El próximo 13 de octubre el cantante español dejará su alma en el Auditorio Nacional, como parte de su gira “Bailar el viento”, y precisamente para promocionar este concierto el intérprete de “Ya no” conversó con Magazine al respecto.
¿Qué puede esperar la gente del recital que hará en octubre?
Tenemos un show con buena energía, emoción y pasión, llevamos un año y medio de gira… Cada canción tiene mucho sentimiento; en el escenario dejaré solo la verdad y buena música. La actividad durará cerca de dos horas.
“Tambores de Guerra” es un nombre muy fuerte, ¿por qué llamar así una canción?
Bueno, es muy poderosa —¿por qué no hacerla así?—. Yo escribo toda mi música, tiene su propio significado, me encantaba empezar el disco con este nombre, ¡es una declaración de intenciones! Es una historia de desamor, tiene su particularidad… su propio lenguaje, sin embargo cada persona entiende la canción de una manera distinta, por lo tanto más bien invito a la gente a que la escuche.
En toda su carrera ha vendido más de un millón de discos, ¿cuál ha sido el secreto?
El secreto es la verdad que uno tiene en el corazón. Soy honesto, le pongo mi propio esfuerzo y emoción. Intento siempre trabajar, pongo siempre el corazón en todo lo que hago.
Retrocedamos un poco el tiempo, vamos a su primer disco, ¿cómo era Manuel en ese momento?
(Risas) Recuerdo aquel Manuel con mucho cariño, era bastante tímido, ¡quería comerme el mundo!, pero no sabía cómo, aprendí mucho; las cosas que no me gustaría hacer o seguir… todo ha valido la pena. Hoy ya tengo ocho discos y un camino grande.
¿Cómo es ahora?
No he perdido parte de aquel, tengo las mimas ganas, ilusiones, la mochila está más llena, mayor experiencia. He cumplido sueños, sigo teniendo la misma sensación de antes, quiero seguir aprendiendo.
¿Qué ha sido lo más difícil de este proceso?
Nadie regala nada, todo cuesta trabajo. Tuve que tener claras muchas cosas. El tiempo fue un buen aliado, los años me dieron la razón. Aunque debo decir que lo más duro es superar los miedos. Las adversidades. Estar fuera de casa. Extrañar a la familia.
¿Cómo es fuera del escenario?
Un tipo sencillo, amigo de sus amigos… Me gusta hacer cosas normales, cuando me bajo del escenario… Aunque cuando me subo hay una fuerza mayor que hace que haga una serie de cosas extraordinarias.
“Bailar el viento” estuvo entre los discos más vendidos en 2016 y ha conseguido su quíntuple platino, ¿se esperaba tan buena recepción de la gente?
Siempre se sueña con eso, pero no me lo esperaba. Este material ha sido el más vendido, he tenido una gira extraordinaria, estoy muy feliz del cariño del público.
¿Qué espera de los ticos?
Espero un muy buen ambiente, mayores ilusiones, será un concierto con buenas energías, buena emoción. La vez pasada que vine a Costa Rica me encantó todo, la comida, había una paz bonita y buen rollo, respiraba algo distinto… me hizo pensar: “¿tenía antepasados aquí?”, no es común que me ocurra esto, pero por dicha voy a volverlo a vivir.