La semilla emprendedora
Carlos Bejarano web@carlosbejarano.com | Miércoles 12 julio, 2017
De la misma forma en que el agricultor prepara el terreno para plantar la semilla, que semanas después germinará, es necesario preparar la mente y el ánimo de los futuros emprendedores. Esto es algo que todos sabemos, sin embargo, la verdadera tarea es responder ¿Cuándo hacerlo? ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo incentivarlo?
Antes de entrar de lleno al tema le invito a que mire el siguiente vídeo y revisemos algunos mitos alrededor del espíritu emprendedor.
En todo ser humano puede haber o no, un potencial emprendedor, por esto es transcendental el papel de la familia, como primer sistema con el que tiene contacto una persona desde su infancia. Y aunque parezca mentira, desde el primer intento que el niño o la niña haga por llevar algo a cabo, será determinante el apoyo que reciba de sus familiares y seres queridos más cercanos. Aunque es importante dejar claro que, bajo una óptica muy particular, considero que un espíritu emprendedor innato, difícilmente será quebrantado.
¿Cuándo? Comencemos a estimular el espíritu emprendedor con los más pequeños de la casa, sean hijos, sobrinos o nietos. A estas edades, se emprenden proyectos, ideas, competencias y desde luego procesos de aprendizaje. Así los futuros emprendedores o emprendedoras comienzan a generar disciplina, esquemas alternos de pensamiento y de resolución de obstáculos, aspectos fundamentales dentro de la visión de quienes deciden emprenden.
En el siguiente vídeo es posible ver como jóvenes españoles desarrollan sus emprendimientos, teniendo como objetivo transversal proteger el ambiente.
¿Cómo hacerlo? Como el punto de partida es la familia, considero que el segundo nivel es la comunidad y en esto, los gobiernos localespueden aportar mucho. De manera paralelaencontramos el sistema educativo formal (preescolar, escuela y colegio), que también es parte del cómo se hace. En los centros educativos, tanto en primaria como en secundaria, es posible ver cada vez más, como se abren espacios para este, aunque resta mucho por hacer.
¿Cómo incentivarlo? Las ONG ’s, los departamentos de responsabilidad social empresarial de las compañías, los convenios de cooperación internacional, fundaciones, empresa y universidades públicas y privadas, deben voltear sus miradas (aún más) a los colegios técnicos y a las universidades privadas. Salir a la caza de talentos, desarrollar con confianza programas conjuntos con diferentes centros educativos y crear, producir, es decir; emprender.
Les comparto este link para conocer más de una iniciativa de la UCR respecto a emprendimientos http://bit.ly/2ubm9lJ
Se requiere de decisiones muy bien pensadas, de un plan estratégico que permita sembrar la semilla emprendedora en los más pequeños y asegurar un proceso para su efectiva germinación. Ciertamente se carece de un sistema formal, dinámico y robusto que favorezca el ánimo emprendedor y esa es la misión de todas y todos los que nos consideramos emprendedores. Muchas gracias por leerme.