La cuestión política en Costa Rica. Historia
Alberto Salom Echeverría albertolsalom@gmail.com | Martes 09 noviembre, 2021
Dr. Alberto Salom Echeverría
albertolsalom@gmail.com
(Décima entrega)
En el artículo anterior, dejé un esbozo de la enorme polarización política que se produjo en Costa Rica, desde el año 2006, que tuvo como protagonistas al PLN por una parte y al PAC por otra. Dije que ello había sido consecuencia principalmente de las diferentes visiones de ambos partidos con respecto al TLC. Hoy intentaré caracterizar desde adentro, al Parito Acción Ciudadana, porque estuve en sus filas.
El PAC entró a la política costarricense con una agenda amplia y grande, que en lo fundamental consistía en provocar una nueva reforma de la democracia costarricense, profunda pero pacífica. No todo en esa agenda estuvo delimitado desde el primer momento, sino que se fue construyendo y enriqueciendo conforme el PAC ganó espacios en la política y se fue nutriendo a la vez con personalidades provenientes de diferentes corrientes de la política. Lo digo de una vez, me encuentro entre una de estas corrientes, ya que me integré al PAC con toda lealtad, defendiendo siempre su programa. En el año 2014, me retiré de la militancia por razones que no voy a señalar aquí. Por eso, no pretendo pasar por un “observador externo”, soy por ende lo que se llama en ciencias sociales, un “observador participante”.
En efecto, su base partidaria ha sido y es diversa. Advierto de antemano que, no obstante lo anterior, entre los puntos programáticos más relevantes de la propuesta del PAC, está el tema de la lucha contra el calentamiento global; la vocación ambientalista y por un desarrollo sostenible con la Naturaleza y los ecosistemas ha sido sin duda una de las aspiraciones que desde el inicio han compartido todos los sectores que han ingresado al PAC y ha permanecido por ello, como un tema constante en las dos administraciones de gobierno de esta organización. Un vasto sector, seguramente la gran mayoría, estuvo conformado por electorado nuevo, especialmente jóvenes de ambos sexos, que traían consigo una agenda fresca, que se mezcló bien, una parte de ella con las primeras elaboraciones del PAC, fincada especialmente en el ámbito de la lucha por los derechos humanos, verbigracia: rechazo a la violencia contra las mujeres, toda la temática de los derechos que le asisten a las personas con discapacidad, la defensa de los derechos de las minorías, afrodescendientes, población aborigen, y también lo concerniente con la lucha por derechos sexuales y reproductivos. Debo puntualizar que, alrededor de este último punto anotado, sí se presentaron algunas discrepancias a lo interno del PAC. La lista de nombres que podría citar entre esta corriente es larga, pero voy a mencionar a guisa de ejemplo, algunas personalidades, a riesgo de cometer serios errores de omisión, sobre todo dada la distancia en el tiempo de mi militancia, que llegó hasta 2014. Entresaco al actual presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada y la vicepresidente Epsy Campbell. Capítulo aparte merecen los jóvenes, talentosos y honradísimos, plagados de las mejores intenciones, como los asesores Camilo Saldarriaga y Randall Otárola, Mariano Salas, Rebeca Sandí, Ann Mckinley, Ariel Romero, Marcela Ávila, Eduardo Solano, Támara Gómez, Oscar Jiménez, María Devandas, Bernal Bolaños, Ana Karen Cortés, Víctor Barrantes, Jimena Jaen. Hay muchos más con iguales o mejores atestados, pero hube de hacer una verdadera acrobacia, al seleccionar un pequeño, pero representativo grupo de ellos. Todo partido que nace con un verdadero proyecto democrático de transformación produce (excúsenme el giro literario, pero para mí cierto) sus heroínas y héroes epónimos; son aquellas personas que a lo largo de la historia servirán de modelo de toda la corriente que ese partido político llegó a representar y fue capaz de agrupar en torno suyo. Pues bien, esa pléyade de jóvenes son algunas de esas singularidades del PAC.
Un contingente muy importante, migró al PAC desde las filas de Liberación Nacional, seguramente atraídos por la misma proveniencia del principal fundador Ottón Solís; aunque también contribuyó a ello la presencia de Alberto Cañas Escalante (q.p.d.), Margarita Penón y otras personalidades de gran calado que participaron, unas como fundadoras, como el caso de Elizabeth Fonseca, otras que se sumaron después, como el propio expresidente Luis Guillermo Solís, el Dr. Guido Miranda (q.p.d), Juan Manuel Villasuso, o Felisa Cuevas. Otro sector se acercó más bien proveniente de las filas del PUSC, especialmente en la coyuntura del 2006; en este caso sirvieron de imán prestigiosos dirigentes que contribuyeron en la fundación del PAC, como Hernán Fonseca (q.p.d) y Rodrigo Alberto Carazo; también imantaron a los costarricenses deseosos de un cambio, otros líderes representativos de los socialcristianos que, poco después se sumaron con convicción a esta misma causa; es el caso de Víctor Morales Mora, Gloria Valerín y Hernán Solano. La caída en picada del prestigio del PUSC tras la acusación penal de los dos más connotados dirigentes, los expresidentes Calderón Fournier y Rodríguez Echeverría, fue un factor clave para que se produjera esa migración y reubicación de socialcristianos en las filas del PAC.
Una tercera fuente, de raigambre democrática que se integró al PAC, provino de las filas de la izquierda. A esta corriente pertenece quien suscribe estas líneas, que provenía del Partido Socialista Costarricense (PSC que, tanto jurídica como políticamente había dejado de existir después de las elecciones de 1986). Otro caso connotado, procedente del socialismo costarricense lo constituye el de la ex ministra de justicia del expresidente Solís Rivera, la Lic. Cecilia Sánchez Romero. Por otra parte, dentro de esta misma corriente; también ingresó Adalberto Fonseca, y tiempo después la propia Gloria Valerín, ya citada como EXPUSC, pero ambos fueron inicialmente militantes del histórico partido de la izquierda costarricense, Vanguardia Popular o Partido Comunista de Costa Rica. Dejo constancia, como es harto conocido, pero no es para nada ocioso señalarlo que, este fue el partido que fundó Manuel Mora Valverde, hoy benemérito de la Patria, junto con los abogados Luis Carballo y Jaime Cerdas, la gran escritora y Benemérita de la Cultura Nacional, María Isabel Carvajal, mejor conocida como Carmen Lyra, así como por el escritor Carlos Luis Fallas, conocido como Calufa, también designado por la Asamblea Legislativa Benemérito de la Patria en 1977. Todos ingresamos al PAC y aportamos nuestra experiencia (poca o mucha), animados por nuestras convicciones, pero, insisto, abrazamos el programa del PAC con lealtad; puedo decir incluso que algunos ayudamos a profundizarlo.
¿Cómo fue posible que esta alquimia tan diversa, se transmutara en un solo enjambre por expresarlo de esta manera? Si se piensa bien, no es algo tan insólito; en la vida social misma, el origen de cualquier organización se compone siempre de elementos diversos que se juntan, o se entreveran a partir de una dialéctica de confrontación, para dar lugar a un nuevo componente a partir de lo diverso. La propia filosofía clásica, una vez que se abandona el pensamiento “monista”, que abogaba por la indivisibilidad de la materia, por tanto, inmutable, viva y eterna, en contraposición reconoce que la vida y la materia surgen de diversos componentes que se conjugan como fuego, aire, agua, y tierra, los cuales habrían sido los elementos que estuvieron en el origen del universo; tal como lo afirma Platón (Cfr, Timeo. 31 b-32 b). Aristóteles recoge esta tradición del pluralismo, la diversidad y la expresa en el origen de la vida como una lucha de contrarios, al afirmar que: “La Discordia y el Amor siguen luchando entre sí.”
No obstante, quizás no sea necesario penetrar en estas “honduras” para demostrar que en el PAC componentes diversos, y si se quiere en otros momentos antagonistas, se aliaron, por una parte, para enfrentar a un “enemigo” común, pues se entendía que, ambas paralelas históricas (Liberación y la Unidad), producto del agotamiento de sus respectivos modelos, comenzaron a poner en práctica dinámicas dominantes, que eran disolventes de la institucionalidad democrática. Me explico, los partidos tradicionales empezaron a torpedear desde adentro esta institucionalidad, con el fin último de liberar recursos para posibilitar una reproducción a escala ampliada de las ganancias en los círculos empresariales cúpula y en los emergentes sectores financieros. Tomaron esa ruta, so pretexto de combatir la burocracia, la ineficacia y duplicidad que radica en el aparato estatal, en lugar de buscar una reforma democrática de esta institucionalidad frente a estos males endémicos, pero conservando su esencia. Conste, sé que no todos los miembros de esos partidos compartían esa estrategia. Es más, en el caso del PLN, creo que no era ni siquiera la mayoría, pero sí los que tenían el poder político. Por otro lado, la base de la unidad de los diversos componentes dentro del PAC, no radicó exclusivamente en el enfrentamiento del “enemigo” común, como se ha dicho, sino que se avanzó todavía más buscando un planteamiento programático compartido que sustentase una estrategia gubernamental de largo aliento, incluyente, sostenible con la Naturaleza, los ecosistemas y el ambiente, que a la vez permitiera enfrentar la corrupción y la ineficacia del aparato estatal sin que esto conllevara a su vulneración y desmantelamiento.
Insisto, cuando el PAC gana por primera vez el gobierno con Luis Gmo. Solís, esta era poco más o menos la situación política. El PAC acometía una postura de reforma radical democrática del Estado y sus instituciones, frente a quienes buscaban su reducción (“downsizing”) o desmantelamiento.
Pero, había que moverse con mucho sigilo, puesto que:
1. El PLN y el empequeñecido PUSC, ahora junto al Movimiento Libertario y otras minorías como los partidos cristianos, le habían dejado al PAC el campo minado; como probaré en breve.
2. Aunque el PAC bajo el liderazgo de Luis Guillermo Solís, obtuvo en 2014, en la segunda ronda de las elecciones (“balotaje”) una contundente victoria, más de un millón trescientos mil votos (algo nunca visto), solamente había alcanzado 14 diputados a la Asamblea Legislativa, electos en la primera ronda electoral. Con eso exclusivamente, era muy difícil concretar las amplias aspiraciones que se habían explicitado ante el electorado. Hacía falta diseñar una correcta política de alianzas con los sectores democráticos de la Asamblea Legislativa.
Observemos los siguientes datos del Banco Central, publicado el 12 de setiembre del 2016 por el periodista Gerado Ruiz: El titular es claro, dice así: “Arias, Chinchilla y Solís triplicaron la deuda del Gobierno Central.” Pero enseguida, en el subtítulo puntualiza lo verdaderamente real: “Los mayores crecimientos se dieron en el 2010, 2012 y el 2014.” Debe tenerse presente que, en el 2014, Luis Gmo. y su equipo, asumen el gobierno hasta mayo 2014, por lo que casi la mitad del año la ejecución del presupuesto correspondió al gobierno de la presidente Laura Chinchilla y la otra parte del gasto había sido propuesta por esa administración y fue aprobada en la Asamblea Legislativa, en octubre-noviembre 2013.
Ya en el texto, el periodista afirma, de acuerdo siempre con los datos del Banco Central lo siguiente: “Desde el 2006, primer año del segundo gobierno de Arias -cuando el déficit fiscal era un 4% del producto interno bruto (PIB)-, la deuda del Gobierno Central pasó de 3,9 billones de colones a 13.4 billones de colones, año en que se estima que el déficit cerrará en 6%.” El periodista Ruiz, también señala que las variaciones porcentuales más importantes que experimentó la deuda se dieron en 2010, año en el que creció un 21.7% respecto del 2009; en el 2012, el aumento fue de un 25% con respecto al 2011, y en el 2014 creció un 18% en comparación con el 2013.
Asimismo, se citan entre los rubros más importantes responsables de haber influido en el aumento de la deuda, la emisión de deuda en el exterior y el monto de los aumentos salariales. (Continuará).