Inteligencia artificial estará al alcance de todos en mundo real
Bloomberg | Viernes 15 abril, 2016
Las aplicaciones de la inteligencia artificial en el mundo real están apareciendo en lugares inesperados —y mucho antes de lo que creemos.
Pese a lo impresionante que es ganar una partida de Go, la inteligencia de las máquinas también está evolucionando al punto de poder ser utilizada por más gente para hacer más cosas.
Fue así como cuatro ingenieros con un conocimiento casi nulo del japonés pudieron crear en apenas unos meses software capaz de descifrar letra manuscrita en ese idioma.
Los programadores de Reactive imaginaron una aplicación que reconoce el japonés garabateado con una exactitud del 98,66%.
La empresa emergente creada hace 18 meses en Tokio forma parte de una comunidad global creciente de programadores e inversores que están dominando la capacidad de las redes neurales para llevar la IA a fines mucho más prácticos que responder preguntas de cultura general o ganar juegos de mesa.
“Hasta hace unos años, había que ser un genio para hacer esto”, dijo David Malkin, que tiene un doctorado en aprendizaje con máquinas pero que apenas puede construir dos oraciones en japonés.
“Ahora uno puede ser un tipo razonablemente inteligente y hacer cosas útiles. De aquí en adelante, la idea será usar la imaginación para aplicar esto a situaciones de actividades comerciales reales”.
La inteligencia artificial fue en su momento un campo exclusivo de Google, Facebook y otros líderes de la tecnología.
Ahora, cualquier empresa emergente dedicada al aprendizaje profundo puede acceder a plataformas en la nube, en tanto Microsoft, Nvidia y Amazon venden IA como un servicio público.
La tecnología de Reactive demuestra que hasta equipos pequeños pueden concebir aplicaciones complejas con pocos conocimientos y experiencia en un área determinada.
Lo difícil es quizá pensar cómo ganar dinero. Para eso, Reactive tiene pensado ayudar a las escuelas japonesas a calificar monografías –un ejercicio prosaico que podría resultar toda una innovación en un país donde los exámenes todavía se escriben a mano.
Malkin y sus colegas, Joe Bullard, Philippe Remy y Philip Irri, que entre todos tienen dos maestrías y un doctorado, están avanzando rápidamente.