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Domingo, 24 de noviembre de 2024



FORO DE LECTORES


La ruta incierta hacia un modelo económico de CERO EMISIONES.

Juan De Oliva Maya jdeoliva@greencloud.io | Lunes 03 octubre, 2022


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MBIT. e Ing. Juan De Oliva Maya | CEO & Founder de GreenCloud

Recientemente salió un reporte publicado por McKinsey & Company, que nos habla sobre una posible ruta hacia un modelo económico de cero emisiones con impacto global, y donde analizan e interpretan de manera “practica” los desafíos implícitos, tanto económicos como sociales, para hacerle frente al alarmante y último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), a fin de lograr una transición sostenible hacia un modelo económico de cero emisiones al año 2050.

Haciendo una síntesis del extenso reporte, concluyen que todavía no existe una ecuación clara ni certera sobre como lograremos al 2050 evitar que la temperatura media del planeta no supere los 1.5ºC, ya que observan que, con los compromisos y planes actuales presentados por diversos gobiernos del mundo ante el Acuerdo de París, aún hay una gran brecha, de casi un 90%, que nos limita y distancia de la posibilidad de hacerle frente a este desafío global.

A pesar de ello, mencionan que, si bien existe incertidumbre en este momento, sí debemos tomar en cuenta tres (3) elementos clave para comprender y resolver esta ecuación que nos permitirá moldear una economía menos contaminante y más resiliente a los efectos del Cambio Climático:

1. Deben surgir cambios a nivel de infraestructura, tomando en cuenta a las diversas cadenas de suministro.

2. Debemos hacer énfasis en los cambios fundamentales de la dinámica social y económica del mercado como principal enfoque o prioridad.

3. Y recomiendan que debemos gestar mecanismos pragmáticos para sentar las bases que posibiliten que estos cambios se hagan reales y sostenibles en el tiempo. Adicionalmente, sugieren considerar varios aspectos clave para transformar la economía mundial centrando los esfuerzos en aquellos cambios que serán esenciales para contrarrestar las causas y efectos que agravan la evidente Crisis Climática:

1. Cambios en la demanda de bienes.

2. Cambios en la asignación de capitales.

3. Cambios en la valoración del costo ambiental.

4. Cambios significativos en el empleo.

También hablan de seis (6) características que serán ineludibles y sobre las cuales todos seremos testigos al estar expuestos ante una posible “transición económica” que tendrá repercusiones positivas medioambientales y sociales a largo plazo, pero que a la vez traerá un impacto multidimensional sobre los ciudadanos, las empresas, las instituciones, los Gobiernos y los distintos países del mundo en mayor o menor proporción.

Las seis (6) características de manera resumida son las siguientes:

1. La transición deberá ser UNIVERSAL, afectando al 85 % de los sectores económicos que inciden sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente dentro de los sistemas de energía y uso de la tierra.

Siendo los sectores de ENERGÍA, INDUSTRIA, MOVILIDAD, CONSTRUCCIÓN y FORESTAL, quienes deberán colaborar arduamente con la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2), al ser el gas de efecto invernadero más emitido por la economía mundial.

Los sectores de INDUSTRIA, AGROINDUSTRIA, AGRICULTURA, GANADERÍA y de MANEJO DE DESECHOS, incluyendo a los diversos municipios del mundo, tendrán que resolver sobre como minimizar significativamente las emisiones de metano (CH4) relacionadas con sus actividades económicas y sus operaciones cotidianas.

El sector de AGRICULTURA tendrá el mayor desafío en la reducción de emisiones de óxidos nitrosos (N2O).

2. La transición tendrá que ser SIGNIFICANTE, y el gasto anual en activos físicos a nivel

mundial tendrá que aumentar a una cifra de USD 9.2 trillones americanos de dólares, pasando de USD 5.8 trillones en la actualidad, a USD 9.2 trillones (+61.40 % anual) gradualmente hasta el 2030, y donde la diferencia de USD 3.5 trillones de dólares deberán destinarse exclusivamente a la inversión en activos de bajas emisiones de gases de efecto invernadero.

3. Habrá una CARGA FRONTAL para toda la economía mundial, ya que el gasto del PIB global tendrá que aumentar año tras años progresivamente en un 9 % hasta el 2030, antes de que logremos ver un retroceso; este gasto, de igual manera tendrá que destinarse hacia la inversión y el incentivo en el uso de mayores activos físicos de bajas emisiones, priorizando la transición en los sectores de energía y aquellos relacionados con el uso de la tierra.

4. La transición será DESIGUAL en dos (2) dimensiones, la primera porque existe una correlación inversa entre los países más expuestos al cambio y su PIB per cápita; básicamente los países en desarrollo y productores de petróleo con un bajo PIB per cápita serán los más afectados en esta transición hacían un modelo económico de cero emisiones.

Segundo, será desigual porque se estima que se perderán 185 millones de empleos hasta el 2050, siendo los sectores más afectados los de: AGRICULTURA, AUTOMOTRIZ, PETRÓLEO-GAS-CARBÓN y CAPEX; pero también seremos testigos de como surgen 200 millones de nuevos empleos a nivel mundial, y en donde los mayores beneficiados serán los sectores de AGRICULTURA (+69 M), AUTOMOTRIZ (+52 M), ENERGÍA (+25 M) y CAPEX (+40 M).

5. La transición implicará estar expuestos a una multitud de RIESGOS con efectos tangibles desde el corto plazo, y afectando el entorno económico de la siguiente manera:

a) Con restricciones de oferta y volatilidad de precios.

b) Con interrupciones en el mercado laboral.

c) Con varamiento de activos de altas emisiones de gases de efecto invernadero.

d) Con exacerbación de los efectos de orden superior en los países más vulnerables y expuestos

al Cambio Climático, y la transición que deberán atravesar.

e) Con aceleración de los riesgos climáticos con afectaciones físicas y financieras que serán notables al corto, mediano y largo plazo.

6. La transición también traerá consigo RIQUEZA CON OPORTUNIDADES, dado a que veremos nuevos procesos en la economía que favorezcan la descarbonización y la reducción del impacto ambiental que incide sobre el calentamiento global de manera sistémica; veremos una sustitución gradual y considerable en la oferta de productos, servicios y de procesos con altas emisiones, por opciones de bajas emisiones y menos contaminantes; también surgirán nuevos emprendimientos y “Startups Climáticas” con interesantes ofertas y propuestas de valor para acelerar la transición hacia un modelo económico de cero emisiones.

Los golpes y las consecuencias económicas que han traído COVID-19 y el conflicto progresivo entre Rusia y Ucrania, aún nos mantienen miopes del verdadero desafío que se nos avecina con la Crisis Climática.

No tomar medidas urgentes, y no visualizarlas como oportunidades para los países de América Latina y El Caribe, solo hará que sea más difícil superar la compleja situación económica en la que nos encontramos inmersos como región.

La ruta hacia un modelo económico de cero emisiones es y seguirá siendo un desafío colectivo y multidimensional.

Pero si todos los ciudadanos, profesionales, líderes y empresarios ponemos un poquito de nuestra parte, el futuro de nuestra humanidad tendrá su garantía asegurando el bienestar y la calidad de vida de las generaciones venideras.

¿Usted ya está haciendo algo para combatir la Crisis Climática?







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