Los Alpes, última prueba para Froome
Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Martes 19 julio, 2016
Atacar en los Alpes, esa es la última carta que le queda a Nairo Quintana si quiere darle pelea a Cris Froome en el Tour de Francia.
Por el momento el inglés manda con solvencia. Tiene casi dos minutos de ventaja sobre el francés Bauke Mollema y le saca casi tres al británico Adam Yates y el propio Quintana.
No podrá el ciclista colombiano de Movistar guardarse para la última rampa, es decir, en la última montaña deberá intentarlo desde mañana cuando regresa la competencia luego del segundo y último día de descanso.
“Estar a casi tres minutos de Chris Froome es mucha diferencia, pero el Tour no ha terminado. Queda mucha montaña para seguir en la lucha. Aún no hemos dicho la última palabra”, afirmó el colombiano.
De ello deberán cuidarse Froome y su equipo, quienes se han mostrado firmes y fuertes en todo momento —a excepción del incidente subiendo Mont Ventoux cuando sufrió un accidente y perdió la bicicleta—.
“El ganador y perdedor se decidirán en los Alpes”, ha sido siempre la opinión de Froome, quien busca su tercer triunfo en el giro galo.
Solamente quedan cinco etapas, entre ellas el paseo final, donde ya todo estará decidido.
Tras descansar hoy, la acción vuelve con 184 kilómetros entre Berna y Finhaut-Emosson, que tendrá cuatro premios de montaña y final en alto de categoría especial: Finhaut, a 1.960 metros sobre el nivel del mar.
Para el jueves en la etapa 18, está la cronoescalada de 17 kilómetros de mucho cuidado. Al ser pura montaña, le favorece más al cafetero, buen escalador.
Después sigue otro nuevo final en alto el viernes junto con cuatro premios de montaña entre los que destaca el Montee Bissane —1.723 metros de altitud sobre el nivel del mar en esta ocasión—.
La etapa 20, y la última donde se puede atacar, es la que más puede cambiar las cosas. Froome tendrá puestas las alarmas pues el recorrido está hecho para Quintana, quien ya ganó ahí en el Dauphiné Liberé de 2012.
Tras esa última batalla como es tradición, para cerrar se encuentra el mítico “paseo de la victoria”, entre Chantilly - París pasando por los Campos Elíseos.