Julio Castilla, es un apasionado del tenis
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Martes 28 abril, 2020
Don Gastón Kogan, fue el primer presidente del comité organizador de la Copa del Café, cuya primera edición se jugó en 1965.
Punto vital para el éxito del torneo, era “firmar” a los mejores talentos del tenis mundial juvenil, que en diciembre jugaban en Miami, el Orange Bowl.
Pues bien, el señor Kogan decidió viajar a Miami, pero en lugar de hacerlo con un compañero de la dirigencia, invitó al entrenador de tenis del Country Club, Manuel “Neno” Jiménez a que lo acompañara.
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El empresario se unía con el modesto tenista de Escazú, quien como la mayoría de entrenadores de ese club, se había iniciado como junta bolas.
En el Country Club, la familia tenística es solo una; no se hacen distinciones entre ricos y pobres, ni se miden cunas ni dólares.
Los hijos de los socios son muchachos humildes, valiosos, repletos de valores que vienen de familias maravillosas.
La pasión por el tenis nos llevó a dar cobertura a la Copa del Café por más de 40 ediciones y gracias a ese evento de arraigo mundial, tuvimos el privilegio de conocer en la dirigencia y en la competencia a personas de una cultura y de una estirpe excepcional.
Quisiera nombrar a todas ellas, pero al citar solo a una, ésta representa fielmente a todas las demás.
No recuerdo el año, pero en la tradicional conferencia de prensa de la Copa, todo un suceso periodístico, no sé si fue Ricardo Kriebel Jr., Ricardo Mendieta o Kenneth Thome, quien presentó como nuevo integrante del Comité Organizador al joven Julio Castilla, quien iba a revolucionar la competencia con el ingreso a la “era tecnológica”.
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Ese mediodía le estrechamos la mano al hoy presidente de la Cámara de Comercio del país, un joven carismático y espectacular, puro talento y bajo perfil, que le dio a la Copa el nuevo rostro de la tecnología a flor de piel.
“Julito” -y que se me perdone el abuso de confianza-, metió a la Copa del Café a la era digital, todo cambió y todo se modernizó, lógicamente con la colaboración de otros dirigentes jóvenes de la época.
Pero igual, los hijos de Carlitos Mora, el hoy director de tenis del Country, leyenda de la Copa de la que fue junta bolas, jugador, entrenador y juez, compiten, juegan y se divierten con los hijos de Kenneth, de Julio, de Nano Brenes, Darío Fallas o Jurgen Nanne.
La familia tenística del Country Club es un ejemplo de respeto, valores y humildad y Julio Castilla, forjado en ella, la representa a plena cabalidad.
gpandolfo@larepublica.net
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