Intel Costa Rica enriquece programas de voluntariado con habilidades de sus colaboradores

El robusto programa de voluntariado que ofrece la empresa Intel Costa Rica logró adaptarse a los cambios generados con la llegada de la Covid-19 al país, continuando con su labor de Responsabilidad Social.

Ante este escenario, se generaron 29 proyectos basados en las habilidades de sus colaboradores y las necesidades de las comunidades, alcanzando a un gran número de personas y apostando, además, en muchos casos a la modalidad virtual, uno de los mayores retos que trajo la pandemia.

Un ejemplo de ellos son los talleres gratuitos impartidos por voluntarios del Centro de Innovación, con el objetivo de incentivar e involucrar a los estudiantes en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas (STEAM por sus siglas en inglés).

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“Hemos buscado nuevas formas de desarrollar nuestros programas de voluntariado. Sabemos que promover más vocaciones en estas áreas es un gran reto que tiene Costa Rica de cara a la revolución tecnológica en la que estamos, que generará más fuentes de empleo en el futuro y que hará necesario contar con personal altamente capacitado”, dijo Timothy Scott Hall, Gerente de Asuntos Gubernamentales y Relaciones Públicas de Intel Costa Rica.

Otra iniciativa bajo la misma dirección fue la capacitación a padres, profesores y orientadores, con el objetivo de ampliar el impacto sobre el tema, al ser los principales influenciadores de los menores, eliminar mitos e impulsarlos a generar nuevas oportunidades.

Otro de los proyectos de suma importancia, en el que los voluntarios de la empresa ya han aportado más de 1000 horas de trabajo, es el desarrollado de modelos matemáticos y estadísticos de orden predictivo en el manejo de la crisis por la Covid-19. Abarcan información estadística general, tal como la predicción de la curva del número de casos totales y del número de casos confirmados para todo el país, así como modelos más granulares, que permitan estimar la afectación por región geográfica, grupo etario, sexo, y otros grupos poblacionales de interés. En esta iniciativa participan profesionales de diferentes perfiles de Intel Costa Rica en conjunto con un equipo interdisciplinario de profesionales de la Caja Costarricense de Seguro Social.

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La respuesta de los colaboradores ha sido muy positiva ante los nuevos retos, incluso han generado ideas que se suman a las planteadas por la corporación, entre ellas realizar compras en línea a vecinos en condición de riesgo que no pueden salir de sus casas; así como elaborar equipo de protección personal.

Uno de los proyectos tradicionales de la temporada navideña, también se adaptó a la nueva normalidad, se trata de “Árbol de Ángeles”, a través del cual se donan juguetes a niños de zonas vulnerables del país y que debido a la logística tuvo que replantearse.

“Estuvimos a punto de cancelarlo, pero hicimos una campaña de compras en línea y un plan de logística para, sin salir de casa, ayudar a estas personas y ya hemos logrado reunir 500 regalos”, comentó Scott.