La Asamblea de Babel
| Martes 05 mayo, 2015
La visión del desarrollo país del nuevo directorio legislativo es distinta a la del Gobierno y, por eso, es improbable que la gestión de este grupo culmine con buen suceso
La Asamblea de Babel
Es lamentable que el Gobierno no lograra asumir el liderazgo de una Asamblea Legislativa tan pluralista como la sociedad la eligió.
Este año será el turno del grupo conservador, con Liberación Nacional y la Unidad al frente. A ellos se pueden sumar votos de algunos diputados de fracciones minoritarias y, en especial, los cristianos.
¿Por qué es lamentable?
La visión del desarrollo país del nuevo directorio legislativo es distinta a la del Gobierno y, por eso, es improbable que la gestión de este grupo culmine con buen suceso, ante la dificultad para alcanzar acuerdos relevantes.
En tanto, el partido oficial todavía se comporta como oposición, ya sea por llevar la contraria adrede o por torpeza. La falta de lectura del entorno ha limitado los acuerdos para avanzar en temas relevantes para el país.
Por si fuera poco, las fracturas a lo interno de Acción Ciudadana impregnan de fragilidad cualquier acuerdo que se quiera consensuar con otra fracción.
Los libertarios y frenteamplistas comparten ahora la soledad, porque quienes fueron sus aliados están tomando decisiones más de centro, debido a que la pérdida de reputación política proviene del fuerte caudal de electores conservadores.
Con este escenario, es poco lo que esta Asamblea logrará avanzar.
Este año es vital para definir una mejora en la situación fiscal, avanzar en la legalización de la fertilización in vitro y en las sociedades de convivencia.
Esta promesa de campaña será insatisfecha porque este Congreso no ofrecerá el ambiente para ninguna de esas discusiones.
Sergio Alfaro tendrá que demostrar las cualidades que los líderes de Acción Ciudadana le atribuyen de buen negociador, porque lidiará con una Asamblea fraccionada e indispuesta ante los atropellos cometidos el año anterior.
Atrás quedó la carta que se utilizó para aprobar el Presupuesto Nacional, o los procedimientos que le permitieron al Presidente levantar el veto a la Reforma Procesal Laboral.
Otro hilo de esperanza es que Rafael Ortiz, presidente del Congreso, cumpla lo dicho en entrevista publicada por este medio ayer, en la que afirmó que el propósito es definir una agenda nacional, algo de lo cual se carece desde la administración anterior.
No obstante, por el bien común, existe la posibilidad de que este grupo político tenga el talento entre sus filas y encuentre el norte que no encontró el oficialismo en el poder.