Johnny Araya: Una derrota presidencial en 2026 pondría en duda el futuro del PLN

Las elecciones del 2026 representan para el Partido Liberación Nacional (PLN) un punto de inflexión para su futuro, de acuerdo con Johnny Araya, excandidato y exalcalde por ese partido.

De hecho, el PLN se juega el seguir siendo el partido más grande de Costa Rica y, peor aún, parte de su supervivencia.

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Es por ello que las alianzas con sectores y partidos deben impulsarse, sobre todo cuando la democracia y sus instituciones están siendo atacadas por el oficialismo, asevera Araya.

El próximo candidato debe ser una persona con cara fresca, que genere empatía y que reconecte con sectores como el agro, el cooperativismo y los educadores, entre otros, a la vez que sea una persona sin cuestionamiento alguno.

Liberación lleva 3 derrotas electorales al hilo, a la vez que en la escena municipal ha cedido mucho terreno. ¿Qué tan importante es la próxima elección presidencial para el PLN?

Es evidente que para Liberación Nacional el próximo proceso electoral y su resultado son de vital importancia.

Recordemos que el partido ya suma tres derrotas consecutivas y una cuarta derrota sería un acontecimiento que pondría muy en duda el futuro del partido.

Es por ello que Liberación Nacional tiene que hacer un esfuerzo por escoger una figura, ya sea hombre o mujer, que tenga liderazgo, que sea una cara fresca, que pueda conectar con el electorado costarricense y que tenga empatía.

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Liberación Nacional no tiene que basar su fortaleza en los logros del pasado, sino que debe ser capaz de hacer una propuesta o un conjunto de propuestas sobre la grave situación que está viviendo Costa Rica en diferentes campos, algunos de ellos con situaciones muy dramáticas como la inseguridad, la penetración del narcotráfico y el aumento de la desigualdad, ya que hoy en día somos uno de los países más desiguales de América Latina.

El planteamiento tiene que ser realista y pragmático ante la realidad que está viviendo el país.

¿Se puede decir que el PLN se juega la supervivencia o al menos su vigencia política como un partido grande?

No hay duda de que Liberación se juega mucho en esta elección del 2026, incluso su futuro como partido grande de Costa Rica.

El PLN tiene que hacer los mayores esfuerzos por ganar este proceso electoral y volver a ganarse la confianza de muchos sectores, como los agricultores, los educadores y el sector público, por citar algunos, y así volver a ganar; de lo contrario, pienso que Liberación dejaría de ser lo que históricamente ha venido siendo, como por ejemplo el partido más importante y más grande que ha tenido Costa Rica.

Tomando en consideración el estilo de hacer política del presidente Rodrigo Chaves y el respaldo popular que señalan las encuestas a su favor y sus actitudes supuestamente autoritarias, ¿se puede concluir que las elecciones del 2026 son las más importantes en mucho tiempo?

Yo considero que el país está viviendo en este momento una situación de amenaza a la institucionalidad democrática y a la democracia en sí misma.

Costa Rica está viendo una situación de inestabilidad total de esa institucionalidad democrática que peligra y nunca ha perdido tanto desde el 48 para acá, como en este momento, y me parece que, evidentemente, las elecciones del 2026 deberían marcar un cambio importante para que el país de nuevo retome una conducción política que sea capaz de respetar la institucionalidad del país y de volver a creer en nuestras instituciones democráticas.

El país está urgido de un cambio como nunca antes.

¿Cómo lograr que el PLN sea fuerza mayoritaria y, más importante aún, que llegado el momento de una segunda ronda, la gente no salga a votar en contra del PLN como ha pasado anteriormente?

Depende de varios factores.

Vuelvo a insistir, por ejemplo, en tener la sabiduría y la inteligencia para escoger a un candidato que amplíe la base social de apoyo y que recobre la confianza de sectores sociales que se han distanciado del partido.

También, ojalá, alcanzar posibles alianzas políticas con otras fuerzas, entendiendo que en este momento la prioridad que tiene Costa Rica es defender la institucionalidad democrática.

Las alianzas no deben descartarse, sino, por el contrario, se deben promover en función de la defensa de la institucionalidad democrática del país, pero también, sobre todo, alianzas con sectores sociales como el sector agropecuario, los educadores y el cooperativismo.