Los “güilas” también clasificaron al repechaje
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Viernes 01 abril, 2022
La Selección Nacional estaba clasificaba para el repechaje antes de enfrentar a los Estados Unidos.
Los “güilas” de la Selección no.
Si el técnico Luis Fernando Suárez los alineaba como titulares, ellos, tenían que clasificarse para el repechaje en este partido.
El técnico colombiano le dio la oportunidad a siete de ellos y vaya que la aprovecharon.
De los estelares solo jugaron Keylor Navas y Kendall Waston; una pareja de jóvenes con algunos partidos en sus piernas como titulares, parecían dos veteranos del equipo: Juan Pablo Vargas y Orlando Galo.
Lo demás fue puro kínder: Martínez, Lawrence, Chacón, Aguilera, Mora, Bennette y Contreras.
El boleto al repechaje estaba en escena.
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Y, los siete “güilas” se jugaron el partido de sus vidas, cada en lo suyo, los laterales Martínez y Lawrence con barridas suicidas; Chacón metiendo pierna, Brandon con esa pinta de crack dibujando florituras, Bennette explosivo y picaresco mareando a Yedlin, Mora picando y bailándose a Robinson y Anthony recibiendo y asimilando hierro de las tenazas de Zimmerman y Acosta.
La falta de respeto en el buen sentido del término al enconado rival fue absoluta: en el marcador con el triunfo 2-0 y en la cancha con escenas que a los viejos del barrio nos hicieron recordar aquellos choques entre Careca y Héctor Marchena en Italia 90.
“La iguana” lo pegaba y pegaba, el crack de la selección brasileña y del Nápoli pedía disculpas y el volante nacional ni lo volvía a ver.
Frente a los Estados Unidos, Carlitos Mora mandó a la lona a Pulisic, el astro del Chelsea se quedó esperando un gesto amistoso del novato erizo y nada que se dio.
Cuando Antonee Robinson del Fulhan inglés, le levantó la voz a Carlos Martínez por fingir una lesión, de inmediato le cayó encima Yeltsin Tejeda a reclamarle la acción y vimos al novel Daniel Chacón, cazar con una barrida espectacular una fuga del explosivo atacante Tim Weah, que juega en el Lille de Francia y estando el liberiano tendido en el césped, el defensor del Cartaginés lo increpó como diciéndole…”papito, y usted para adónde va”.
El kínder no aflojó, a ninguno de sus integrantes le temblaron las piernas, mostraron sus virtudes individuales, se fajaron como equipo y también se clasificaron para el repechaje.
La bronca ahora es para Suárez a la hora de repartir los boletos del avión.
Por cierto, ya don Rodolfo Villalobos está en Qatar, en el sorteo. ¡Buen viaje!
gpandolfo@larepublica.net
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