Matrimonio viajó casi ocho horas dentro de Rusia para ver el Costa Rica-Serbia

Recibir el Mundial de la FIFA en el país de residencia es para muchos una oportunidad única para presenciar los mejores partidos sin tener que gastar millones en boletos aéreos u hospedaje.

Este no es el caso de Vasilii Kozyrev y su esposa Anastasia Kozyreva, una pareja de rusos que viajaron durante siete horas y media en su país para disfrutar de algunos de los encuentros de la cita mundialista, incluido el pasado choque de la Selección de Costa Rica ante Serbia, en la que cayó 1-0.

Ellos se trasladaron desde Jabárovsk, capital del distrito federal del Lejano Oriente en Rusia hasta Moscú, donde nuestro corresponsal Óscar Rosabal, conversó durante su viaje de Moscú a Samara, ciudad donde se disputó el juego.

Ubicado a 25 kilómetros de la frontera con China, Jabárovsk es uno de los lugares más al este del gigante país euroasiático.

Se encuentra a 8.300 kilómetros de Moscú y al estar tan apartado de las principales ciudades, la vida en Jabárovsk se mantiene al margen de lo que sucede en la capital.

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Ser anfitrión del Mundial le resultó a Vasilii, un apasionado por el fútbol, la oportunidad perfecta para vacacionar y conocer más dentro de los 17,1 millones de kilómetros cuadrados que conforman su nación.

Realizaron compras de entradas al azar en la lotería de FIFA para obtener boletos y consiguieron seis tiquetes dobles, que utilizarán a lo largo de dos semanas.

Así fue como les llegaron a sus manos un par de tiquetes para observar el Costa Rica-Serbia en el Samara Arena.

Al preguntarles por el conocimiento que tenían de nuestro país, respondieron de manera afirmativa.

Pudieron ubicarnos en el mapa y, por supuesto, seguidores y admiradores del más mediático jugador de la Tricolor, Keylor Navas. También recordaron en el tren a Samara las hazañas de la Nacional en Brasil 2014.

Así fue como la pareja, que lleva casada 17 años, armó su propio viaje con la misma ilusión que los extranjeros que por primera vez visitaron el país. En casa quedaron su hija de seis años y el menor de tres, cuidados por la abuela, madre de Vasilii.

A como pudieron armaron su recorrido con el transporte gratis que facilitó el gobierno dentro de las ciudades durante la Copa del Mundo.

Para moverse de un lugar a otro deberán transportarse en bus o carro.

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Su última parada será Rostov, desde Moscú, donde tendrán que manejar los nada envidiables 1.000 kilómetros para llegar a la cita.

Su pasión, y la costumbre de vivir en el país más grande del planeta, les permite recorrer importantes distancias como algo habitual.

En efecto, Vasilii y su familia acostumbran a vacacionar en Tokio, Tailandia o Pekín, al ubicarse más cerca de su residencia en la frontera rusa con China.

Vasilii también ha estado presente en finales de Europa League y Supercopa de Europa en ediciones anteriores y desde ya se preparara para realizar un tour a los estadios más importantes en el Viejo Continente.