellas modificación de aranceles, entrarían en vigencia hasta en 2015
Decisiones que parecieran fáciles de tomar, y que son conocidas por el efecto positivo que tendrían en la calidad del aire, duermen el sueño de los justos.
Aunque se sabe que un automotor con más de 15 años de antigüedad contamina un 20% más que uno nuevo, la última década ha visto incrementar exponencialmente el número de los modelos más viejos.
En los últimos diez años, la cantidad de vehículos modelo 1993 o inferior ha crecido al menos un 15% más que los modelos recientes, y esto ha pasado la factura. Esa realidad la evidencian los resultados del Primer Inventario de Emisiones para la Gran Area Metropolitana.
El aire que respiramos contiene toneladas de partículas venenosas para el organismo, que emanan con mayor frecuencia y en mayor cantidad de motores con más uso, gracias a que no existen medidas que limiten el modelo de los automotores importados, ni tampoco incentivos para sustituir los más viejos que ya están aquí, por otros más eficientes.
Mientras tanto, las medidas para contrarrestar esa realidad siguen en discusión.
“En una comisión de varios ministerios, se estudia la regulación de ingreso de vehículos de antigüedad igual o mayor a los 15 años. Es un paquete que contempla —entre otras cosas— la reducción de aranceles a los carros limpios; hay que considerar lo que esta rebaja de impuestos significaría a los recursos del Estado”, afirmó Andrei Bourrouet, viceministro de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones.
Pero si bien existen propuestas, mucho se duda de la voluntad política para respaldar tales iniciativas.
Aunque las investigaciones han probado que los vehículos 1993 o anteriores emiten el 62% de los gases orgánicos reactivos y el 42% de los óxidos de nitrógeno, ambas sustancias relacionadas con la aparición de enfermedades crónicas, e incluso cáncer, ya durante dos administraciones (Rodríguez Echeverría y Pacheco de la Espriella), se promovieron iniciativas para gravar los carros más viejos, las cuales hoy no son más que recuerdos.
“La idea es tener conclusiones aplicables antes de que termine este año, para promoverlas y que estén vigentes en uno o dos años. Mientras tanto, apoyamos lo que se está haciendo a través de medidas como la restricción vial, para evitar que todos los vehículos salgan a las calles”, sentenció Bourrouet.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net
Indecisión propicia más contaminación
Medidas para disminuir gases, entre ellas modificación de aranceles, entrarían en vigencia hasta en 2015
Decisiones que parecieran fáciles de tomar, y que son conocidas por el efecto positivo que tendrían en la calidad del aire, duermen el sueño de los justos.
Aunque se sabe que un automotor con más de 15 años de antigüedad contamina un 20% más que uno nuevo, la última década ha visto incrementar exponencialmente el número de los modelos más viejos.
En los últimos diez años, la cantidad de vehículos modelo 1993 o inferior ha crecido al menos un 15% más que los modelos recientes, y esto ha pasado la factura. Esa realidad la evidencian los resultados del Primer Inventario de Emisiones para la Gran Area Metropolitana.
El aire que respiramos contiene toneladas de partículas venenosas para el organismo, que emanan con mayor frecuencia y en mayor cantidad de motores con más uso, gracias a que no existen medidas que limiten el modelo de los automotores importados, ni tampoco incentivos para sustituir los más viejos que ya están aquí, por otros más eficientes.
Mientras tanto, las medidas para contrarrestar esa realidad siguen en discusión.
“En una comisión de varios ministerios, se estudia la regulación de ingreso de vehículos de antigüedad igual o mayor a los 15 años. Es un paquete que contempla —entre otras cosas— la reducción de aranceles a los carros limpios; hay que considerar lo que esta rebaja de impuestos significaría a los recursos del Estado”, afirmó Andrei Bourrouet, viceministro de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones.
Pero si bien existen propuestas, mucho se duda de la voluntad política para respaldar tales iniciativas.
Aunque las investigaciones han probado que los vehículos 1993 o anteriores emiten el 62% de los gases orgánicos reactivos y el 42% de los óxidos de nitrógeno, ambas sustancias relacionadas con la aparición de enfermedades crónicas, e incluso cáncer, ya durante dos administraciones (Rodríguez Echeverría y Pacheco de la Espriella), se promovieron iniciativas para gravar los carros más viejos, las cuales hoy no son más que recuerdos.
“La idea es tener conclusiones aplicables antes de que termine este año, para promoverlas y que estén vigentes en uno o dos años. Mientras tanto, apoyamos lo que se está haciendo a través de medidas como la restricción vial, para evitar que todos los vehículos salgan a las calles”, sentenció Bourrouet.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net