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NOTA DE TANO


Lo sucedido en La Catedral era fácil de prever

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Martes 10 diciembre, 2019

Esteban Alvarado fue la figura de la final

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero igual pueden resultar necesarias.

Alajuelense y Herediano se enfrentaron en situación casi idéntica a la que se dio en la liguilla del fútbol mexicano, pocas horas después, con el duelo entre América y Morelia.

Herediano y Morelia ganaron en casa 2-0 y el domingo se jugaron los partidos de vuelta, en La Catedral y en el Azteca. Si los ganadores de la ida metían un gol, obligaban al rival a triunfar 4-1. La única y gran diferencia es que si la vuelta terminaba 2-0 en favor de los locales, en Alajuela iban a tiempos extra, en México, se clasificaban las Águilas porque ocuparon mejor lugar que los Monarcas en la fase regular. Y esto fue lo que sucedió en el Azteca. Ganó el América 2-0 y pasó a la gran final ante Monterrey, verdugo del Necaxa.

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Se podría analizar esta reglamentación y aplicarla al campeonato nacional para premiar al mejor equipo de la fase regular. Es decir, si la Liga hubiera derrotado al Team 2-0, no va a tiempos extra, sino que el León se clasifica por su mejor posición en la fase clasificatoria. Así es en México.

Pero pasemos a lo que interesa.

Herediano se presentó en el Morera Soto a defender el resultado de la ida.

Morelia no. Morelia llegó a jugarle al América taco a taco y cayó.

Andrés Carevic, técnico de la Liga, reclamó el juego cortado del rival y señaló directamente a Esteban Alvarado por fingir lesiones y perder tiempo. Excusa barata. El árbitro central Hugo Cruz no cayó en la trampa y repuso 13 minutos de acción, de tal manera que a la Liga no le “robaron” medio minuto de partido.

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Morelia pagó cara su osadía; salió con la frente en alto, pero eliminado.

José Giacone, con esa “carita” de monaguillo y de “yo no fui”, se volvió a comer a su colega de enfrente y le opuso un partido inteligente, incómodo, repleto de trampas para sostener el 2-0 de la ida.

Herediano jugó feo y está en la final. Morelia jugó bonito y está eliminado.

Ahora, Alajuelense hizo todo lo posible por anotar y darle un vuelco a la final. Faltaron detalles, ajustes, fineza en el último cuarto de acción. Hubo ansiedad, precipitación, exceso de centros al territorio de Esteban Alvarado, portero alto y de estirpe, que se aburrió de atraparlos sin ningún peligro.

Herediano hizo su partido y Carevic se molestó porque el Team no jugó como él quería. Entonces, don Andrés, usted que los conoce, revise lo que le pasó al Morelia.

gpandolfo@larepublica.net

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