"La mayor prueba de mi inocencia es la acusación"
Natasha Cambronero redaccion@larepublica.net | Martes 26 abril, 2011
A horas de que se conozca la sentencia del caso ICE-Alcatel, el ex presidente Rodríguez sostiene que no hay pruebas en su contra
“La mayor prueba de mi inocencia es la acusación”
Contradicciones de la Fiscalía y en el testimonio de José Antonio Lobo, inclinarían la balanza a su favor, asegura ex mandatario
A pocas horas de que se conozca la sentencia por el caso ICE-Alcatel, el ex presidente Miguel Angel Rodríguez dice sentirse tranquilo y confiado en que será declarado inocente, pues no existen pruebas en su contra.
En su opinión, las contradicciones tanto en la acusación de la Fiscalía como en las declaraciones del “testigo de la corona”, José Antonio Lobo, ex directivo del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), su defensa logró probar que no cometió los dos delitos de enriquecimiento ilícito y de instigador que se le atribuyen.
Ayer en su casa en Escazú, Rodríguez recibió a LA REPUBLICA para conversar sobre el proceso del debate, el papel del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) en este caso y su sentir a horas de que concluya uno de los juicios más importantes en la historia del país.
Mañana, cuando el reloj marque las 3 p.m., en los Tribunales de Justicia de Goicoechea, se dará a conocer la sentencia por el caso ICE-Alcatel, en el cual, además de Rodríguez ocho personas más figuran como imputadas.
¿El caso ICE-Alcatel es un juicio político?
Ha sido politizado en su manejo, principalmente por el Ministerio Público, por algunos dirigentes políticos y por Abel Pacheco y Francisco Dall’Anese, entonces presidente de la República y Fiscal General, respectivamente.
¿Con qué intenciones?
No puedo hablar de intenciones, porque están en la cabeza de cada uno; pero sí puedo ver los intereses que han tenido varias personas. Es claro que el fiscal Dall’Anese con un juicio como este, de gran peso mediático, trató se sacar una magistratura, ahora está en una organización internacional, en mucho, acuerpado por este proceso. Además, entre otras cosas, encabezó una manifestación política, no hay duda de que había intereses.
El presidente Pacheco, en un gobierno que no tenía la fuerza para salir adelante con los programas que había que seguir y gracias a que tenía a dos ex mandatarios en la cárcel, en 2004 salió como el presidente más popular.
Algunas personas de mi partido salieron para diputaciones fortalecidas, otras salieron con candidaturas presidenciales. Sin duda, ha habido un proceso en el cual había gente que tenía que obtener ganancias políticas. Yo no digo que fue un juicio político, pero fue utilizado con intereses políticos.
*Entonces, ¿más que para destruir a la Unidad, se utilizó por intereses de algunas personas?
No hay duda de esos intereses; algunas personas pensaban en adueñarse del PUSC y que iban a ser fuertes en ese partido, sin darse cuenta de que no tenían una relación con las bases que les permitiera mantener el Partido si le daban un golpe de este tamaño; otros sí pensaron que era conveniente el debilitamiento del Partido.
¿Existe una fuerza que busca destruir al PUSC?
No creo que podamos catalogarla como una fuerza, pero sí ha habido personas que han logrado sacar ganancias con el debilitamiento del Partido.
¿Qué pudo haber hecho el PUSC para desatar eso?
Para algunos sectores, la Unidad venía a representar una alternativa política con un ideal muy claro que implicaba unos procesos de modernización, en los cuales no estaban de acuerdo todos, a unos les estaba quitando liderazgo político y fuerza para establecer la agenda nacional; otros consideraban más oportuno visualizarse fuera de la Unidad para llegar al poder.
Siempre en materia política, ¿hacia dónde camina el país?
No hay duda de que estamos viviendo un momento en el que nos afectan problemas serios. Por un lado están la delincuencia, el narcotráfico, la drogadicción, la trata de personas y la criminalidad. Pasamos de tener un superávit a una situación grave de déficit fiscal, principalmente porque se incrementó el gasto ordinario del Gobierno. También estamos atrasados en materia de infraestructura. Estos tres son problemas muy graves, pero a estos se les unen otros tres, igualmente serios.
La calidad de la educación se nos ha quedado atrás; en salud, el deterioro no lo tenemos en los índices de salud, pero la atención a las personas se nos ha ido deteriorando.
En general, en la capacidad de lograr administrar todos los programas sociales, no se ha tenido la base que deberíamos tener, lo cual tiene que ver con los problemas que tenemos en la administración pública, no hemos podido trabajar en la descentralización del Gobierno, no hemos podido mejorar la eficiencia del Gobierno, no hemos podido mejorar la capacidad de los funcionarios.
Todo esto, son cosas reales, y en el momento que tenemos todo esto, se ha destrozado el sistema de dos partidos que tendían al centro, que podían negociar entre sí, lo cual permitía que el país caminara.
¿Usted es de los que piensan que es necesario volver al bipartidismo?
Es una solución que funcionó y si no vamos al bipartidismo, tenemos que cambiar de sistema político, tenemos que ir a un Gobierno semipresidencial, donde se conformen las mayorías en la Asamblea Legislativa.
¿Ante esta realidad, la presidenta Chinchilla tiene el camino difícil?
Yo diría que sí, no ha podido entrarles de fondo a los problemas, hemos tenido como distracción el tema de Nicaragua, hemos tenido la alegría del Estadio Nacional, pero esos no son los temas de fondo que hay que tocar; esos son infraestructura, educación, seguridad, salud, manejo de los programas sociales, de la gestión pública y descentralización.
A cuestión de horas para que se conozca el por tanto del fallo por el caso ICE-Alcatel, ¿sigue confiando en que será declarado inocente?
Esa es mi confianza, sobre todo después de un año de escuchar el debate, hace 2.382 días volví al país y lo hice porque confiaba en los Tribunales y porque sentía la obligación de someterme al debido proceso como cualquier persona, más después de haber ocupado la Presidencia.
Creí que iba a ser cuestión de meses para que el caso se llevara a los Tribunales, pero no fue así, hubo muchas contradicciones en la acusación de la Fiscalía, al principio se hablaba de cuatro enriquecimientos ilícitos y una corrupción por cohecho impropio; al final en la etapa de conclusión, la acusación solo fue por dos enriquecimientos ilícitos y uno de instigador.
En la propia acusación, está la base de la tranquilidad con la que espero la sentencia. A eso hay que agregarle toda la prueba y al final solo nos encontramos el dicho del señor Lobo, al que se le ha dado impunidad, no solo de los delitos de este caso, sino de otros que no se le han perseguido. Lo cierto es que la versión de todas las versiones que ha dicho Lobo, y que ha tomado el Ministerio Público, no es ratificada por ningún elemento de la prueba, más bien es contraria a las otras pruebas que existen.
¿Siente que la Fiscalía forzó las pruebas para ligarlo con este caso?
Le puedo asegurar que la Fiscalía ha actuado contra el debido procedimiento reiteradamente en este caso.
Viendo como han transcurrido el debate y el caso hasta el momento, ¿sigue confiando en la justicia nacional y sus Tribunales?
Confío en los Tribunales; en la Justicia como eso incluye al Ministerio Público, no; porque es uno de los organismos que han fallado en este proceso.
En el caso Caja-Fischel, hubo una sentencia condenatoria solo con el testimonio de Walter Reiche, ¿no cree que podría ocurrir lo mismo en este caso, con las declaraciones de José Antonio Lobo?
Ese caso es muy distinto al de la Caja-Fischel, porque este no es un caso, es muy montón de casos. No se trata de una sola acción, son casos totalmente distintos que se relacionan con una sola instancia, ICE-Alcatel, pero no son un mismo hecho.
¿Cuál es el elemento más fuerte que lo hace creer que será declarado inocente?
La acusación misma, no identifica hechos delictivos de parte mía, desde la misma acusación surge la inocencia, la mayor prueba de mi inocencia es la acusación. Esta es una de las cosas contradictorias o enigmáticas de este caso.
¿Cómo califica el papel de los medios de comunicación en este caso?
Uno tiene que respetar que los medios de comunicación tienen que informar y más en un hecho como este, en el que está involucrado un ex presidente de la República. Pero una cosa es informar y otra cosa entretener y editorializar en todas sus noticias. Ha habido medios, no todos, que han tomado este caso para crear una novela pasional, buscar el morbo y el interés como empresa para de esa manera mejorar su circulación y como una forma para condenar desde el medio.
¿Cuánto inclinaron la balanza?
Yo he sido condenado, ahora vamos a ver si los Tribunales me descondenan. Es un caso muy extraño, lo normal es que uno vaya a los Tribunales para que lo condenen; pero no, yo voy para que me descondenen de la condena que me concedieron en 2004 los medios de comunicación, el presidente de la República, el Fiscal General y los dirigentes de mi propio partido de entonces.
Los jueces como cualquier otra persona, son influenciados por los medios de comunicación, ¿cuánto puede pesar el papel de la prensa en la sentencia?
Es algo complicado, en Estados Unidos, cuando la influencia de la prensa ha sido muy grande, lo que hacen es llevar a analizar el caso con una comunidad distinta, que no tenga relación con el caso. Nosotros no tenemos ese jurado, entonces, la confianza de uno, es que los jueces tengan capacidad profesional para poder separarse de esa influencia.
¿Siente que cometió algún error durante su administración referente al caso ICE-Alcatel?
Cometí un enorme error nombrando a José Antonio Lobo como directivo del ICE, igualmente me doy cuenta ahora, por sus propias contestaciones, que cometí un error muy grande al haberlo nombrado como Ministro de Vivienda, porque también durante ese periodo se enriquecieron sus cuentas bancarias.
Tomando en cuenta lo ocurrido hasta ahora, ¿se arrepiente de haber renunciado a la Secretaría de la OEA?
No me arrepiento, porque yo estaba en una gran equivocación sobre este caso, me di cuenta que todavía hay mucho por hacer por el estado de derecho en este país. En la lucha justa por la inseguridad, se perdió el equilibrio para que las personas inocentes, sean inocentes hasta que no se les compruebe lo contrario en los Tribunales. Hay que revisar la legislación.
De ser declarado inocente, ¿tiene algún plan para retornar activamente a la vida política?
A la vida de influencia, a la toma de decisiones, sí; a la vida política no sé. Son cosas distintas, me siento obligado a luchar por mejorar el estado de derecho en el país.
¿Desde qué instancias?
Desde las salas universitarias y los medios comunicación.
¿Se arrepiente de algo?
Sí, claro, soy un ser humano y he cometido miles de errores. Imagine en 71 años de vida, cuántos errores ha cometido uno.
¿Cuál es su sentir a pocos horas de que se conozca la sentencia?
Tranquilidad y paz. Durante estos años he encontrado refugio en una vida religiosa. No hay duda de que cuando uno se ve en dificultades, esas armas religiosas que uno ha tenido durante años, son las que uno busca. Por otro lado, la familia ha sido un apoyo muy especial.
¿Logra conciliar el sueño?
Claro, no digo como un bebé, porque los bebés se despiertan a cada rato.
¿Estos últimos días hizo algunas cosas que no quiso postergar?
No, los he pasado con la familia, no he hecho nada especial, ni he comenzado nada nuevo. Tal vez he leído algunas cosas, que había tenido relegadas.
¿Quién es su voz de aliento?
Primero Tatica Dios y después mi esposa.
Después de lo ocurrido, ¿la palabra amistad tiene el mismo significado?
Tiene más significado, porque un amigo verdadero puede tener o no tener lepra, pero si es amigo, es amigo, no lo anda negando. No es que cuando tiene lepra sale corriendo.
¿Hoy tiene más o menos amigos?
Tengo amigos del pasado y amigos nuevos. Algunos amigos del pasado ya no son amigos, no porque yo lo haya querido, sino porque ellos consideraron que se podían manchar si eran amigos míos.
¿Todo este proceso qué ha significado en su familia?
La ha unido todavía más de lo que hemos sido. Nos ha enseñado que el sufrimiento es parte importante de la vida. Esto es un escarnio, es un desprestigio, es una pérdida ante los demás y eso nos obliga a unirnos todavía más.
Usted dijo que ya fue condenado, ¿cómo cambió la forma en que las personas se relacionaban con usted?
Depende en qué y depende para qué. Para ir al estadio, para andar por las calles, para dar clases en la universidad, no ha significado mayor problema; pero por ejemplo, si yo he querido trabajar o buscar un negocio, las puertas se me cerraron.
¿Acudiría a la Sala Tercera, Corte Interamericana de Derechos Humanos si la sentencia fuera en su contra?
Por supuesto, es una posibilidad que utilizaríamos.
¿Teme volver a la cárcel?
No lo veo como una posibilidad real, porque no hay base para ello, si ese fuera el caso, no es lo mismo ir la primera vez, que ir sabiendo ya lo que es. Asumiría mi destino y lo cumpliría.
Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net
“La mayor prueba de mi inocencia es la acusación”
Contradicciones de la Fiscalía y en el testimonio de José Antonio Lobo, inclinarían la balanza a su favor, asegura ex mandatario
A pocas horas de que se conozca la sentencia por el caso ICE-Alcatel, el ex presidente Miguel Angel Rodríguez dice sentirse tranquilo y confiado en que será declarado inocente, pues no existen pruebas en su contra.
En su opinión, las contradicciones tanto en la acusación de la Fiscalía como en las declaraciones del “testigo de la corona”, José Antonio Lobo, ex directivo del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), su defensa logró probar que no cometió los dos delitos de enriquecimiento ilícito y de instigador que se le atribuyen.
Ayer en su casa en Escazú, Rodríguez recibió a LA REPUBLICA para conversar sobre el proceso del debate, el papel del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) en este caso y su sentir a horas de que concluya uno de los juicios más importantes en la historia del país.
Mañana, cuando el reloj marque las 3 p.m., en los Tribunales de Justicia de Goicoechea, se dará a conocer la sentencia por el caso ICE-Alcatel, en el cual, además de Rodríguez ocho personas más figuran como imputadas.
¿El caso ICE-Alcatel es un juicio político?
Ha sido politizado en su manejo, principalmente por el Ministerio Público, por algunos dirigentes políticos y por Abel Pacheco y Francisco Dall’Anese, entonces presidente de la República y Fiscal General, respectivamente.
¿Con qué intenciones?
No puedo hablar de intenciones, porque están en la cabeza de cada uno; pero sí puedo ver los intereses que han tenido varias personas. Es claro que el fiscal Dall’Anese con un juicio como este, de gran peso mediático, trató se sacar una magistratura, ahora está en una organización internacional, en mucho, acuerpado por este proceso. Además, entre otras cosas, encabezó una manifestación política, no hay duda de que había intereses.
El presidente Pacheco, en un gobierno que no tenía la fuerza para salir adelante con los programas que había que seguir y gracias a que tenía a dos ex mandatarios en la cárcel, en 2004 salió como el presidente más popular.
Algunas personas de mi partido salieron para diputaciones fortalecidas, otras salieron con candidaturas presidenciales. Sin duda, ha habido un proceso en el cual había gente que tenía que obtener ganancias políticas. Yo no digo que fue un juicio político, pero fue utilizado con intereses políticos.
*Entonces, ¿más que para destruir a la Unidad, se utilizó por intereses de algunas personas?
No hay duda de esos intereses; algunas personas pensaban en adueñarse del PUSC y que iban a ser fuertes en ese partido, sin darse cuenta de que no tenían una relación con las bases que les permitiera mantener el Partido si le daban un golpe de este tamaño; otros sí pensaron que era conveniente el debilitamiento del Partido.
¿Existe una fuerza que busca destruir al PUSC?
No creo que podamos catalogarla como una fuerza, pero sí ha habido personas que han logrado sacar ganancias con el debilitamiento del Partido.
¿Qué pudo haber hecho el PUSC para desatar eso?
Para algunos sectores, la Unidad venía a representar una alternativa política con un ideal muy claro que implicaba unos procesos de modernización, en los cuales no estaban de acuerdo todos, a unos les estaba quitando liderazgo político y fuerza para establecer la agenda nacional; otros consideraban más oportuno visualizarse fuera de la Unidad para llegar al poder.
Siempre en materia política, ¿hacia dónde camina el país?
No hay duda de que estamos viviendo un momento en el que nos afectan problemas serios. Por un lado están la delincuencia, el narcotráfico, la drogadicción, la trata de personas y la criminalidad. Pasamos de tener un superávit a una situación grave de déficit fiscal, principalmente porque se incrementó el gasto ordinario del Gobierno. También estamos atrasados en materia de infraestructura. Estos tres son problemas muy graves, pero a estos se les unen otros tres, igualmente serios.
La calidad de la educación se nos ha quedado atrás; en salud, el deterioro no lo tenemos en los índices de salud, pero la atención a las personas se nos ha ido deteriorando.
En general, en la capacidad de lograr administrar todos los programas sociales, no se ha tenido la base que deberíamos tener, lo cual tiene que ver con los problemas que tenemos en la administración pública, no hemos podido trabajar en la descentralización del Gobierno, no hemos podido mejorar la eficiencia del Gobierno, no hemos podido mejorar la capacidad de los funcionarios.
Todo esto, son cosas reales, y en el momento que tenemos todo esto, se ha destrozado el sistema de dos partidos que tendían al centro, que podían negociar entre sí, lo cual permitía que el país caminara.
¿Usted es de los que piensan que es necesario volver al bipartidismo?
Es una solución que funcionó y si no vamos al bipartidismo, tenemos que cambiar de sistema político, tenemos que ir a un Gobierno semipresidencial, donde se conformen las mayorías en la Asamblea Legislativa.
¿Ante esta realidad, la presidenta Chinchilla tiene el camino difícil?
Yo diría que sí, no ha podido entrarles de fondo a los problemas, hemos tenido como distracción el tema de Nicaragua, hemos tenido la alegría del Estadio Nacional, pero esos no son los temas de fondo que hay que tocar; esos son infraestructura, educación, seguridad, salud, manejo de los programas sociales, de la gestión pública y descentralización.
A cuestión de horas para que se conozca el por tanto del fallo por el caso ICE-Alcatel, ¿sigue confiando en que será declarado inocente?
Esa es mi confianza, sobre todo después de un año de escuchar el debate, hace 2.382 días volví al país y lo hice porque confiaba en los Tribunales y porque sentía la obligación de someterme al debido proceso como cualquier persona, más después de haber ocupado la Presidencia.
Creí que iba a ser cuestión de meses para que el caso se llevara a los Tribunales, pero no fue así, hubo muchas contradicciones en la acusación de la Fiscalía, al principio se hablaba de cuatro enriquecimientos ilícitos y una corrupción por cohecho impropio; al final en la etapa de conclusión, la acusación solo fue por dos enriquecimientos ilícitos y uno de instigador.
En la propia acusación, está la base de la tranquilidad con la que espero la sentencia. A eso hay que agregarle toda la prueba y al final solo nos encontramos el dicho del señor Lobo, al que se le ha dado impunidad, no solo de los delitos de este caso, sino de otros que no se le han perseguido. Lo cierto es que la versión de todas las versiones que ha dicho Lobo, y que ha tomado el Ministerio Público, no es ratificada por ningún elemento de la prueba, más bien es contraria a las otras pruebas que existen.
¿Siente que la Fiscalía forzó las pruebas para ligarlo con este caso?
Le puedo asegurar que la Fiscalía ha actuado contra el debido procedimiento reiteradamente en este caso.
Viendo como han transcurrido el debate y el caso hasta el momento, ¿sigue confiando en la justicia nacional y sus Tribunales?
Confío en los Tribunales; en la Justicia como eso incluye al Ministerio Público, no; porque es uno de los organismos que han fallado en este proceso.
En el caso Caja-Fischel, hubo una sentencia condenatoria solo con el testimonio de Walter Reiche, ¿no cree que podría ocurrir lo mismo en este caso, con las declaraciones de José Antonio Lobo?
Ese caso es muy distinto al de la Caja-Fischel, porque este no es un caso, es muy montón de casos. No se trata de una sola acción, son casos totalmente distintos que se relacionan con una sola instancia, ICE-Alcatel, pero no son un mismo hecho.
¿Cuál es el elemento más fuerte que lo hace creer que será declarado inocente?
La acusación misma, no identifica hechos delictivos de parte mía, desde la misma acusación surge la inocencia, la mayor prueba de mi inocencia es la acusación. Esta es una de las cosas contradictorias o enigmáticas de este caso.
¿Cómo califica el papel de los medios de comunicación en este caso?
Uno tiene que respetar que los medios de comunicación tienen que informar y más en un hecho como este, en el que está involucrado un ex presidente de la República. Pero una cosa es informar y otra cosa entretener y editorializar en todas sus noticias. Ha habido medios, no todos, que han tomado este caso para crear una novela pasional, buscar el morbo y el interés como empresa para de esa manera mejorar su circulación y como una forma para condenar desde el medio.
¿Cuánto inclinaron la balanza?
Yo he sido condenado, ahora vamos a ver si los Tribunales me descondenan. Es un caso muy extraño, lo normal es que uno vaya a los Tribunales para que lo condenen; pero no, yo voy para que me descondenen de la condena que me concedieron en 2004 los medios de comunicación, el presidente de la República, el Fiscal General y los dirigentes de mi propio partido de entonces.
Los jueces como cualquier otra persona, son influenciados por los medios de comunicación, ¿cuánto puede pesar el papel de la prensa en la sentencia?
Es algo complicado, en Estados Unidos, cuando la influencia de la prensa ha sido muy grande, lo que hacen es llevar a analizar el caso con una comunidad distinta, que no tenga relación con el caso. Nosotros no tenemos ese jurado, entonces, la confianza de uno, es que los jueces tengan capacidad profesional para poder separarse de esa influencia.
¿Siente que cometió algún error durante su administración referente al caso ICE-Alcatel?
Cometí un enorme error nombrando a José Antonio Lobo como directivo del ICE, igualmente me doy cuenta ahora, por sus propias contestaciones, que cometí un error muy grande al haberlo nombrado como Ministro de Vivienda, porque también durante ese periodo se enriquecieron sus cuentas bancarias.
Tomando en cuenta lo ocurrido hasta ahora, ¿se arrepiente de haber renunciado a la Secretaría de la OEA?
No me arrepiento, porque yo estaba en una gran equivocación sobre este caso, me di cuenta que todavía hay mucho por hacer por el estado de derecho en este país. En la lucha justa por la inseguridad, se perdió el equilibrio para que las personas inocentes, sean inocentes hasta que no se les compruebe lo contrario en los Tribunales. Hay que revisar la legislación.
De ser declarado inocente, ¿tiene algún plan para retornar activamente a la vida política?
A la vida de influencia, a la toma de decisiones, sí; a la vida política no sé. Son cosas distintas, me siento obligado a luchar por mejorar el estado de derecho en el país.
¿Desde qué instancias?
Desde las salas universitarias y los medios comunicación.
¿Se arrepiente de algo?
Sí, claro, soy un ser humano y he cometido miles de errores. Imagine en 71 años de vida, cuántos errores ha cometido uno.
¿Cuál es su sentir a pocos horas de que se conozca la sentencia?
Tranquilidad y paz. Durante estos años he encontrado refugio en una vida religiosa. No hay duda de que cuando uno se ve en dificultades, esas armas religiosas que uno ha tenido durante años, son las que uno busca. Por otro lado, la familia ha sido un apoyo muy especial.
¿Logra conciliar el sueño?
Claro, no digo como un bebé, porque los bebés se despiertan a cada rato.
¿Estos últimos días hizo algunas cosas que no quiso postergar?
No, los he pasado con la familia, no he hecho nada especial, ni he comenzado nada nuevo. Tal vez he leído algunas cosas, que había tenido relegadas.
¿Quién es su voz de aliento?
Primero Tatica Dios y después mi esposa.
Después de lo ocurrido, ¿la palabra amistad tiene el mismo significado?
Tiene más significado, porque un amigo verdadero puede tener o no tener lepra, pero si es amigo, es amigo, no lo anda negando. No es que cuando tiene lepra sale corriendo.
¿Hoy tiene más o menos amigos?
Tengo amigos del pasado y amigos nuevos. Algunos amigos del pasado ya no son amigos, no porque yo lo haya querido, sino porque ellos consideraron que se podían manchar si eran amigos míos.
¿Todo este proceso qué ha significado en su familia?
La ha unido todavía más de lo que hemos sido. Nos ha enseñado que el sufrimiento es parte importante de la vida. Esto es un escarnio, es un desprestigio, es una pérdida ante los demás y eso nos obliga a unirnos todavía más.
Usted dijo que ya fue condenado, ¿cómo cambió la forma en que las personas se relacionaban con usted?
Depende en qué y depende para qué. Para ir al estadio, para andar por las calles, para dar clases en la universidad, no ha significado mayor problema; pero por ejemplo, si yo he querido trabajar o buscar un negocio, las puertas se me cerraron.
¿Acudiría a la Sala Tercera, Corte Interamericana de Derechos Humanos si la sentencia fuera en su contra?
Por supuesto, es una posibilidad que utilizaríamos.
¿Teme volver a la cárcel?
No lo veo como una posibilidad real, porque no hay base para ello, si ese fuera el caso, no es lo mismo ir la primera vez, que ir sabiendo ya lo que es. Asumiría mi destino y lo cumpliría.
Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net