La necesidad de establecer prioridades
Melissa González mgonzalezt@larepublica.net | Jueves 18 septiembre, 2014
La necesidad de establecer prioridades
Una de las principales habilidades que todo gerente requiere es la de priorizar tanto su tarea como la labor de sus colaboradores
Son múltiples las habilidades que se requieren en un buen líder. Carisma para inspirar, saber delegar, capacidad de análisis, etc. Pero muchas veces se nos olvida que quizá la principal cualidad de un gerente capaz consiste en saber establecer prioridades, no solo en su tarea, sino en la labor de todos sus colaboradores.
No resulta fácil desarrollar esta habilidad, sobre todo porque son múltiples los factores que inciden en lo fundamental para llevar a buen puerto la priorización: el enfoque. Para poder priorizar adecuadamente es necesario tener claro cuáles son los objetivos principales del gerente y cómo llevarlos a cabo.
Reuniones, llamadas, conversaciones informales con el equipo y decenas de correos electrónicos diarios llevan al mejor gerente a desenfocarse. Todo eso considerando que la motivación y el enfoque en los objetivos del líder son los adecuados y que no pesan sobre él otras preocupaciones: presión de la junta directiva, dudas sobre su continuidad, problemas personales, etc.
Los planes estratégicos deben ser los faros que guíen la actuación de la empresa en el largo plazo, mientras que las políticas y las tácticas rigen los movimientos en el medio y corto espacio de tiempo. Esa es la teoría. En la práctica, la adecuada priorización, requiere mucho más que documentos desarrollados en juntas directivas o comités estratégicos. Necesita de la capacidad de los gerentes para establecer, a diario, cuáles son los pasos que se han de seguir y las tareas esenciales para lograr los objetivos.
Algunas recomendaciones para lograr este enfoque tan necesario en la labor gerencial pueden ser la siguientes:
En primer lugar, resulta fundamental que el líder sea capaz de discernir entre aquellas actividades que generan valor y las que no lo hacen. A las primeras debería otorgárseles la prioridad, frente a tareas que no aportan valor a clientes o stakeholders en general. Hablamos de priorizar lo importante sobre lo que no lo es.
Por otro lado, existiendo dos actividades que requieren la atención del gerente, ambas con posibilidades de generar valor a la organización, sería necesario ver cuál de ellas necesita una intervención inmediata y cuál no. En esta ocasión se trata de discernir entre lo que es urgente y lo que no lo es.
Muchos de los retos que presenta la gran mayoría de las decisiones sobre establecimiento de prioridades encuentran su solución en la delegación efectiva. Los gerentes no solo deben ser capaces de delegar de forma eficaz, entendiendo que solo así se libera su verdadero potencial de liderazgo, sino que deben entender cuáles son las actividades que solo ellos pueden resolver.
Labores como la resolución de conflictos internos, la capacitación en habilidades a los colaboradores o la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio son prioritarias en la tarea de liderar. No obstante, son decenas los posibles factores que el día a día presenta para alejar al gerente del foco principal que genera resultados.
Un sano ejercicio sería, cuando termina nuestra jornada, revisar si hemos dedicado el tiempo necesario a las prioridades fundamentales de nuestra organización.
Francisco Avilés R.
Socio-director Cross&Grow
faviles@crossandgrow.com