La moratoria que impide nuestra independencia energética
Ricardo Trujillo gerencia@fibrotel.cr | Miércoles 23 marzo, 2022
Ricardo Trujillo Molina
Gerente
Fibrotel
Estamos viviendo varios meses a merced de un alza descomunal en el precio del petróleo y de sus derivados, alza que ha sido agravada por la invasión rusa a ucrania. A la hora que escribo estas notas está por llegar a los $ 113 por barril.
Revisando las estadísticas de RECOPE me entero que las ventas de combustibles entre enero y febrero del presente año han alcanzado a casi los US$ 500 millones de dólares. De continuar la tendencia al alza, es casi probable que el consumo que pagaremos por los combustibles fósiles durante todo el año sea mayor a los US$ 3,000 millones de dólares, un 5% aproximado del PIB, más del doble de lo que hemos pagado durante los últimos 10 años consecutivos.
De todos es conocido que gracias a la amplia disponibilidad de recursos renovables con los que cuenta el país y a las políticas de pleno aprovechamiento de ellas que ha utilizado el ICE, la generación total de energía eléctrica ha alcanzado durante varios años consecutivos niveles superiores al 98% con fuentes renovables.
Si consideramos que la generación eléctrica será este año de 11 Teravatios hora vendidos a razón promedio de C 90 por Kilovatio hora o de US$ 138 por Megavatio hora, su valor total al abonado será de US$ 1,518 millones de dólares.
Debido a que la importación de los derivados del petróleo tendrá un costo este 2022 superior a los US$ 3,000 millones de dólares, podemos asegurar que nunca Costa Rica ha sido más dependiente del extranjero en productos energéticos. Y todo lo anterior a pesar de que existe un plan nacional de energía y un plan nacional de descarbonización cuyos objetivos han sido definidos para reducir a cero la huella de carbono de nuestra matriz energética que no es otra que alcanzar nuestra independencia energética para el 2050 utilizando solamente nuestros recursos naturales renovables.
¿Será posible alcanzar esa independencia energética con una moratoria contra la exploración y producción de petróleo y gas natural en vigencia desde hace casi 20 años?
Los argumentos que se han vertido para justificar esa moratoria son los que tenemos que analizar desde la actual perspectiva para concluir si siguen siendo válidos para lograr nuestra independencia energética ó por el contrario, son un serio obstáculo o un infranqueable impedimento para alcanzar dicha meta.
Uno de los argumentos vertidos ha sido el siguiente tal y como se describe en el decreto de la moratoria vigente:
1. Que nuestro país se ha propuesto sentar las bases de una nueva economía verde del siglo XXI, que promueve el uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, en aras de cumplir con los compromisos adquiridos en la agenda 2030 de desarrollo.
Contra argumento. El gas natural y el petróleo que podrían yacer en nuestro subsuelo siempre serán recursos naturales nacionales y su extracción tendrá siempre un costo mucho menor que el petróleo importado. El proceso de exploración y extracción serán actividades que aportarán muchísimos empleos de corto y mediano plazo a la futura economía verde del país. Si el petróleo que se encontrase fuese en cantidad la mitad del importado, ese monto sería un ahorro económico al país del orden de los $ 1,500 millones x 28 años al 2050 = US$ 42,000 millones de dólares. Ese ahorro a los usuarios significaría la posibilidad de invertirlos en la compra de autos eléctricos a razón de $ 30 mil dólares por unidad = monto de divisas suficientes para adquirir 1,400,000 (Un millón cuatrocientos mil) vehículos nuevos eléctricos.
La comparación anterior viene a demostrar que, con el ahorro de divisas al producir nuestra propia gasolina del petróleo nacional en la refinadora que mantiene sin operación RECOPE, obtendríamos a 28 años plazo, el dinero suficiente para comprar una nueva flota de vehículos eléctricos.
Si por buena suerte encontramos más petróleo que el que se necesita por ahora no cabe duda que el ahorro para el usuario será superior y nos permitiría dar el salto hacia el auto eléctrico en menor plazo que el establecido.
Por el contrario, con la moratoria significa que para comprar la nueva flota de autos eléctricos con el fin de reducir a cero la emisión de gases contaminantes, tendríamos que recurrir a prestamos bancarios con tasas financieras que no han sido a esta fecha definidas por las políticas descarbonizantes del gobierno que se ha propuesto precisamente acabar con la flota de autos a combustión interna. También implica mayor uso de divisas para la importación que hará RECOPE durante las próximas 3 décadas y mayor afectación a toda nuestra economía y capacidad productiva.
Los argumentos en contra de la exploración y explotación petrolera que tienen que ver con la afectación del medio ambiente los dejare para discutirlos en un próximo articulo