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Miércoles, 30 de octubre de 2024



INVERSIONISTA


Más déficit y menor crecimiento: el Central deberá ajustar sus metas

Carolina Acuña cacuna@larepublica.net | Lunes 22 julio, 2013




Restricción al crédito será eliminada pero préstamos no crecerán mucho

Más déficit y menor crecimiento: el Central deberá ajustar sus metas

INVERSIONISTA hace su propio pronóstico de la segunda parte de 2013

Al cierre de diciembre la producción interna crecerá menos de un 3,5%, el déficit fiscal superará el 5% y aunque la restricción crediticia se elimine los préstamos no crecerán significativamente.
Lo anterior es parte del pronóstico de INVERSIONISTA, sobre las metas que el Banco Central deberá ajustar antes de publicar su programa macroeconómico, cuya fecha límite es el 31 de julio.
Encuestamos 15 prestigiosos economistas, hombres y mujeres de las principales universidades, centros de investigación y algunas entidades financieras para que nos ayudaran a crear nuestro propio punto de vista sobre PIB, inflación, déficit fiscal y crecimiento del crédito, y la principal conclusión es que el Central debe ajustar sus metas.
La primera de las variables, la producción es más negativa de lo planteado a inicio del año. No solo el Central ya dijo que su meta de que la economía nacional creciera un 4% este año deberá ser corregida a la baja, sino que los expertos apuntan a que esa corrección está más cerca del 3% e incluso podría ser menor.
“Creo que crecerá menos de un 3%. No existe un optimismo para invertir, el comercio viene a la baja y las expectativas por el tema electoral no ayudan” detalla Leiner Vargas, economista de la Universidad Nacional.
Todos los sectores, tanto los que van dirigidos a producir para exportar, como los que abastecen la economía interna han visto cambios negativos.
“Entre los factores externos que nos afectan está el escaso dinamismo de la actividad económica mundial. A nivel local hay que tomar en cuenta los de la roya sobre el café, otros inconvenientes climáticos en otros productos agrícolas, y una baja en el consumo doméstico”, explica Rigoberto Torres, director de la Escuela de Economía de la Universidad Latina.
El déficit fiscal, según otra de las consultas, está más propenso a aumentar del 5%, es decir sobrepasará la meta del Central.
“No se observa una solución al problema estructural en el corto o mediano plazo. Los datos recientes muestran un deterioro generalizado en las finanzas públicas, sumado a amenazas de un menor ritmo de crecimiento, junto con gastos no contenidos. Estos factores nos hacen esperar un déficit fiscal mayor al 5% del PIB” concluye Gabriela Vargas, economista de Banco Bansol.

Se consultó sobre el tema de la restricción crediticia, aunque no sea parte del programa macroeconómico, porque el Central dijo que en la revisión de dicho documento se referiría a si permanece o retira la restricción.
Más de la mitad de los encuestados coinciden en que se levantará la restricción pero también en que eso no significará una gran diferencia dado que “el daño ya está hecho” y se dio un golpe a la expectativa de los deudores, que temen pedir un préstamo durará todo el año. Lo anterior sumado a que la economía crece lento deja como gran conclusión.

“No importa si se quita la restricción, ya el crédito no crecerá significativamente” dijo Rudolf Lücke, del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la UCR.
Solo uno de los encuestados cree que para el 31 de julio el Central mantendrá los límites de crecimiento de crédito.
Dentro de los números que la encuesta de INVERSIONISTA detalla que el Central podría mantener está la inflación.
“Esperaría que los precios regulados impacten menos el IPC en el segundo semestre”, explica Ennio Rodríguez, economista.

Sobre las recomendaciones, cautela ante todo.
COMENTARIO EXTRA: Pese a que la confianza de los consumidores se incrementó en mayo del presente año a 44,3 puntos (en una escala de cero a 100), después de nueve meses de encontrarse estancada en niveles de 40 puntos, lo cierto es que todavía la confianza es baja y está lejos de alcanzar magnitudes que reflejen una situación más próspera. En otras palabras, esto significa que el pesimismo que se venía experimentando hacia la actividad económica del país es tan solo menos acentuado en el presente. Si se observa la evolución de la confianza es fácil corroborar que esta se ha deteriorado bastante en los últimos tres años, pues estando en 54,2 puntos en febrero de 2010, ahora es 10 puntos menor. Un punto importante aquí es que los consumidores han perdido mucha confianza en el futuro económico del país. En años anteriores a 2010 había mucha más confianza en el futuro, pero ese “capital de positivismo” decayó y continúa bajo. Johnny Madrigal, de la Escuela de Estadística de la UCR.

Carolina Acuña Durán
cacuna@larepublica.net







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