Logo La República

Miércoles, 23 de abril de 2025



FORO DE LECTORES


La guerra contra las distracciones: cómo recuperar el control de tu atención

María Isabel Guzmán S. info@mindflowonline.com | Lunes 21 abril, 2025


María Isabel Guzman


Vivimos en un entorno completamente diseñado para distraernos. Desde las notificaciones del whatsapp hasta las ventanas emergentes en la computadora, pasando por mensajes, chats, reuniones y alertas de todo tipo, la atención se ha convertido en uno de los recursos más codiciados del mundo actual. Por eso se habla hoy de la "economía de la atención": captar unos segundos de nuestro enfoque es un objetivo estratégico para marcas, plataformas y contenidos.

Todo esto parece inofensivo y hasta muy obvio, pero está deteriorando enormemente nuestra capacidad de concentrarnos sin que a veces lo notemos. Estudios han demostrado que incluso cuando un celular está boca abajo, en silencio y fuera de nuestro alcance, su sola presencia reduce significativamente el rendimiento cognitivo (Ward et al., 2017). No se trata solo de la interrupción directa, sino de cómo el cerebro mantiene parte de su energía disponible para atender a posibles estímulos.

A esto se suma la expectativa actual de estar siempre disponible: responder correos, mensajes y notificaciones en tiempo real. Esta presión constante, que muchos empleados sienten incluso fuera del horario laboral, ha sido relacionada con un aumento en los niveles de estrés, agotamiento mental y dificultad para desconectarse verdaderamente.

Andrew Huberman, neurocientífico de la Universidad de Stanford, ha advertido que esta exposición continua a cambios rápidos de estímulo puede debilitar nuestra capacidad de sostener la atención profunda. Aunque no se trata de un diagnóstico clínico, muchas personas presentan hoy síntomas similares al déficit de atención: dificultad para concentrarse, olvidar tareas, saltar de una actividad a otra sin terminar ninguna, y sentir ansiedad al intentar enfocarse.

¿Qué podemos hacer para recuperar el control? Cuidar de nuestra atención es también una forma de reducir el estrés y mejorar el bienestar mental. Por eso comparto aquí algunas recomendaciones que pueden marcar una diferencia:

A nivel personal

• Silenciar notificaciones de forma selectiva o programada, especialmente durante tareas de alta concentración.

• Establecer bloques de trabajo profundo sin interrupciones, usando técnicas como Pomodoro o el método 90/20.

• Evitar comenzar el día revisando correos o redes sociales, para tener espacio de descanso mental.

• Reducir el multitasking: hacer una cosa a la vez sigue siendo la forma más eficiente de avanzar.

• Practicar mindfulness pues ayuda a entrenar el sistema atencional y calmar la mente dispersa.

A nivel organizacional

• Revisar las expectativas de disponibilidad constante: no todo requiere una respuesta inmediata.

• Fomentar reuniones sin dispositivos o espacios de “deep work” reales en la semana.

• Respetar los espacios de almuerzo en las agendas e incluir pausas conscientes o actividades que reduzcan la fatiga atencional.

• Promover una cultura donde se valore la calidad del enfoque, no solo la velocidad de respuesta.

La atención no es un recurso infinito. Y en un entorno laboral cada vez más demandante y saturado de estímulos, protegerla no es un lujo, sino una necesidad para pensar con claridad, tomar buenas decisiones, evitar el agotamiento cognitivo y tener una buena salud mental.







© 2025 Republica Media Group todos los derechos reservados.