La mujer y el comercio internacional
Dyalá Jiménez dyala.jimenez@comex.go.cr | Lunes 09 marzo, 2020
Si las mujeres participaran en la economía en igualdad de condiciones que los hombres con el mismo salario y acceso en el mercado laboral, agregaría unos US$ 28.000 millones al PIB anual mundial para 2025, según un estudio de McKinsey, lo que significaría un aumento del 26% sobre el crecimiento actual. Si consideramos que el peso del comercio internacional en la economía global es 59%, esto significa que la inserción de la mujer en el comercio internacional no solo es una oportunidad de crecimiento para el sector femenino, sino también un impulso para la economía global. Más aún, debido a que el 40% de todas las PYMES son propiedad de mujeres, lograr que estas empresas se conecten a las cadenas globales de valor tiene el potencial de impulsar la economía global.
Para el caso de Costa Rica, datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), indican que si se incrementara la participación de las mujeres en el mercado laboral al mismo nivel de la que tienen los hombres, se podría lograr un incremento a largo plazo del PIB de hasta un 28% (OCDE, Estudio Económico sobre Costa Rica 2018).
Por su parte, un estudio elaborado por la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), indica que, en el país, el número de exportadores se ha mantenido constante en los últimos años y que, de ellos, solamente el 14% corresponde a empresas lideradas por mujeres, las cuales generan apenas el 2% del valor total de las exportaciones de bienes. El sector agrícola es el que tiene la mayor cantidad de empresas exportadoras y es ahí donde se visualiza una mayor participación de la mujer. Sin embargo, otros sectores, como el de alimentos, no mostraron participación femenina significativa, lo que confirma que promover la inclusividad es imperativo (Procomer, Caracterización del Parque Empresarial Exportador Liderado por Mujeres, 2019).
¿Qué hace el Sector Comercio Exterior para fomentar una mayor inserción de la mujer en la economía exportadora? Desde el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX) impulsamos, junto con la Unión Europea, Canadá, Corea del Sur, Finlandia, Australia, Suecia, México, Chile, Perú y otros países, una iniciativa de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que busca concientizar a la membresía sobre las oportunidades del comercio para empoderar económicamente a las mujeres y, por consiguiente, estimular el crecimiento socioeconómico mundial. En esta línea, la recolección de datos e información es fundamental para la toma de decisiones y creación de políticas públicas orientadas hacia el empoderamiento económico de las mujeres, por lo que la OMC busca alianzas con otros organismos como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el Centro de Comercio Internacional, el Banco Mundial, entre otros, para facilitar la recolección y estudio de datos.
Por su parte, Procomer lidera el programa Women Export, el cual busca acelerar la incorporación de más mujeres en los procesos de internacionalización. Desde CINDE, nuestro sector impulsa una estrategia para cerrar brechas y fomentar la inserción de la mujer en el campo laboral. Con un fuerte énfasis en educación y dotación de herramientas necesarias para la empleabilidad, apoyado por empresas de inversión establecidas en el país, se incentiva el desarrollo de habilidades claves como el empoderamiento, el manejo de otros idiomas, y las destrezas en tecnologías de información, para mencionar algunos. Datos recientes publicados por la OCDE indican que, en nuestro país, las empresas de inversión extranjera directa concentran los mayores porcentajes de gerentes femeninas, un indicador en el que ocupamos el primer lugar en la región latinoamericana. Los resultados de la gestión de CINDE el año anterior muestran, además, que la mitad de los 10.141 nuevos empleos generados fueron ocupados por mujeres. Todos estos aspectos nos alientan a continuar este trabajo con cada vez más ímpetu.
Si consideramos que, según la OMC “las empresas exportadoras en los países en desarrollo emplean a más mujeres que las empresas no exportadoras”, estos esfuerzos cobran más relevancia hoy, cuando el desempleo femenino en nuestro país alcanza el 17%.
La tendencia creciente a realizar transacciones internacionales mediante las Tecnologías de la Información y Telecomunicación (TIC) puede presentar una gran oportunidad para atender los desafíos de la inserción de la mujer en el mercado laboral. Desde el punto de vista de las dueñas de empresas micro, pequeñas y medianas, así como de la empleabilidad de la mujer en empresas que participan en el comercio internacional, las normas que regulan el teletrabajo y todo lo relacionado con flexbilidad laboral, además del mayor acceso a la tecnología, sin duda son clave para que el comercio electrónico pueda servir como una poderosa herramienta de inclusión laboral para la mujer. Ello, sin dejar de lado, la realidad que prevalece aún para muchas mujeres, a quienes todavía les recae responsabilidades del cuido de menores y adultos mayores, lo que les dificulta salir de sus casas por tiempo prolongado.
Sin embargo, como lo establece un estudio del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones de 2017 (https://www.micit.go.cr/sites/default/files/un-acercamiento-a-la-brecha-digital-de-genero.pdf), la brecha digital por género está presente. En el documento se indica que en el mundo “se estima que las mujeres, aun encontrándose en el mismo grupo de edad y con niveles similares de educación e ingreso familiar, tienen 50% menos de probabilidad de estar conectadas a Internet que los hombres, y que, a pesar de tener las mismas posibilidades que los hombres de poseer un teléfono celular propio, tienen una probabilidad tres veces menor de usar sus teléfonos para acceder a Internet (Fundación World Wide Web, 2015).”
El abordaje de la brecha debe ir más allá del tema de acceso a las TIC, hacia las dimensiones educativa, profesional y de cuido en el hogar. Por estas razones, las reformas educativas que está liderando el Ministerio de Educación Pública, así como la reforma del Instituto Nacional de Aprendizaje, aunado al reciente logro del Instituto Mixto de Ayuda Social para asegurar la permanencia de niños y niñas en el programa de la Red de Cuido en caso de que sus familias mejoren los ingresos, son buenas noticias.
OECD (2019), FDI Qualities Indicators: Measuring sustainable development impacts of investment, Paris. www.oecd.org/fr/invetissement/fdi-qualities-indicators.htm