La estrategia de Michelle Obama
Carmen Juncos cjuncos@larepublica.net | Lunes 22 junio, 2009
Con Sumo
La estrategia de Michelle Obama
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Michelle Obama parece haber iniciado un plan que podría basarse en que más vale el ejemplo que mil palabras. Creó una huerta en la casa de gobierno, junto con niños escolares que ahora, luego de unos dos meses, se reunieron de nuevo con ella para recoger los frutos de la siembra.
Es probable que para esos niños el sabor de los vegetales haya adquirido un lugar de privilegio en su paladar, luego de la extraordinaria experiencia de sembrarlos, cosecharlos y cocinarlos junto con Michelle Obama y un chef en la cocina de la Casa Blanca. Eso puede haber impactado para siempre su inteligencia ecológica, para llamarla con el nombre que le da Daniel Goleman, autor del libro “Inteligencia ecológica”.
Goleman, autor también del tomo que lo hizo famoso, “Inteligencia emocional”, afirma que mientras la gente vivía en las granjas en contacto con la tierra, había una memoria ecológica que pasaba de generación en generación. Con la inmigración a las ciudades, ese conocimiento se perdió y también el contacto directo con los ciclos de la naturaleza, lo que nos impide ver las consecuencias de nuestros actos.
Goleman dice que existe una página en Internet que evalúa hasta 70 mil productos por su impacto ecológico, www.goodguide.com, para informarnos sobre aquello que hemos olvidado y que nos unía con el origen de los productos que consumimos para alimentarnos.
Así, y leyendo su libro, según este autor, la gente no consumirá productos nocivos a la salud y al planeta por lo que productores y comercializadores deberán cambiar también la oferta.
La estrategia de Michelle Obama
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Michelle Obama parece haber iniciado un plan que podría basarse en que más vale el ejemplo que mil palabras. Creó una huerta en la casa de gobierno, junto con niños escolares que ahora, luego de unos dos meses, se reunieron de nuevo con ella para recoger los frutos de la siembra.
Es probable que para esos niños el sabor de los vegetales haya adquirido un lugar de privilegio en su paladar, luego de la extraordinaria experiencia de sembrarlos, cosecharlos y cocinarlos junto con Michelle Obama y un chef en la cocina de la Casa Blanca. Eso puede haber impactado para siempre su inteligencia ecológica, para llamarla con el nombre que le da Daniel Goleman, autor del libro “Inteligencia ecológica”.
Goleman, autor también del tomo que lo hizo famoso, “Inteligencia emocional”, afirma que mientras la gente vivía en las granjas en contacto con la tierra, había una memoria ecológica que pasaba de generación en generación. Con la inmigración a las ciudades, ese conocimiento se perdió y también el contacto directo con los ciclos de la naturaleza, lo que nos impide ver las consecuencias de nuestros actos.
Goleman dice que existe una página en Internet que evalúa hasta 70 mil productos por su impacto ecológico, www.goodguide.com, para informarnos sobre aquello que hemos olvidado y que nos unía con el origen de los productos que consumimos para alimentarnos.
Así, y leyendo su libro, según este autor, la gente no consumirá productos nocivos a la salud y al planeta por lo que productores y comercializadores deberán cambiar también la oferta.