Invertir en descarbonización es una opción para recuperar economía y empleo tras la Covid-19

La recuperación económica de Costa Rica podría apalancarse de una inversión de $4.850 millones en negocios verdes, según un estudio encargado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Y es que la descarbonización es una apuesta que no solo potenciaría la imagen verde de Costa Rica ante el mundo, atrayendo turistas deseosos de disfrutar las bellezas naturales del país, sino que también generaría empleos, negocios y encadenamientos productivos.

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Un tren eléctrico, el fomento de los autos eléctricos, la transformación de la flota vehicular pública con opciones amigables, la amplitud del programa de servicios ambientales, beneficios para los proyectos eco turísticos y otras inversiones ecoamigables, ayudarían a conseguir la ansiada meta.

La investigación – que le da seguimiento al Plan Nacional de Descarbonización del Presidente Carlos Alvarado - simuló tres niveles de inversión en una economía verde entre 2021 y 2025, con un monto mínimo de $4.850 millones, uno intermedio de $6.200 millones y el máximo de $8.300 millones.

En relación con el empleo, el estudio revela que si se realizan estas inversiones, al cuarto año el empleo sería mayor de lo que habría sido sin la llegada de la Covid-19.

Asimismo, cinco años de inversión anularían el efecto de la Covid-19 sobre el empleo; e incluso el nivel más alto de inversión aumentaría el empleo en un 1,4% en comparación con un escenario sin pandemia y 3% en comparación con un escenario con pandemia.

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“La crisis climática y la pandemia nos obligan a buscar transformaciones profundas. El divorcio de la economía del petróleo es impostergable y debe tener en cuenta a las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad. Ante los cambios estructurales, debemos trazar rutas inclusivas que aseguren acciones compensatorias”, dijo José Vicente Troya, Representante Residente del PNUD.

Mientras que invertir en descarbonización reduciría la pérdida de valor agregado debido a la Covid-19 en los primeros años y aumentaría hasta el cuarto.

Y aunque los efectos de la descarbonización no serían los mismos en todos los sectores de la economía, en los mayores escenarios de colocación de recursos se aumentaría el empleo en todos los sectores, con respecto al que se habría producido sin la inversión.

El efecto más significativo se observa en el sector de la construcción, que podría experimentar un aumento del empleo de entre el 7,3% y el 13,3%.

El comercio, las reparaciones y los servicios profesionales y administrativos también experimentarían un aumento del empleo entre el 1,97% y el 3,24%.

Uno de los datos importantes de este estudio, es que en los tres escenarios de inversiones, la reducción de la desigualdad de género en el mercado laboral es muy ligera, por lo que la descarbonización por sí sola no ajustaría la brecha de género.

“El estudio evidencia que invertir en la descarbonización es el camino para seguir. Pero también nos insiste en que el país debe aplicar políticas adicionales para facilitar la contratación y formación de grupos vulnerables, como personas trabajadoras con menor calificación, grupos étnicos minoritarios y mujeres”, dijo Rolando Castro, ministro de Ambiente y Energía.

La pandemia de la Covid-19 afectó más el empleo de las mujeres, por lo que resolver esta brecha de género llevará más de cinco años y requerirá de más políticas públicas para evidenciar cambios positivos.