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La movilidad segura es una combinación de tecnología, conciencia y responsabilidad

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 11 octubre, 2024


Esteban Jiménez  Director de Movilidad y Nuevos Negocios de Grupo Purdy


Esteban Jiménez

Director de Movilidad y Nuevos Negocios de Grupo Purdy

ejimenezj@grupopurdy.com

La movilidad segura ha sido una preocupación constante desde los inicios de los automóviles. A medida que el número de vehículos en las carreteras ha aumentado, también lo ha hecho la necesidad de implementar tecnologías que protejan a las personas conductoras, pasajeras y peatones.

Desde los retrovisores hasta los sistemas avanzados de conducción autónoma, el progreso en seguridad vehicular es un reflejo del compromiso de la industria automotriz por reducir accidentes y salvar vidas.

Uno de los primeros avances en este sentido fue la incorporación de los retrovisores. Aunque hoy parecen una característica básica, su invención en los años 1910 transformó la manera en que las personas conductoras podían anticipar movimientos y evitar colisiones.

Otro avance importante llegó con las luces de reversa en la década de 1920, lo que mejoró la seguridad al maniobrar en espacios reducidos. Más tarde, en los años 1950, se patentó el primer sistema de bolsas de aire y fue hasta los años 1970 que se empezó a comercializar. En paralelo, el cinturón de seguridad, desarrollado también en 1950, se convertiría en una medida esencial, pero su uso obligatorio no se reguló hasta 1980.

Con el cambio de siglo, la tecnología comenzó a desempeñar un papel crucial en la movilidad segura. En 1990 se popularizaron los sensores de estacionamiento, poco después, los fabricantes de automóviles implementaron sistemas de frenado automático. Innovaciones que permiten a los vehículos detenerse al detectar un obstáculo que quien maneja no hubiese notado, reduciendo así el riesgo de colisiones.

El avance más reciente y prometedor es la asistencia mediante conducción autónoma. Aunque esta tecnología aún está en sus primeras fases, ya se pueden encontrar vehículos con Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS por sus siglas en inglés). Modelos equipados con sensores, radares inteligentes, cámaras internas y externas, conexión a Internet de alta velocidad, que habilitan funciones avanzadas como el mantenimiento de carril y el control crucero adaptativo.

El objetivo final de la conducción autónoma es el nivel 5, en el cual los vehículos serían completamente autónomos y podrían reducir drásticamente los accidentes causados por errores humanos, incidentes que representa la gran mayoría de los siniestros viales en la actualidad.

A pesar de los avances tecnológicos, los accidentes de tránsito siguen siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año fallecen más de 1.2 millones de personas en las carreteras.

Y si hablamos de Costa Rica, en los primeros siete meses del año se atendieron más de 47 mil accidentes en carretera, cifra que nos brinda un promedio alarmante: cada 6 minutos un oficial de tránsito debe desplazarse para atender un percance vial, según la Policía de Tránsito.

Las principales causas de estos accidentes incluyen el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol o drogas y la falta de uso de dispositivos de seguridad como cinturones o cascos en motocicletas.

Además, el uso de teléfonos móviles mientras se conduce ha incrementado las distracciones, y las condiciones climáticas adversas también juegan un papel importante en la siniestralidad. Es decir que, a pesar de las mejoras tecnológicas, el comportamiento humano sigue siendo crucial para evitar accidentes.

Considero que el futuro de la movilidad segura está ligado a los avances tecnológicos, en donde los vehículos autónomos y las carreteras inteligentes trabajan juntos para crear un entorno de conducción mucho más seguro. Sin embargo, mientras eso ocurre, quienes conducimos debemos seguir siendo responsables y tomar en cuenta las prácticas de seguridad más básicas para protegernos en carretera.

La movilidad segura es una combinación de tecnología, conciencia y responsabilidad. Solo a través de este equilibrio podremos reducir las tasas de accidentes y hacer de las carreteras un lugar más seguro para todas las personas.







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