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Inflación frenó fuerte en diciembre

Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Miércoles 07 enero, 2009




Hubo deflación, fenómeno considerado extraño
Inflación frenó fuerte en diciembre

• Variación acumulada cerró en 2008 con un 13,9%

Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net

El incremento de los precios tuvo un frenazo en diciembre, principalmente por la rebaja en la gasolina, el gas licuado y el diésel.
El valor de los vehículos y el precio de algunos alimentos como el tomate, también influyeron en la caída de los precios.
En diciembre más bien se registró el fenómeno denominado deflación, pues el Indice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación negativa de los precios del 0,42%. Es decir, en promedio los precios bajaron más de lo que subieron.
Es la primera vez en varios años que en un mes de diciembre se da una reducción de los precios y fue la primera vez en 2008 en que se registró este fenómeno, indicó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Inec).
La inflación es medida por una canasta de consumo formada por 292 bienes y servicios. En diciembre el 62% de ellos aumentó de precio, el 28% presentó una disminución y el restante 10% se mantuvo sin variaciones.
El valor de los alimentos siguió representando el mayor peso de los aumentos de precios.
La inflación acumulada presentó un crecimiento interanual del 13,9% en 2008 lo que implica un 3,09% por encima de lo reportado en 2007.
Sin embargo, el indicador fue menor que el proyectado por el Banco Central en el programa macroeconómico, que tras su revisión en julio se calculó en un 14,2%.
El Banco Central proyectó en julio pasado que la inflación en 2009 sería del 9%, en vez del 6% que había previsto con anterioridad.
La inflación fue la principal variable modificada que contiene la revisión del Programa Macroeconómico de 2008. Este programa será replanteado en su totalidad este mes por la Autoridad Monetaria.
“La fuerte contracción del precio del petróleo, así como la desaceleración de la actividad económica podrían ayudar a reducir las presiones inflacionarias en los próximos meses”, explicaron analistas de Aldesa. Además, la disminución de las Reservas Monetarias Internacionales (RMI) tiene como efecto la reducción de la cantidad de colones que circulan en la economía, lo cual a su vez podría traducirse en una menor presión al alza sobre los precios, señalaron.
Lo que vemos es un descenso de los precios del petróleo, alimentos, granos básicos, de acuerdo con el IPC, dijo Isaac Castro, analista de Interbolsa.
Esas reducciones hacen probable que se pueda cumplir la meta del 9% de inflación del Banco Central para este año, indicó.
La deflación registrada en diciembre, respecto a noviembre, hace pensar a juicio del experto que otra variable importante, las tasas de interés, perderán el atractivo de seguir subiendo. “Al ceder la inflación, en cualquier momento las tasas de interés se volverán reales positivas, lo que debería traer tranquilidad a los deudores de los bancos”, señaló.
Ello por cuanto la tasa básica pasiva a la cual están referenciados los créditos, dejará de subir.
“Las condiciones monetarias y crediticias restrictivas que se han venido observando desde finales de 2008; el ajuste hacia arriba en el nivel de las tasas de interés internas, que empezó en abril del año pasado; la desaceleración de la actividad económica interna y la sensible baja en el precio de materias primas y bienes intermedios importados, incluyendo el petróleo y sus derivados, son todos elementos que van a contribuir a que siga mermando la presión inflacionaria”, dijo Alberto Franco, economista.
En este contexto, espera que la atención de las autoridades en este nuevo año, se va a concentrar menos en el tema inflacionario y más en cómo minimizar los impactos sobre el empleo, la pobreza y el crecimiento económico, que se derivarán de los problemas financieros internacionales y de la recesión en el mundo desarrollado.
Otros analistas, mientras tanto, no esperaban una caída tan drástica de la inflación. Entre ellos Luis Javier Delgado, del Grupo Financiero Acobo, quien apuesta a una inflación de entre un 9% y un 10,5% este año.
Aunque coincide en que las tasas de interés dejarían de crecer por la inflación advierte, sin embargo, que hay otros factores que incentivarían su subida, como la posibilidad de los bancos del Estado de prestar más, gracias a la capitalización de que han sido objeto. “Estos tienen un incentivo para captar más por lo que podrían mover al alza los tipos de interés”, señaló.
Otro elemento que eventualmente podría generar presión al alza en el índice de precios al consumidor sería una mayor depreciación del colón, dijeron analistas de Aldesa.







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