La Verdadera Dimensión de un Conflicto Complejo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 03 septiembre, 2024
Edmond Robinson Rubinstein
CEO International PR
Como judío costarricense, me encuentro profundamente consternado por la narrativa actual que rodea el conflicto en Israel. En tiempos de conflicto, es crucial que la diplomacia y la política internacional se conduzcan con una comprensión clara de los hechos y un compromiso con la verdad. Ver con tal simplicidad un conflicto que no solo ha arrebatado seis vidas, sino que ha dejado vacíos irreparables en cientos de familias, es un atentado contra la verdad y una demostración de insensibilidad profunda.
Israel no es simplemente un país en conflicto; es una nación que ha tenido que defender su soberanía desde su creación. Las recientes acciones de grupos como Hamás no pueden ser vistas como simples actos de resistencia; son ataques calculados y premeditados contra civiles inocentes. Es fundamental que la comunidad internacional, incluidas nuestras voces en Costa Rica, comprendan la diferencia entre un conflicto legítimo y actos de terrorismo que buscan sembrar el caos y el miedo.
En este contexto, debemos también ser conscientes de cómo se manejan los recursos internacionales. No podemos permitir que la ayuda humanitaria, destinada a aliviar el sufrimiento, sea desviada para financiar actividades terroristas. La integridad en la entrega de ayuda es fundamental y debería ser monitoreada estrictamente para garantizar que llegue a quienes realmente la necesitan.
Respetando la soberanía de todas las naciones y reconociendo el derecho de cada pueblo a vivir en paz y seguridad, debemos abogar por una solución que verdaderamente promueva la coexistencia y el entendimiento mutuo. Sin embargo, para llegar a esa solución, necesitamos llamar las cosas por su nombre y exigir responsabilidad.
Mi llamado, es a un enfoque más crítico y consciente por parte de nuestra comunidad y gobierno. Debemos reconocer la complejidad del conflicto y evitar caer en narrativas simplistas que no hacen justicia a la realidad en el terreno. Es nuestra responsabilidad como ciudadanos globales entender que la paz no se logra con indiferencia o neutralidad, sino con un compromiso activo hacia la justicia y la verdad.
La paz es un ideal que todos compartimos, pero no puede ser alcanzada a expensas de la verdad. Debemos ser valientes y claros en nuestra comunicación, firmes en nuestra condena del terrorismo, y persistentes en nuestro apoyo a cualquier esfuerzo genuino de paz. Costa Rica, como país que valora la paz y los derechos humanos, puede y debe desempeñar un papel importante en fomentar un diálogo que no sólo aspire a la paz, sino que también esté firmemente arraigado en la realidad y la justicia.