Industria experimenta freno
Oscar Rodriguez orodriguez@larepublica.net | Lunes 25 julio, 2011
Sector creció 0,1% en primer semestre
Industria experimenta freno
Crédito a empresas cae por tercer año y producir es más caro
La industria manufacturera está frenada. De motor del país pasó a ser uno de los sectores rezagados de la economía en el primer semestre del año.
Además el crédito que la banca le otorga cayó por tercer año consecutivo.
Las expectativas empresariales de mejorar no son optimistas, ni en generación de empleo que aún está por debajo de 2008.
La alta inflación del sector es uno de los obstáculos que tiene para acelerar su actividad. Producir es cada vez más caro para las compañías.
La producción de las empresas tuvo una desaceleración, pues apenas creció un 0,1% en los primeros seis meses del año. Mientras que en el mismo periodo de 2010 lo hizo en un 7%.
El año pasado la actividad de la industria había crecido tras un primer semestre en 2009 para olvidar en que la contracción fue de un 9,7% a raíz de la crisis económica mundial.
La nueva bajada es atribuida a la caída en las ventas de los componentes electrónicos y los microprocesadores.
Durante los primeros cinco meses de 2011, las exportaciones de estos productos tecnológicos decrecieron un 12,5%, comparado con el año anterior.
Si bien el efecto es atribuido a la baja en las ventas principalmente de Intel, la caída hubiera sido más profunda de no ser por el aporte del resto del sector industrial.
Destaca la manufacturación de productos farmacéuticos, productos de plástico, objetos de papel y cartón, bebidas no alcohólicas y aguas gaseosas.
El pronóstico es que al cerrar 2011 la situación del sector tienda a mejorar y que su producción crezca un 3,9%, espera el Banco Central.
Sin embargo, la expectativa de las compañías no es halagüeña para el aumento de sus ventas durante el resto del año.
Un 50% de los empresarios considera que el comportamiento de su producción no cambiará, muestra una encuesta de la Universidad de Costa Rica.
El acceso al crédito es fundamental para mejorar la actividad, pero a mayo se cumplieron tres años consecutivos en que el dinero prestado a las empresas fue menor.
En el último año decreció un 5,5%. Las pequeñas y medianas empresas nacionales son las que más problemas tienen con el financiamiento.
No es así en el caso de las multinacionales que pueden recibir una inyección de capital desde el exterior.
La repercusión en la caída del crédito sería a nivel de producción y empleo, pues sin dinero las compañías tendrían menos posibilidad de producir y de contratar personas.
Además, la industria manufacturera no espera contratar trabajadores. Un 70% de los empresarios dice que mantendrán su planilla igual, según un estudio de la Cámara de Industrias.
El empleo del sector está aún por debajo de 2008 cuando la recesión global destruyó muchos de sus puestos de trabajo.
Actualmente cuenta con 141 mil trabajadores, 2 mil menos que hace tres años.
Para las empresas industriales el costo por fabricar un producto fue dos veces más caro que para cualquier otra compañía, durante el primer semestre.
La razón es que la inflación interanual del sector a mayo fue de un 11,09%, mientras que a nivel nacional llegó a un 5,18%.
El detonante para que esto ocurra es la subida de los precios de los insumos para la producción que son adquiridos en el extranjero.
El alza internacional en alimentos ocurre a raíz de la bajada en la producción mundial por factores climáticos y los hidrocarburos debido a las tensiones en Oriente Medio y el Norte de Africa.
Esto hace a los productores tener que destinar más recursos para la compra de sus materias primas.
El alza en los precios afecta los costos de producción de las empresas y muchas aún enfrentan contracción, estancamiento o escaso dinamismo porque no han superado la crisis, explica Pedro Morales, de la Cámara de Industrias.
El efecto inflacionario todavía no ha sido trasladado al consumidor final debido a la mayor competencia interna y a la reducción del dinamismo de la economía, que impiden subir los precios de los productos.
La influencia externa es la más perjudicial. Hay insumos básicos cuyos precios crecieron de manera desproporcionada como maíz, soya y trigo, dice Mario Montero, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria.
Uno de los aspectos que más inquietan al sector industrial para su actividad es el costo de la energía eléctrica.
Tanto empresas grandes, como pequeñas y medianas establecieron este factor como su principal problema.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net
Industria experimenta freno
Crédito a empresas cae por tercer año y producir es más caro
La industria manufacturera está frenada. De motor del país pasó a ser uno de los sectores rezagados de la economía en el primer semestre del año.
Además el crédito que la banca le otorga cayó por tercer año consecutivo.
Las expectativas empresariales de mejorar no son optimistas, ni en generación de empleo que aún está por debajo de 2008.
La alta inflación del sector es uno de los obstáculos que tiene para acelerar su actividad. Producir es cada vez más caro para las compañías.
La producción de las empresas tuvo una desaceleración, pues apenas creció un 0,1% en los primeros seis meses del año. Mientras que en el mismo periodo de 2010 lo hizo en un 7%.
El año pasado la actividad de la industria había crecido tras un primer semestre en 2009 para olvidar en que la contracción fue de un 9,7% a raíz de la crisis económica mundial.
La nueva bajada es atribuida a la caída en las ventas de los componentes electrónicos y los microprocesadores.
Durante los primeros cinco meses de 2011, las exportaciones de estos productos tecnológicos decrecieron un 12,5%, comparado con el año anterior.
Si bien el efecto es atribuido a la baja en las ventas principalmente de Intel, la caída hubiera sido más profunda de no ser por el aporte del resto del sector industrial.
Destaca la manufacturación de productos farmacéuticos, productos de plástico, objetos de papel y cartón, bebidas no alcohólicas y aguas gaseosas.
El pronóstico es que al cerrar 2011 la situación del sector tienda a mejorar y que su producción crezca un 3,9%, espera el Banco Central.
Sin embargo, la expectativa de las compañías no es halagüeña para el aumento de sus ventas durante el resto del año.
Un 50% de los empresarios considera que el comportamiento de su producción no cambiará, muestra una encuesta de la Universidad de Costa Rica.
El acceso al crédito es fundamental para mejorar la actividad, pero a mayo se cumplieron tres años consecutivos en que el dinero prestado a las empresas fue menor.
En el último año decreció un 5,5%. Las pequeñas y medianas empresas nacionales son las que más problemas tienen con el financiamiento.
No es así en el caso de las multinacionales que pueden recibir una inyección de capital desde el exterior.
La repercusión en la caída del crédito sería a nivel de producción y empleo, pues sin dinero las compañías tendrían menos posibilidad de producir y de contratar personas.
Además, la industria manufacturera no espera contratar trabajadores. Un 70% de los empresarios dice que mantendrán su planilla igual, según un estudio de la Cámara de Industrias.
El empleo del sector está aún por debajo de 2008 cuando la recesión global destruyó muchos de sus puestos de trabajo.
Actualmente cuenta con 141 mil trabajadores, 2 mil menos que hace tres años.
Para las empresas industriales el costo por fabricar un producto fue dos veces más caro que para cualquier otra compañía, durante el primer semestre.
La razón es que la inflación interanual del sector a mayo fue de un 11,09%, mientras que a nivel nacional llegó a un 5,18%.
El detonante para que esto ocurra es la subida de los precios de los insumos para la producción que son adquiridos en el extranjero.
El alza internacional en alimentos ocurre a raíz de la bajada en la producción mundial por factores climáticos y los hidrocarburos debido a las tensiones en Oriente Medio y el Norte de Africa.
Esto hace a los productores tener que destinar más recursos para la compra de sus materias primas.
El alza en los precios afecta los costos de producción de las empresas y muchas aún enfrentan contracción, estancamiento o escaso dinamismo porque no han superado la crisis, explica Pedro Morales, de la Cámara de Industrias.
El efecto inflacionario todavía no ha sido trasladado al consumidor final debido a la mayor competencia interna y a la reducción del dinamismo de la economía, que impiden subir los precios de los productos.
La influencia externa es la más perjudicial. Hay insumos básicos cuyos precios crecieron de manera desproporcionada como maíz, soya y trigo, dice Mario Montero, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria.
Uno de los aspectos que más inquietan al sector industrial para su actividad es el costo de la energía eléctrica.
Tanto empresas grandes, como pequeñas y medianas establecieron este factor como su principal problema.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net