Jack Johnson surfeó entre el corazón de sus fans
Jeffry Garza jeffrygarza.asesor@larepublica.net | Lunes 11 noviembre, 2019 08:22 a. m.
Aunque el concierto no era en la playa sino en Parque Viva, las melodías de Jack Johnson llevaron entre olas a sus seguidores, quienes quedaron hipnotizados con los sonidos de Hawái y amores presentes y pasados del artista.
La velada comenzó poco después de la hora pactada, a las 7.40 p.m. con la interpretación del sencillo “If I Had Eyes”, de su cuarto álbum de estudio.
Johnson salió en camiseta, jeans y sandalias, casi tan relajado como sus canciones.
El artista repasó éxitos de todos sus discos de estudio. Richard Blaser/La República
Tres canciones después, sacó de la manga uno de sus mayores éxitos, “Sitting, Waiting, Wishing”, antes de hacer una pausa para comparar su natal Hawái con Costa Rica.
El músico aquí hizo una pausa para reflexionar sobre la contaminación por plástico en las playas, para dar paso a “Sunsets for Somebody Else”, sencillo de su disco más reciente, lanzado en 2017.
La noche siguió con éxitos como “Flake”, “You and Your Heart” y “Go On”, canciones que servirían de transición entre el folk y el trop rock característico del artista.
Con guitarra eléctrica Johnson interpretó “Upside Down” famosa por dar vida a la banda sonora de la película de “Jorge El Curioso”, así como “Badfish” de Sublime, un cover común en los conciertos del cantante hawaiano.
Johnson compartió bastante con el pública durante sus interpretaciones. Richard Blaser/La República
Posteriormente, se dio quizá el momento más jocoso de la noche, cuando un espectador lanzó al cantante una lata de cerveza para su disfrute, aunque al abrirla no salió como esperaba: esta terminó siendo un géiser que lo mojó a él y su guitarra.
Este episodio sirvió de preámbulo para “Inaudible Melodies”, la primera canción del primer disco del cantante.
Johnson recorrió su show con varios instrumentos, pero quizá el más terapéutico fue el ukelele que sacó para interpretar “Breakdown”, una canción que el mismo artista describió como “un sentimiento de no querer irse de un lugar”.
“Es lo que siento ahora mismo en Costa Rica”, bromeó el intérprete.
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El momento cúspide de la noche llegó con el acordeón, en manos de Zach Gill, pianista de la banda, pues sirvió para interpretar “Belle”, un poema recitado en portugués, italiano, español, inglés y francés, aderezado ayer con un poco de “tico”.
Seguido a “Belle”, vino “Banana Pancakes”, que parecía un clásico nacional entre tanta voz inspirada cantándola.
El artista cerró con “Shot Reverse Shot” y “Mudfootball” la primera parte del concierto a eso de las 9.15 p.m., para luego regresar sin su banda y empezar un solo acústico, ante el clamor de los presentes.
En esta parte deleitó con “Times Like These”, “Gone” y “Willie Got Me Stoned And Took Away All My Money”.
A modo de improvisación, continuó con la que fue la segunda canción que aprendió en guitarra: “A Pirate” de Jimmy Buffet; no sin antes aclarar que la primera fue “One”, de Metallica, de la cual nos dejó algunos acordes.
El hawaiano luego interpretó “Angel”, dedicada a su esposa, para luego cerrar con la canción más esperada de la velada y no menos romántica que su predecesora: “Better Together”.
La noche terminó bajo el tono acústico de esta canción, que sirvió para iluminar parejas besándose bajo las luces de plástico reciclado que Johnson recolectó en las playas y que trajo consigo al concierto.