Logo La República

Viernes, 20 de septiembre de 2024



FORO DE LECTORES


La cuestión política en Costa Rica. Historia

Alberto Salom Echeverría albertolsalom@gmail.com | Martes 31 agosto, 2021

Alberto salom

(Primera entrega)

La política es muy dinámica, cambia mucho más de lo que la mayoría de nosotros nos damos cuenta. Su dinamismo, puede variar según las circunstancias. Puede haber por ejemplo, periodos largos de relativa estabilidad económica nacional o internacional, en los que la variabilidad de los condicionantes de la actividad política es mínima.

Fue el caso de Costa Rica durante el periodo de la llamada segunda República, entre 1949 y 2002. Claro que, durante ese largo lapso que abarca unos 53 años, no todo lo ocurrido en la arena política fue idéntico; por lo que cabe hablar de subperiodos, dentro de esa larga y relativa estabilidad en el orden político. Esta semana voy a tratar únicamente rasgos vinculados a lo que he denominado primer subperiodo. Vamos al grano.

1- Distingo claramente un primer subperiodo que va de 1953 a 1978, caracterizado por la existencia prolongada de un bipartidismo “impuro”, ya que no siempre fueron dos únicos partidos políticos los que se disputaron el poder ejecutivo. Adicionalmente, se debe tener presente que en las elecciones legislativas y municipales otros partidos sin raigambre nacional elegían diputados y regidores. Entre los casos más resonados en este lapso, se encuentran las representaciones de la izquierda tradicional (Partido Vanguardia Popular), y la del Partido Agrícola Cartaginés, cuyo líder fue Juan Guillermo Brenes Castillo, oriundo de Cervantes de Cartago.

Otro rasgo, de este subperiodo, es que hubo un claro predominio de uno de ellos en el conjunto del aparato del estado. El Partido Liberación Nacional (PLN), nacido en 1951, con cierta influencia de una moderada y heterodoxa socialdemocracia, ganaba el poder ejecutivo alternándoselo con su oponente cada cuatro años, producto de la elección ciudadana. Empero, estableció una preponderancia en el poder legislativo, el cual, en contraposición a lo ocurrido en las elecciones para presidente y vicepresidentes, hegemonizó ininterrumpidamente hasta las elecciones de 1978. En estas elecciones, Liberación Nacional, saldría derrotado frente a una coalición con acento socialcristiano de naturaleza conservadora, liderada por el ex liberacionista Rodrigo Carazo Odio, quien le arrebató por primera vez desde las elecciones de 1953, tanto el poder ejecutivo como el legislativo.

En adición, agrego que, merced al control ejercido en estos años por el PLN en el poder legislativo, sus diputados nombraron a la mayoría de los magistrados del poder judicial. Esto, en modo alguno se tradujo en una manipulación de este partido político sobre los magistrados, debido al hecho de que Costa Rica, desde 1948 ha contado con una alta independencia del poder judicial, respecto del poder político, con algunas pocas excepciones.

Agrego que la peculiaridad ya señalada aquí de este subperiodo se refuerza por el hecho de que Liberación Nacional tendió a predominar también en los poderes locales o municipales, como lo pondremos en evidencia en breve.

La coalición dominante agrupada en el PLN, consistió en una amalgama entre un empresariado emergente, con inversiones fundamentalmente en la industria, una mayoría de profesionales y universitarios, así como otros sectores provenientes de capas medias de la población, tanto de zona urbana como rural, de campesinos propietarios y un sector de clase trabajadora, aunque este último, de una manera más difusa, porque su oponente que tenía, entre otras, tradición calderonista y republicana contaba allí con fuerte ascendiente.

En esta otra amalgama de fuerzas se agrupaban predominantemente un empresariado más asentado en las actividades agroexportadoras tradicionales, las cuales, con frecuencia debido al clientelismo acendrado de la política costarricense, irradiaban a su vez, su influjo sobre los jornaleros y trabajadores que laboraban para ellos. Esta amalgama, atraía además sectores más tradicionalistas de las capas medias y de los profesionales y universitarios, en abierta disputa con la coalición dominante.

Debo hacer un señalamiento antes de proseguir, que creo indispensable. No entiendo estos bloques como compartimentos cerrados, puesto que la alternabilidad en el ejecutivo que operó con una sola excepción en este subperiodo provocó migraciones frecuentes de sectores sociales de una coalición a la otra, derivado principalmente del desgaste que produce el ejercicio del poder. De ahí que, la influencia de uno u otro partido sobre los distintos sectores sociales debe entenderse más como una tendencia inestable de dominio y nunca absoluta.

De hecho, la alternabilidad en el poder ejecutivo se interrumpió momentáneamente, por primera vez desde 1953, en las elecciones de 1974; en las cuales quedó electo por simple mayoría de votos el Lic. Daniel Oduber Quirós, sobre su principal contendor (pero no el único), el Dr. Fernando Trejos Escalante, a la sazón candidato del Partido Unificación Nacional. El Lic. Oduber sucedió al presidente José Figueres Ferrer. Sería la primera vez, desde las elecciones de 1953, que se interrumpió la alternabilidad en el poder ejecutivo entre las dos principales coaliciones de fuerzas políticas.

Hasta 1978 o quizás hasta 1982, las diferencias políticas entre ambos bloques dominantes no carecieron de importancia. El Partido Liberación Nacional, hereda una buena parte de la dirigencia que conformó el Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales, nacido en 1940, fue conformado por estudiantes universitarios de la época y profesionales, influidos por el pensamiento del economista británico, John M. Keynes. Keynes fue protagonista en la coyuntura de la crisis mundial capitalista de 1929-30, en la que formuló propuestas para superar la monumental crisis, mediante el intervencionismo del estado, con el objeto de controlar el liberalismo del mercado que, “librado de la mano de Dios”, conducía -y conduce todavía- irremediablemente a la concentración del poder económico y político. Pero en esencia, buscaron, adecentar la política frente a la corrupción, la eficiencia del Estado mediante el uso de la técnica, el perfeccionamiento de la democracia, el “ordenamiento” de la moral política, de la vida económica, de la cultura y del pensamiento republicano y democrático. Entre ellos destacaron: Rodrigo Facio, Daniel Oduber, Jorge Rossi, Gonzalo Facio, Fabián Dobles, Alfonso Trejos, Eloy Morúa, Isaac Felipe Azofeifa, Alberto Cañas, Carlos Monge, Rodrigo Madrigal. También recibe como corriente a otro sector proveniente del Partido Demócrata de León Cortés, como José Figueres y Francisco Orlich; quienes a su vez crearon Acción Democrática (emanado del mismo Partido Demócrata). Además de José Figueres, Francisco Orlich, concurrió el economista Alberto Martén Chavarría. Otras influencias en el PLN provinieron de corrientes asentadas en una tradición socialista moderada, y en una mezcla ecléctica del pensamiento socialcristiano, por medio este último, del Pbro. Benjamín Núñez Vargas.

El otro bloque o coalición, emana curiosamente de una extraña alianza entre fuerzas que fueron contendoras en la década de los años cuarenta, a saber, las provenientes del partido Unión Nacional, cuyo líder fue Otilio Ulate Blanco, el cual había tenido conexiones más bien con los jóvenes del Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales y con el mismo José Figueres Ferrer. Otra influencia originaria fue la del Partido Republicano bajo el liderazgo de Rafael A. Calderón Guardia. Ambos expresidentes, Calderón y Ulate, volvieron a coincidir como contendores, cada uno por su lado, en las elecciones de 1962, frente a Francisco J. Orlich, de donde salieron derrotados por amplio margen de votos. Sin embargo, se aliaron para las elecciones de 1966, y fundaron el Partido Unificación Nacional de tendencia dominante conservadora, con alguna raigambre en la doctrina social de la Iglesia Católica. En estas elecciones de 1966, su alianza produjo el triunfo electoral del Prof. José J. Trejos Fernández, pero sin lograr arrebatarle al PLN la mayoría de los diputados a la Asamblea Legislativa. (Continuaré).









© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.