“Me parece que hay parálisis por análisis en obras viales”: Diego Vargas, Secretario de la Comisión de Infraestructura
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Miércoles 24 mayo, 2023 08:50 a. m.
Las grandes obras viales de Costa Rica muestran a estas alturas signos de retraso importante, según Diego Vargas, diputado del Partido Liberal Progresista y secretario de la Comisión de Infraestructura del Congreso.
Para el legislador, hay señales de parálisis por análisis que deben enmendarse para que el sector avance por la vía correcta.
¿Se puede decir que las grandes obras de infraestructura vial empiezan a dar señales de retraso significativas?
Sí claro. Aunque estas obras medulares para el país y la economía ya venían con atrasos desde la Administración anterior, lo cierto es que en estos últimos 12 meses la situación ha empeorado, pues no pareciera que estén gestionando soluciones o desatando los nudos que tienen estos proyectos.
Lo único que han hecho es una “parálisis por análisis”, es decir, detener las obras mientras analizan posibles soluciones, sin que esto signifique que tengan claridad en los temas medulares que están afectando las obras y las acciones concretas y medibles que son necesarias para corregirlas.
Por ejemplo, las OBIS (Obras Impostergables) de la Ruta Nacional No.1, podrían estar ejecutándose, pero están en revisión y análisis; en el proyecto Barranca – Limonal, se habló de una cesión de contrato para que la empresa H. Solís lo entregara, primeramente, a la empresa china CHEC, la misma que está ejecutando la ampliación de la Ruta Nacional No.32, pero ahora resulta que están analizando si lo entregan a la empresa mexicana TRADECO.
¿Cuál sería a su juicio el principal problema que tiene Costa Rica para el desarrollo de obra pública?
El más importante es que el MOPT, como ente rector del área, no cuenta con una oficina de gestión de proyectos, por lo que no se cumple la planificación, ejecución, revisión y mucho menos con una estructura organizativa para llevar acabo proyectos de esta envergadura. No puede ser que se crea que esto se limita a la empresa privada y no lo tengamos en el sector público, es cuestión de iniciar el cambio.
Pero hay varios más. Algunos que le puedo indicar son: falta de experiencia e idoneidad de los profesionales que deben asumir o gestionar este tipo de obras, la falta de definición del alcance de los proyectos, la identificación de los involucrados (stakeholders) en cada proyecto, la gobernabilidad que debe tener el mismo, darle el valor correspondiente al cronograma de obra en cuanto a su seguimiento y control en la ejecución, desconocimiento del contrato de obra, coordinación y seguimiento en los temas de la realización de las expropiaciones y la reubicación de los servicios públicos, entre otros.
¿Qué se debe hacer para llevar a buen puerto cada uno de los proyectos propuestos?
Cada proyecto tiene su particularidad, pero en forma general le puedo indicar que lo primero es tener claridad en qué consiste cada proyecto y cómo voy a ejecutarlo (contrato de obra), reunirse con los stakeholders y escucharlos para poder formar criterio y tomar una decisión. Este tipo de proyectos no es de una persona, es de un buen líder con su equipo que logre trabajar y generar esa armonía para mover el proyecto a buen puerto.
Y es que, si algo ha hecho, y continúa haciendo esta Administración es no reunirse con los stakeholders para conocer el estado de cada proyecto, sino tomar decisiones prácticamente unilaterales.
Como ejemplo tenemos la Ruta Nacional No. 27 que se detuvo la negociación de la ampliación pues la Administración consideró que la tasa interna de retorno (TIR) es alta, pero no se analizaron todas las implicaciones y riesgos que tiene un proyecto de este tipo. Antes de detener la negociación de la ampliación, las partes debieron terminar de valorar y profundizar alternativas con el fin de no perder el esfuerzo ni el tiempo para ejecutar la obra y ponerla finalmente al servicio de la población.
Igual sucedió con la Ruta Nacional N° 2 (Florencio del Castillo), en un esfuerzo que lleva más de dos años el Gobierno decidió simplemente archivarlo por considerar que la propuesta era costosa, cuando todos sabemos la necesidad que se tiene de darle una solución a todo el sector de Cartago, Paraíso, Turrialba, la Zona Sur y Atlántica del país que utiliza esta ruta.