La zona ofensiva del Cartaginés debe seguir intacta

El reinado del Cartaginés fue muy breve y su histórica bandera blanco y azul no pudo ni calentarse en los mástiles de los estadios donde se jugó el Torneo Apertura.

Pero el título, la corona, suma y cuenta, no importa la brevedad de su reinado, conquista que en su momento provocó en la Vieja Metrópoli festejos emotivos y memorables que una desastrosa temporada siguiente no pueden borrar.

Cartaginés fue eliminado de la fase clasificatoria, de la Liga Concacaf y se hospedó en el último lugar de su grupo.

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Debido a que viene un largo receso por la participación de la Selección Nacional en el Mundial de Qatar, es obligatorio de la dirigencia del Cartaginés, específicamente de su presidente Leonardo Vargas y de su hijo del mismo nombre, dejar que pase la tormenta de la pérdida del título, archivar los calores emocionales, pensar y analizar los ángulos de la debacle con la cabeza fría y buscar soluciones.

El peor y más grave error que podría tener la dirigencia azul es deshacer el equipo, que cuenta con una de las nóminas más completas del campeonato.

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Limpiar la planilla dándole baja a varios jugadores, sería un yerro garrafal de la dirigencia azul. Se debe sostener el cuerpo técnico y darle al binomio Geiner Segura y Mauricio Wright otra oportunidad. Ahora, que nadie se sorprenda o se extrañe si en este receso, don Mauricio recibe alguna oferta para dirigir otra institución.

Con Marcel Hernández o sin el goleador cubano, ausente por lesión o suspensión de varios juegos del campeonato, el campeón nacional cuenta con una de las zonas ofensivas más atractivas y fuertes de nuestro fútbol. Si repasamos las clasificaciones, apuntamos a un Cartaginés con 25 goles a favor en 16 juegos, una de las delanteras más efectivas del certamen y además, dueña de varios de los goles más espectaculares del torneo.

Si yo fuera Leonardo Vargas, no toco ni muevo, ni vendo, ni dejo libre a un solo futbolista de la zona ofensiva del equipo:

Eso sí, la partida de Daniel Chacón, hace necesario un fichaje de peso en la zona de contención para acuerpar a Barrantes, Murillo y Montero.

En retaguardia, los fichajes de Kevin Espinoza y Brandon Bonilla fueron acertados, pero con ellos, el técnico rompió la hegemonía de la zona, quitándole la estelaridad a defensores como Vargas, Willian Quirós, Diego Sánchez y Barahona.

Finalmente, hay que meterle más competencia al portero Kevin Briceño.

gpandolfo@larepublica.net