La vida de Chaplet cambiará

La Romana (República Dominicana). Desde el domingo la vida cambió para Paul Chaplet. Las puertas de Augusta National están abiertas de par en par para el tico, quien en abril tendrá el derecho de disputar el torneo de golf más importante del mundo, el Masters de Augusta.
Todo eso conlleva muchos cambios para el joven golfista, de 16 años, por lo menos durante este 2016. Más responsabilidades. Más exposición. Más oportunidades y hasta más golf.
Viajará a Georgia a practicar unas cuentas veces antes del evento. Después vendrá la semana del Masters, del 7 al 10 de abril. Ahí cumplirá el sueño de cualquier golfista, jugar en el mítico Augusta.
Además, podrá conocer y rozarse con jugadores como Tiger Woods, Phil Mickelson, Rory McIlroy y Jordan Spieth, entre otros.
Deberá atender entrevistas, dar autógrafos y hasta ofrecer discursos.
Luego vendrán más competiciones. Tendrá la oportunidad de disputar el Amateur Championship y el U.S. Amateur Championship.
“Son eventos que estaba viendo las fechas de clasificación, y ahora la puerta está abierta, así que seguramente vamos a ir”, comentó el costarricense.
Así como ingresar de forma directa a las fases finales de clasificación para el Open Championship y el Open Championship, además de otros campeonatos amateur de la USGA, para los que sea elegible.
Pero mientras tanto, Chaplet afirma que seguirá trabajando de la misma forma, la cual hasta ahora le ha dado muy buenos resultados.
“Probablemente siga haciendo lo que estoy haciendo, practicar lo que estoy practicando, seguir realizando práctica mental. Todo lo que estoy haciendo ahora funcionará”, dijo.
Por su parte, el experimentado golfista nacional Álvaro Ortiz tiene mucho más claro todo lo que vivirá su compatriota.
“A partir de ahora Paul es otra persona, su vida cambió y lo más seguro es que para bien. Mucha gente no entenderá lo que es golf y lo que significa ir al torneo del Masters, las oportunidades que se le abren de todo tipo”, mencionó.
Además de los torneos a los que recibirá invitación para jugar, también hay un punto fundamental para el tico y será la baraja de opciones que se le abran para obtener una beca universitaria en otro país.
Para Chaplet ya nada será igual, aunque él sigue siendo el mismo muchacho de 16 años que hace poco más de una semana partió con un sueño. Ahora le toca vivirlo.