Informalidad y subempleo se mantienen altos
Rodrigo Díaz rdiaz@larepublica.net | Viernes 22 agosto, 2014
Conforman un 42% de la fuerza laboral
Informalidad y subempleo se mantienen altos
Disminuir tasas impositivas y pagos de seguro social ayudaría a mejorar indicador
Los asalariados informales, es decir, aquellas personas que no están inscritas en la seguridad social o trabajadores por cuenta propia que no cotizan y que tienen empresas que no están inscritas componen un 42% del empleo total.
Políticas que contribuyan a bajar las cargas sociales, pagar menos impuestos y reducir los trámites para formalizar los negocios de pequeños empresarios, podrían ayudar a bajar la informalidad.
La tasa de desempleo mostró una mejoría con respecto a 2013. Sin embargo, esa recuperación parece sostenerse con empleos informales, que crecieron a un mayor ritmo que las tasas de ocupación.
Mientras la ocupación total creció entre el primer trimestre de 2012 y el cuarto trimestre de 2013 en un 4%, la cantidad de personas ocupadas con empleos informales se incrementó un 22%, y los empleos formales cayeron un 8%, estimó el INEC.
Muchos empleados informales trabajan en pequeñas y medianas empresas, que tienen pocos recursos para hacer frente a las obligaciones como cargas sociales y pagos de impuestos.
Algunos de estos pequeños empresarios son personas que en algún momento estuvieron desempleadas y que con pocos recursos echaron a andar sus negocios. Sin capital suficiente, se les dificulta pagar salarios competitivos y más aún formalizar a sus trabajadores.
La informalidad en Costa Rica sigue siendo menor al resto de los países centroamericanos, pero ha tenido un fuerte crecimiento en los últimos años. En 2010, poco más de la tercera parte de la población tenía un empleo en el que su patrono no le pagaba el seguro ni las demás cargas laborales. Ahora, cuatro de cada diez trabajadores están en esa condición.
La informalidad es un problema para las empresas formales, pues consideran que se da una competencia desleal ya que estas últimas no pagan impuestos ni aseguran a sus trabajadores, por lo que pueden vender a costos más bajos.
Por otra parte, con menos trabajadores formales hay menos recursos para la seguridad social, y estos no están ahorrando para su pensión, lo que creará un problema cuando lleguen a la tercera edad.
“La informalidad está generando competencia desleal porque tiene costos menores, ya que no contribuye con el bienestar del Estado ni el seguro social. La mitad de las empresas con uno a cinco empleados no reportan a sus trabajadores en el seguro, y lo más grave es que esta gente no tiene algún respaldo si se enferma o cualquier problema que tenga”, opinó Francisco Llobet, presidente de la Cámara de Comercio.
Rodrigo Díaz
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