Los “mocosos” de Suárez: su mayor conquista

En la portería el mundialista Patrick Sequeira. Defensa derecho, el mundialista Carlos Martínez.

Tripleta de defensores centrales: Daniel Chacón; Oscar Duarte y Juan Pablo Vargas.

Defensores izquierdos: Rónald Matarrita e Ian Lawrence.

Volantes centrales: los mundialistas Youstin Salas, Douglas López y desde luego que se reincorpora, Orlando Galo.

Volantes por fuera: los mundialistas Gerson Torres, Alvaro Zamora, Roan Wilson y Brandon Aguilera. Además; Aaron Suárez.

Atacantes: Joel Campbell, Anthony Contreras, Anthony Hernández, Jewisson Bennette, Carlos Mora, Alonso Martínez.

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Claro que de la nómina que Suárez citó para Qatar, no solo se pueden rescatar de los “veteranos” a Duarte, Matarrita y Campbell. Hay otro grupo de jugadores que todavía cuentan con edad, gasolina y condiciones para ser tomados en cuenta hacia el Mundial 2026: Fuller, Calvo, Tejeda y el núcleo que hoy juega en la MLS, del que Suárez “renegó” en la eliminatoria y que podrían tener nueva oportunidad en la Tricolor: Allan Cruz, Luis Díaz, Randall Leal y Ariel Lassiter. Al brumoso Christopher Núñez le está yendo bien en Grecia.

Concluida la participación de la Selección Nacional en el Mundial en Qatar, de la que Costa Rica se despidió con honor y dignidad, tras poner contra las cuerdas al tetracampeón mundial Alemania, el máximo logro de Luis Fernando Suárez, fue descubrir una nueva generación de futbolistas que Oscar Ramírez, Gustavo Matosas y en menor grado Rónald González no se atrevieron a ascender, aferrados a la generación que triunfó en Brasil 14, pero que ya estaba algo vieja para Rusia 18.

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A las selecciones nacionales no les conviene envejecer y es deber de los técnicos, refrescarlas, renovarlas, bajarles el promedio de edad, dándole minutos a los jóvenes. Analicen el fracaso de Bélgica en Qatar, un equipo que se hizo viejo y se aferró a las glorias de ocho años atrás.

La mayoría de los entrenadores, suben al gran escenario, uno o dos futbolistas que apenas arrancan en sus carreras. El gran logro de Suárez fue dar la oportunidad de exhibirse en la gran vitrina a casi un equipo completo de “mocosos”, que son los que citamos en el prólogo de esta Nota y que dieron la cara en la eliminatoria, graduándose con honores, varios de ellos en el juego que se le ganó a Estados Unidos, el mejor partido de la Selección Nacional en la hexagonal.

Un seleccionado escondido en su pasado, descubrió la luz de su futuro.

gpandolfo@larepublica.net