Lo que no cuenta la historia
Carmen Juncos cjuncos@larepublica.net | Lunes 08 noviembre, 2010
Lo que no cuenta la historia
El reciente Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, contestó preguntas de Magazine sobre su última novela publicada
Graves problemas vividos hace 100 años siguen vigentes hoy, dice el escritor Mario Vargas Llosa, quien obtuvo el 7 de octubre pasado el Premio Nobel de Literatura.
Su novela “El sueño del celta”, que acaba de ingresar a las librerías de San José, es un símbolo de esos problemas vividos en el mundo en los primeros años del siglo XX y que, según el autor, siguen vigentes.
Aún, dice Vargas Llosa, la desaparición de la legalidad con sus consecuencias, el fanatismo, la violencia y crueldad, la explotación y el tratamiento atroz que reciben miles de seres humanos, son parte de la realidad.
El novelista respondió así a preguntas que le hizo Magazine desde la sede en San José de la Editorial Santillana, en teleconferencia desde esa casa en Madrid.
“El sueño del celta” narra las hazañas y penurias del irlandés Roger Casement, un héroe luchador anticolonialista y defensor de los derechos humanos quien fue encarcelado y condenado a morir en la horca por sus denuncias y acciones.
“El personaje me interesó mucho por su extraordinaria campaña por los nativos, especialmente los del Congo, y aunque la novela es ficción no creo haber escrito nada que no pudiera haber ocurrido en aquella realidad”, dice Vargas Llosa.
La literatura nos acerca a cosas que no fueron documentadas como para llegar a formar parte de la historia oficial, pero que nos permiten percibir lo vivido por la gente durante esos acontecimientos narrados por la historia con frialdad.
“Ocurrieron cosas en diversos lugares del mundo, incluso en Perú, que las autoridades permitieron e incluso ellas mismas condecoraron y premiaron a quienes cometieron horrendos crímenes”, dice el escritor y agrega que “cuanto desaparece la legalidad prevalece la ley del más fuerte y se permite en esos casos la impunidad”.
El sueño del celta
Alfagüara
Librerías Internacional
¢12.500
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
El reciente Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, contestó preguntas de Magazine sobre su última novela publicada
Graves problemas vividos hace 100 años siguen vigentes hoy, dice el escritor Mario Vargas Llosa, quien obtuvo el 7 de octubre pasado el Premio Nobel de Literatura.
Su novela “El sueño del celta”, que acaba de ingresar a las librerías de San José, es un símbolo de esos problemas vividos en el mundo en los primeros años del siglo XX y que, según el autor, siguen vigentes.
Aún, dice Vargas Llosa, la desaparición de la legalidad con sus consecuencias, el fanatismo, la violencia y crueldad, la explotación y el tratamiento atroz que reciben miles de seres humanos, son parte de la realidad.
El novelista respondió así a preguntas que le hizo Magazine desde la sede en San José de la Editorial Santillana, en teleconferencia desde esa casa en Madrid.
“El sueño del celta” narra las hazañas y penurias del irlandés Roger Casement, un héroe luchador anticolonialista y defensor de los derechos humanos quien fue encarcelado y condenado a morir en la horca por sus denuncias y acciones.
“El personaje me interesó mucho por su extraordinaria campaña por los nativos, especialmente los del Congo, y aunque la novela es ficción no creo haber escrito nada que no pudiera haber ocurrido en aquella realidad”, dice Vargas Llosa.
La literatura nos acerca a cosas que no fueron documentadas como para llegar a formar parte de la historia oficial, pero que nos permiten percibir lo vivido por la gente durante esos acontecimientos narrados por la historia con frialdad.
“Ocurrieron cosas en diversos lugares del mundo, incluso en Perú, que las autoridades permitieron e incluso ellas mismas condecoraron y premiaron a quienes cometieron horrendos crímenes”, dice el escritor y agrega que “cuanto desaparece la legalidad prevalece la ley del más fuerte y se permite en esos casos la impunidad”.
El sueño del celta
Alfagüara
Librerías Internacional
¢12.500
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net